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| lunes diciembre 23, 2024

La Biblioteca Nacional de Israel descarga un tesoro de Tratados teologicos de Newton


Nir Hasson

De Haaretz

Según el padre de la física moderna, Isaac Newton, quien murió en 1727, el fin del mundo se producirá dentro de 48 años, en 2060. Sus cálculos no se basaron en principios matemáticos ni en las leyes de la física, sino en la Biblia Cristiana y en el Libro de Daniel de la Biblia Hebrea.

   Quien esté interesado en profundizar en los cálculos de Newton ahora podrá encontrarlos en el sitio-Web de la Biblioteca Nacional de Israel, que es la propietaria de los manuscritos de Newton sobre temas teológicos. La biblioteca puso en Internet copias digitales de todos los escritos teológicos de Newton, con el apoyo de la Fundación “Familia David y Fela Shapell”.

   Contrariamente a su imagen pública, la mayor parte del trabajo de Newton no se dedicó a la ciencia sino a la teología, al misticismo y a la alquimia. A diferencia de los textos científicos de Newton, que hoy son propiedad de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, los escritos teológicos del científico del siglo XVIII llegaron hasta la Biblioteca Nacional de Israel, en Jerusalem, y acaban de ser digitalizados y colocados en Internet en cooperación con el Proyecto Newton de la Universidad de Cambridge.

   El Proyecto Newton digitalizó y copió todos los manuscritos de Newton, por lo que ahora es posible no sólo acceder a los trabajos del científico sino leer directamente lo que escribió de su puño y letra.

   La historia de cómo los escritos de Newton se convirtieron en parte de la colección de la Biblioteca Nacional de Israel es una curiosa serie de pura buena suerte y coincidencias. Unos 150 años después de su muerte, descendientes del pensador transfirieron la colección de sus manuscritos a la Universidad de Cambridge, en la que Newton había estudiado. La universidad decidió conservar sólo los manuscritos relacionados con su trabajo científico, y devolvió los escritos teológicos a los descendientes. En 1936 los manuscritos fueron ofrecidos puestos a la venta por la casa de remates Sotheby´s de Londres. En una desafortunada circunstancia para la casa de remates –pero afortunada para la Biblioteca Nacional de Israel años después- la competidor londinense de Sotheby´s, Christie´s, estaba llevando a cabo ese mismo día un remate de arte Impresionista, y el arte atrajo mucho más interés público que los manuscritos de Newton.

   Aparentemente sólo se presentaron dos personas al remate de los manuscritos de Newton, el connotado economista británico John Mynard Keynes y el orientalista y coleccionista de libros judío Abraham Shalom Yahuda, así que entre los dos se dividieron el botín. Keynes compró los manuscritos sobre alquimia y Yahuda obtuvo los escritos teológicos. Después de la muerte de Yahuda en 1951 su colección de manuscritos de Newton fue transferida a la Biblioteca Nacional de Israel.

   Newton calculó el “final de los días” desde la coronación de Carlomagno como Emperador en el año 800 EC y, basándose en información contenida en el Libro de Daniel, que Newton creía que proyectaba el fin de los días para 1,260 años después, llegó al año 2060. A diferencia de otros “visionarios predictores” de su tiempo Newton fue considerado un moderado, ya que proyectaba el fin de los tiempos para una fecha en la que él ciertamente no estaría vivo para presenciar.

   Entre la colección de la Biblioteca Nacional de Jerusalem hay gran número de obras de Newton acerca de misticismo, análisis de libros sagrados, intentos de proyectar cómo sería el fin de los tiempos y sobre cómo era el antiguo Templo de Jerusalem. La colección también contiene mapas que Newton esbozó acerca de acontecimientos míticos para ayudarse en sus cálculos sobre el fin de los tiempos.

   “Desde nuestra perspectiva hay una contradicción entre las ciencias naturales y su racionalismo y la teología, el misticismo y la fe; pero para la mente de Newton, como producto de su tiempo, parte de la comprensión de las leyes de la naturaleza exigía comprender cómo funcionaba el mundo”, dijo Milka Levy-Rubin, curadora de la colección de Humanidades de la Biblioteca Nacional. “Para Newton el escenario de la historia era un legítimo campo de investigación”.

   Los escritos teológicos de Newton tienen una importancia que va más allá de la edificación intelectual que ofrecen, señaló Levy-Rubin.

   Newton pertenecía a un grupo de teólogos que con sus esfuerzos lograron cambiar el rostro del cristianismo en general y de sus relaciones con los judíos en particular. Hasta entonces la doctrina dominante decía que la degradación que los judíos habían sufrido a lo largo de los siglos era prueba de la validez de las creencias cristianas. Pero el espíritu del Renacimiento impulsó a los teólogos a revisar las Escrituras, incluyendo las Escrituras Hebreas.

   Como resultado de ese reexamen vieron a una nueva luz el lugar de los judíos en la historia y que el rol histórico de los judíos no había terminado. Previeron un tiempo en el que los judíos retornarían a su antigua patria, después de lo cual, en opinión de esos pensadores cristianos, los judíos aceptarían el cristianismo como preludio del regreso de Jesús.

 
Comentarios

el tesoro mas importante es la identidad tanto religiosa como nacional, hay que entender de donde vienes para saber a donde vas y quien eres, SHALOM desde MÉXICO

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