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| lunes diciembre 23, 2024

Danny Carmon, entre el recuerdo y las ganas de vivir


 Danny parte hacia Argentina sintiendo, como siempre, que Buenos Aires le inspira un profundo dolor por lo allí vivido,y que al mismo tiempo sigue siendo para él una ciudad hermosa, apasionante , que le dio muchos buenos momentos antes e inclusive después del atentado. Es la combinación, al parecer, entre las diferentes piezas que forman el mosaico de la vida humana. Poco antes de viajar, nos concedió esta entrevista.

P: Danny, aproximadamente un mes después del atentado, usted volvió a Buenos Aires. Tras dar sepultura a Eliora en Jerusalem, sintió que tenía que retornar a Argentina..¿No fue demasiado difícil?

R: Para mi era muy importante , tras unas semanas de duelo, volver a Argentina, con dos objetivos. Ante todo, sin haber consultado demasiado, casi por instinto , consideré que lo mejor para mis pequeños cinco hijos-que realmente eran chicos, el mayor de 12 y la menor de 2 años-sería volver a cierta rutina, a la vida y casa que conocían . Su estremecimiento y el golpe que habían recibido ya era bastante grande como para agregarles otra movida. La otra decisión, que iba de la mano de la primera, a nivel personal y profesional, fue volver y ayudar a reconstruir la embajada y su trabajo, para dar fuerza y apoyar a todos aquellos que habían resultado heridos y dañados por lo sucedido.

Y esto se convirtió en una misión en si misma, con todas sus complejidades.

P: Danny, muchas veces, al cubrir atentados terroristas, israelíes diversos me comentaron que la dinámica de atentados suicidas que azotó Israel durante años, les preocupaba pero que no les paralizaría su actividad..Y no todos decían que seguirían saliendo para dar una lección a los terroristas..muchos simplemente explicaban que la vida es más fuerte que todo..

R: Es cierto. También es eso, que la vida es más fuerte. También hay una respuesta determinante al terrorismo.Suena a palabras altisonantes pero son ciertas. No quiero convertirlo en nada dramático.Creo que hay una verdadera necesidad natural. No hay ni valentía ni heroísmo de por medio.Con cada situación uno puede lidiar de diferentes formas. Esta fue la forma que yo elegí y consideré también que es lo mejor para los niños.

P: Y con el tiempo ¿vio que había decidido correctamente?

R: Sí, creo que fue una decisión correcta. Estuve en Argentina otros tres años después del atentado.Hay algo de lo que tomé conciencia recién hace pocos días.En mi trabajo, las cosas tomaron una dirección por la que vi mi profesión, la diplomacia, en otra luz. Yo estuve cinco años en la delegación de Israel en las Naciones Unidas .Allí hay mucha política, se tratan muchos temas que para nosotros son existenciales. En mi período-yo volví a Israel de la ONU hace un año y medio-fueron abordados temas claves como Gaza, terrorismo, el informe Goldstone ..Estuve en sala oyendo a iraníes y libaneses diciendo que “la buena gente de Hizbala será la única que ayude al Líbano” a reconstruirse… y uno se enloquece cuando sabe quién esa “la buena gente de Hizbala”. Y uno sale del Consejo de Seguridad y se le tiran encima varios periodistas, y yo sabía que uno de ellos representaba a la televisión “Al Manar” de Hizbala…

P: Necesitaba seguramente nervios de acero…

R: Así es, pero por otra parte, en la ONU uno también aprende que la comunidad internacional sabe construir, promover, lidiar con desafíos mundiales.Y lo que hago hoy en día, quizás como ironía de la vida, se refiere justamente a eso.Estoy al frente de MASHAV, la División de la Cancillería para la Cooperación Internacional y el Desarrollo.

Por un lado, claro está que es una herramienta política de la Cancillería, aunque no siempre se ven de inmediato sus resultados, sus frutos políticos. Pero es también una herramienta para construir cosas.Se puede promover los objetivos diplomáticos de Israel a través de la prestación de ayuda a los demás. No todo son discusiones políticas y enfrentamientos diplomáticos.Creo que también hay un mensaje en la posibilidad de intentar promover nuestras metas a través de la ayuda a otros países.

P: ¿Y cómo se halla el equilibrio entre el dolor personal y la carga emocional que usted lleva en su fuero íntimo, el no olvidar que imagino lo acompaña, y el empuje hacia adelante en un trabajo como este, cuya esencia misma es algo destinado enteramente a ayudar a otros?

R: La verdad es que desde el principio intenté-no digo que lo logré enteramente, quizás sí más que otros-hacer una separación, colocar una barrera artificial, entre lo personal y lo profesional. Lo personal me lo guardé para mi .Durante años no acepté hablar con los medios, muy esporádicamente rompí esa regla con el tiempo..Diría que un punto muy singular en este tema se refiere a mi condición personal como víctima del terrorismo, siendo al mismo tiempo diplomático israelí que representa al país. Mis compañeros de trabajo en la delegación israelí en la ONU me preguntaron en alguna oportunidad en conversaciones entre nosotros, con mucha delicadeza y sensibilidad, por qué no hablo de mi condición de víctima del terrorismo, al contestar a las “conferencias” que daban iraníes, libaneses, palestinos… Y en determinado momento, éramos dos los representantes de Israel en la ONU en la misma condición, ya que la Embajadora Gabriela Shalev perdió a su esposo…

 

P: Cayó cerca del Canal de Suez en la Guerra de Yom Kipur en 1973..

R: Así es..Y yo preparé un discurso que guardé en el cajón , de reserva, pensando que nunca lo sacaría. Pero quería tenerlo. Una vez hicieron en la ONU un evento enorme sobre terrorismo, juntaron varias comisiones, algo muy grande.Uno de los capítulos estaba destinado a las víctimas del terrorismo.Y yo decidí que ese era mi límite..saqué el discurso del cajón y lo pronuncié.Otra vez también lo usé en una comisión política de la ONU.

Con eso rompí la regla que yo mismo me había impuesto.Pero la verdad es que esa separación que yo determiné entre mi situación personal y mi profesión, me facilitó a lidiar con mi condición de quien por un lado sufrió en lo personal y por otro continúa desplegando su misión oficial.

P: No sólo que continuó desplegándola, sino que estuvo en Buenos Aires como Cónsul también cuando fue el atentado contra la AMIA dos años después del atentado en la Embajada…

R: Así es.Yo también estaba allí. Y para mi, es todo un mismo atentado, contra la Embajada primero y luego contra la AMIA. Estaba claro que los atacantes no distinguían entre los judíos e Israel.Es como si los dos hubieran sido el mismo atentado…Y fue impresionante porque en los primeros días, la embajada de Israel se convirtió en una especie de centro de información , de centro neurálgico que suplantaba al desmoronado. Todo se mezclaba .Llegó de israel una delegación del Comando de Defensa civil, la Unidad de rescate de Tzahal, fue una actividad muy intensa….

 

P: Usted decía que los atacantes no distinguían entre Israel y los judíos.Y de hecho también los diplomáticos israelíes sienten en general-y me lo dijo el ex Embajador en Buenos Aires Itzjak Shefi- que tienen por un lado la misión de representar oficialmente a Israel ante el Estado que los recibe y por otro la de representar a Israel como Estado judío, ante las comunidades judías en el país al que llegan..¿También usted lo sintió así?

R: Por supuesto. Muchos trataban de distinguir entre ambas cosas. Claro que físicamente hay una separación.Y la Embajada de Israel, claro está que es extraterritorial…El hecho es que el atentado contra la Embajada lo investiga la Corte Suprema argentina mientras que el de la AMIA, un atentado contra una institución argentina , lo investiga un equipo separado. Pero en la práctica, no hay separación. Son dos mundos pero que se unen. -Es que el tema de fondo no es sólo la representación ante las comunidades judías .Creo que todo esto pasa también por el hecho que al haber un Estado judío representado oficialmente, en muchos países –Argentina entre ellos- eso da más fortaleza también a la colectividad judía local.

P: Por supuesto…Es una relación que va en dos direcciones..

R. Exactamente. Siempre se habló de la ayuda del pueblo judío a Israel y no tengo ninguna duda de que también la existencia misma de Israel ayuda al pueblo judío. Cuando pasamos en la ONU la resolución que determinaba un día internacional de recuerdo de la Shoa, fue en nombre del pueblo judío, no sólo del Estado de Israel.

P: Danny, si me permite..una pregunta de tono personal. ¿Cómo se halla el equilibrio necesario entre el deseo que seguramente tenía usted hace 20 años y sigue teniendo, de perpetuar la memoria de su esposa, Eliora, asesinada en el atentado en la Embajada , y la necesidad de reconstruir la vida, de empezar de nuevo? Usted lo logró, volvió a casarse y tuvo una hija con su nueva esposa..

 

R: La verdad es que nunca me lo planteo en estos términos.Es que la vida, como ya dijimos antes, es más fuerte que otras cosas. No lo encasillo en categorías ni definiciones. Los primeros diez años crié solo a mis hijos y no esperé que nadie me diga nada especial por ello. Esa era la realidad en la que vivía.No es que en un momento tomé una decisión de hacer otra cosa. Todo va junto. No hay que separar el recuerdo de la continuación de la vida.

 
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