Avi Melamed
The Guardian
Importantes figuras dicen que los militantes islámicos con sede en Gaza no lanzarán cohetes contra Israel, a petición de Teherán, un patrocinador clave
Hamas no apostará por Irán en ninguna guerra con Israel, según importantes figuras dentro del grupo militante islámico.
«Si hay una guerra entre dos potencias, Hamas no será parte de esa guerra», le dijo a Guardian Salah Bardawil, un miembro del buró político de la organización en la ciudad de Gaza.
Negó que el grupo lanzará cohetes contra Israel, a petición de Teherán, en respuesta a un ataque contra sus instalaciones nucleares. «Hamas no forma parte de alianzas militares en la región», dijo Bardawil. «Nuestra estrategia es la defensa de nuestros derechos».
La postura subraya la ruptura de Hamas con su patrocinador financiero clave y su realineamiento con la Hermandad Musulmana y los movimientos populares de protesta en el mundo árabe.
Las palabras de Bardawil fueron repetidas por una segunda importante figura de Hamas, que pidió no ser identificada. Hamas, dijo, «no se involucrará» en ninguna guerra entre Irán e Israel.
En Israel, las especulaciones acerca de las repercusiones de un ataque militar contra Irán abarcan la probabilidad que el estado judío esté bajo sostenido fuego de cohetes de Hamas, desde Gaza, y de Hezbollah, desde Líbano. Ambas organizaciones son rutinariamente descritas, por funcionarios israelíes, como «representantes» del régimen iraní.
Sin embargo, Hamas nunca ha brindado «total lealtad» a Teherán, dijo Bardawil, señalando que la población de Irán es, abrumadoramente, de mayoría chiíta, mientras que Gaza es sunita. «La relación estuvo basada en intereses comunes».
Teherán ha retirado su patrocinio de Hamas, debido a la negativa del grupo palestino de apoyar al régimen sirio contra un levantamiento de un año de duración. De acuerdo con un académico de Gaza que se especializa en movimientos islámicos, ésto incluyó la supresión de la ayuda financiera por valor de $23 millones (£14,5 millones) por mes.
«Irán está muy descontento con Hamas respecto de Siria, por lo que está castigando a Hamas», dijo Adnan Abu Amer de la Universidad Ummah. «Han dejado de financiar. Hamas tiene otras fuentes – los estados del Golfo, movimientos islámicos, organizaciones de caridad – pero todas éstas juntas no son comparables a $23 millones por mes».
Bardawil negó esta suma, diciendo que «el dinero que proviene de Irán es muy limitado. En los primeros días del bloqueo [israelí de Gaza], el dinero vino muy bien, pero se redujo hace dos años». El recorte de los fondos «no tiene su causa en la revolución siria», agregó.
Abu Amer, que durante tres años tuvo vínculos, tanto con Hamas como con el gobierno sirio, en Damasco estudiando para un doctorado, compara la ruptura entre las dos partes a un divorcio. «Siria se ha convertido en el pasado para Hamas. No es un divorcio completo, pero el amor no volverá. Ambas partes entienden ésto».
Khaled Meshaal, el líder exiliado de Hamas, era la segunda persona más importante del país, después del presidente Bashar al-Assad, dijo Abu Amer. «La línea directa entre ellos era única». Los líderes de Hamas en Siria eran tratados como miembros de estado, dijo. «El régimen, incluso, le permitía a la gente de Hamas portar armas. Era como una base militar para Hamas».
Pero el levantamiento contra el régimen colocó a Hamas en una posición crítica». Durante 10 meses, Hamas se mantuvo en silencio, en público, acerca de la revolución siria, ni a favor ni en contra. Pero, dentro de Hamas, se produjo otra revolución – discusiones dentro del liderazgo por el asesinato de pueblo sirio», dijo Abu Amer.
«El liderazgo en el exilio quedó congelado, porque no tenían otro lugar adonde ir. Pero otros, en Gaza y otras partes, querían expresarse en contra de los asesinatos, especialmente los clérigos. Esta fue una carga para el liderazgo».
Además, la Hermandad Musulmana en la región era abiertamente crítica del régimen sirio e instó a Hamas a romper con Assad. En particular, el influyente clérigo islámico Yusuf al-Qaradawi, ejerció presión personal sobre Meshaal, dijo Abu Amer.
Bardawil confirmó el dilema para el liderazgo de Hamas en el exilio. «Cuando el derramamiento de sangre aumentó, fue éticamente difícil no expresar tristeza. Hamas siempre está con el pueblo, no con los regímenes, pero éso no significa empuñar un arma para tomar parte en una acción militar contra el régimen».
La Hermandad Musulmana ejerció una influencia, dijo. «Hamas ha sido parte de la Hermandad Musulmana desde el principio. El liderazgo tiene una relación muy estrecha con el liderazgo de la Hermandad. «La conexión entre las dos organizaciones se basa en la ideología, dijo, mientras que la relación entre Hamas y Siria era estratégica.
Hamas ha tenido cuidado de no cortar completamente sus lazos con Siria, pese a la reubicación del liderazgo en otros países. «Todavía hay unos pocos miembros de Hamas en Damasco», dijo Abu Amer. «Y los que se fueron no han hecho declaraciones públicas contra el régimen. Ambas partes necesitan apoyo».
De acuerdo con Bardawil, la oficina de Hamas en Damasco «sigue abierta y en funcionamiento, pero está vacía. Todavía no hemos encontrado otro país al cual trasladar nuestra oficina». El liderazgo externo está ahora disperso en Jordania, Qatar y Egipto, con un miembro del politburó, Imad al-Alami, que regresa a Gaza después de 20 años de ausencia.
Algunos observadores dicen que la fragmentación del liderazgo externo de Hamas ha fortalecido, inevitablemente, la mano del liderazgo interno con sede en Gaza, encabezado por el primer ministro de facto de Gaza, Ismail Haniyeh, y Mahmoud Zahar. Las fricciones entre los dos grupos de líderes se han incrementado en los últimos meses, particularmente sobre el tema de la reconciliación política entre Hamas y su rival, Fatah. Meshaal ha presionado mucho para un acercamiento; Haniyeh y Zahar se resisten.
En una inesperada y contundente muestra de solidaridad, en un discurso en El Cairo el mes pasado, Haniyeh saludó «al heroico pueblo de Siria, que está luchando por la libertad, la democracia y la reforma». La postura subrayó explícitamente la fisura de Hamas con el régimen.
Según Abu Amer, el liderazgo externo se sintió incómodo con la postura pública de Haniyeh. Pero pueden esperarse más declaraciones en el futuro, dijo. «Poco a poco se hará más público. Pero las declaraciones más claras y fuertes provendrán de Hamas en Gaza».
Hamas, dijo, quiere ser parte de la Primavera Árabe. «Las revoluciones en el mundo árabe y el auge de los movimientos islámicos influenciaron a Hamas. Hamas los interpretó muy bien». La organización se realineó con los ascendentes movimientos islamistas, que están más orientados hacia elecciones y llegar a Occidente, que con la resistencia armada. «no se le puede pedir a Hamas que borre, en un día, el historial de 25 años. Pero está llegando».
Indicativo de eso fueron contactos indirectos, no oficiales, entre funcionarios occidentales y representantes de Hamas. Bardawil dijo que él y Zahar se reunieron con una delegación de europeos y estadounidenses en El Cairo en mayo pasado, y hubo reuniones posteriores con diferentes representantes de Hamas. Se negó a dar detalles, pero dijo: «Estamos pidiendo tener esos canales y conexiones con los países occidentales Queremos contar nuestra historia».
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
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