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| lunes diciembre 23, 2024

Cambiar la narrativa musulmana


Rebeca Kuropatwa

jewishtribune.ca

Martes, 14 de febrero de 2012

WINNIPEG – Kasim Hafeez, de 28 años, criado en una comunidad predominantemente musulmana, se encontró con una gran cantidad de sentimientos antisemitas y anti-Israel, ya sea entre amigos, en la mezquita o en la calle. Durante un tiempo, este sentimiento sólo aumentó, a lo largo de los años.

El lunes pasado, Hafeez, un musulmán británico de origen paquistaní, pronunció una conferencia en el Teatro Berney del JCC, repleto, acerca de por qué llegó a cambiar por completo su opinión en relación a Israel y los judíos

Criado en un ambiente antisemita, para cuando era un adolescente, Hafeez se encontró odiando a los judíos y a Israel.

«¿Pueden ustedes imaginar que se les enseñe a odiar a una nación… que su destrucción y la masacre de su pueblo son legítimos y, de hecho, vitales para la paz en la región?», preguntó Hafeez. «Eso es lo que me enseñaron, y a muchos otros se les enseña lo mismo».

Hafeez recordó que, cuando estaba creciendo, el flagrante antisemitismo de su padre y su adoración a la matanza de judíos por parte de Hitler, tuvo un fuerte impacto sobre él. Además, su tío leía Al-Imam, una revista de propaganda gubernamental iraní, publicada en Londres, que contiene un lenguaje antisemita.

«Aunque mi familia no es, de ninguna forma, extremista radical, siempre existía este trasfondo de antisemitismo – que los judíos eran responsables de muchos de los males del mundo… de hecho, controlaban el mundo», dijo Hafeez.

Además de ésto, Hafeez era regularmente inundado con un sinfín de material de propaganda y videos de Al-Qaeda y Hezbollah, mostrando imágenes gráficas, culpando a Israel y a los judíos de la masacre de inocentes musulmanes.

«A uno se le lava el cerebro sin siquiera darse cuenta», dijo Hafeez. «Cuando  se está recibiendo todos esos mensajes que dicen lo mismo, sin nada que lo contrarreste, la mentira se convierte en verdad».

Todo esto llevó a Hafeez a ser consumido por las ideas de la jihad y la guerra, y a llenarse de odio por quien no estuviera de acuerdo con su creencia.

Cuando Hafeez compró el libro de Alan Dershowitz, El Caso de Israel, todo cambió.

«Lo compré pensando que era propaganda sionista», dijo. «Pero me encontré confrontado con hechos para los que no pude encontrar respuestas, cuestionándome, gradualmente, todo lo que había oído y llegado a creer durante años. Esto me llevó a estar bastante deprimido y aislado. Cuando les preguntaba a mis amigos acerca de las cuestiones planteadas en el libro, lo desestimaban con ‘Judíos queriendo confundirte'».

Hafeez comenzó a hacer su propia investigación acerca de Israel y, finalmente, él mismo decidió visitar el país.

En 2007, hizo exactamente eso. «Así empezó mi historia de amor con un país increíble», dijo Hafeez. «A través de esto y de mis reuniones con judíos (personalmente no sabía nada hasta entonces), fui conmovido por su calidez, amistad y apertura. Israel es una democracia en estado de sitio. Sus valores y su tratamiento de los homosexuales y las minorías religiosas es algo extraño a la región».

A su regreso a casa, Hafeez estaba decidido a apoyar a Israel, y señaló: «Si puedo hacer que una persona deje de odiar, como yo lo hice, entonces habré logrado algo».

Hoy en día, Hafiz se describe como un musulmán que ha encontrado un aprecio por el sufismo.

«Para mí, es importante ser una buena persona, que se trate a los demás como se desea ser tratado, y hacer un cambio para mejor», dijo Hafeez. «Por eso admiro los conceptos judíos como Tikun Olam.

«Me preocupa cuando veo a los clérigos musulmanes dándose la mano con rabinos y curas, y que luego predican el odio a sus congregaciones».

«Para que las relaciones interreligiosas funcionen, deben ser francas y honestas. Debemos hacer frente a temas tabú, como las actitudes de los musulmanes con respecto a Israel. El mundo musulmán ha sido muy rápido en culpar a los demás. Debemos mirarnos a nosotros mismos y hacer algunas preguntas muy duras».

Hafeez, que ha viajado a Pakistán y Arabia Saudita, dijo que «se sentía más en casa en Israel que en cualquier otro lugar. Estoy orgulloso de decir que soy un sionista».

«Lamentablemente la narrativa sobre Israel se ha convertido en muy sesgada en Occidente. Es esencial que tomemos la iniciativa para hacer salir la verdad acerca de Israel».

«Estoy triste al ver el aumento del extremismo en la comunidad musulmana y, con ello, el vilipendio de los judíos y de Israel. Los musulmanes deben aceptar a Israel y deben rechazar, por absurdo, hablar de borrarlo del mapa. Tenemos que aceptar el derecho a la soberanía judía en su patria ancestral. No podríamos imaginar a la Meca en manos no-musulmanas.

«Les pido a los judíos que no juzguen a todos los musulmanes por las acciones de los extremistas. En Israel, los musulmanes y los judíos viven lado a lado. Musulmanes sirven en las FDI y en todas las facetas de la sociedad.

«Espero que podamos trabajar juntos por nuestras comunidades y países, para crear un mundo del que podamos estar orgullosos de legar a las futuras generaciones. Se necesitan pequeñas gotas para hacer un río».

«Debemos enviar el mensaje de que, si estamos a favor de la paz, la libertad y la democracia, estamos con Israel. Éstos son ideales humanos que trascienden todos los límites de raza o religión».

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

Att. Egon Friedler

Difusión: www.porisrael.org

 
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