Irán y Hizballah quieren salvar al régimen sirio

Ana Jerozolimski

Jerusalem

Semanario hebreo. Uruguay

Mientras la Liga Árabe condena al Presidente de Siria Bashar el-Assad por la cruenta represión del levantamiento en su contra, mientras se llevan a cabo manifestaciones de protesta frente a embajadas sirias en el exterior por los miles de muertos entre los civiles y mientras la Embajadora de EU en las Naciones Unidas Susan Rice califica de “repugnante” la posición de aquellos (en referencia a China y Rusia) que impidieron recientemente una condena a Damasco en el Consejo de Seguridad, hay quien proclama abiertamente que lo que desea, es ayudar al régimen sirio: Irán y Hizbalá.

La República islámica de Irán y la milicia integrista chiita Hizbala de Líbano, no tienen afinidad religiosa alguna con el régimen de Assad. Chiitas las dos primeras, alawita él, (considerado no musulmán por los Ayatollas) sirve de todos modos a los propósitos de Irán y Hizbala y por ende, goza de su apoyo explícito y entusiasta.

El vínculo entre Irán y Siria es estratégico. Y de mutuo interés. Siria recibe dinero, petróleo, armas y todo tipo de  ayuda del régimen iraní, pagando con una moneda clave para Teherán: un sostén directo y firme a su protegido, Hizbala, con quien Irán sí tiene coincidencia ideológica directa. Irán financia y envía todo lo que Hizbala necesita para ejercer su poder en Líbano, pero físicamente, Irán está relativamente lejos..Sin Siria de por medio, a través de cuyo aeropuerto central en Damasco llegan las armas , la prestación de apoyo y fortalecimiento directo por parte de Irán a su “proxy” , Hizbala, no sería posible. A lo mandado por Teherán, sin embargo, se agrega-en lo relacionado a Hizbalá-el armamento sirio que se manda directamente a manos de la milicia pro siria y pro iraní..

Recientemente, el General israelí Aviv Kojavi, Jefe del Servicio de Inteligencia en el ejército israelí, advirtió que Irán y Siria “proporcionan a Assad conocimiento, armas y se involucran en forma activa”.

No es de sorprender por lo tanto el hecho que Irán y Hizbala apoyen abiertamente a Siria sin reparar siquiera en el serio problema de imagen que ello les crea. Hace pocos días, se informó en Damasco que el comandante de la fuerza élite “Al Quds”, de las Guardias Revolucionarias iraníes, había llegado a Siria para ayudar al Presidente Assad a llevar a cabo una represión más efectiva de la insurgencia en su contra.

“Al Quds” cuenta con aproximadamente 15.000 miembros, especializados en combate no convencional en territorio extranjero. Son sus propios expertos los que tienen a su cargo a Hizbala.

La información vino de boca de figuras de la oposición, que señalaron que el oficial iraní en cuestión, Kassam Salimani, se había ubicado en la “sala de guerra” desde la cual el régimen de Assad dirige sus operativos contra los rebeldes. Allí se hacen presentes al parecer el propio Presidente Assad, su hermano Maher, su cuñado Assaf Shaukat y el primo Rami Makhluf, cada uno encargado de otra parte del “trabajo” represor.

Lo interesante es la “explicación” oficial que Irán da al apoyo a Siria. Según declaraciones del embajador iraní en Beirut Ghazanfar Roknabadi  a la emisora televisiva de Hizbala “Al Manar , “Irán respalda hoy más que nunca a Siria ya que la mayoría de los sirios continúa apoyando al régimen”.

Hace ya unos meses, la oposición siria colocó en Youtube una serie de videos que según sus  voceros, demuestras que Irán y Hizbalá coordinan acciones de ayuda con Damasco.

En uno de los videos, un miembro de Hizbala dice ser uno de varios chiitas “traídos a Siria por Hizbala en una caravana con 45 autobuses en la que pagan mil  y hasta 5 mil dólares a cada uno”.

Los Hermanos Musulmanes , que son sunitas y no chiitas como Irán y Hizbala, dijeron que el gobierno de Assad es “como los nazis”-

Precisamente por esta alianza de chiitas fundamentalistas en favor de Assad, es que desde Israel, aún en medio de la incertidumbre, se siente en general que la caída del régimen sirio le podría favorecer. Si bien originalmente se dijo que el desmembramiento y caos de Siria no aportaría nada a la estabilidad regional, la visión preponderante pasó luego a ser que el fin de Bashar el-Assad equivaldría a un serio debilitamiento de Irán y Hizbalá.

Hace unos días, el  Vice Primer Ministro de Israel Moshe Yaalon, que es también titular de Asuntos Estratégicos, declaró que si Assad cae, se debilitaría “el eje del mal”. Ver las cosas complicadas para Irán y para Hizbala, es una buena noticia para Israel.

En una conferencia llevada a cabo recientemente en la Universidad de Tel Aviv, el ex Jefe del Servicio de Inteligencia Militar y actual Jefe del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, General ®  Amos Yadlin, declaró  que «los cambios en Siria representarán beneficios estratégicos para Israel».