Israel acude en ayuda de Sudan del Sur

Karin Kloosterman

 De Israel21c

Al oeste de Eritrea y Etiopía y al norte de Uganda ha surgido un nuevo Estado africano luego de decenios de guerra civil para lograr su independencia. En julio de 2011 Sudán del Sur fue declarado País Oficial y reconocido por las Naciones Unidas. Israel, que ha estado asistiendo a los pueblos de la región desde hace mucho tiempo, le extendió una cálida mano diplomática desde el primer momento.

La organización de ayuda humanitaria israelí IsraAID, deseosa de ayudar al nuevo país a afirmarse en medio de una compleja serie de problemas sociales, está lanzando esfuerzos diplomáticos y humanitarios que incluyen un nuevo programa de entrenamiento de asistentes sociales en cooperación con las ONGs israelíes FIRST y Operation Blessing-Israel.

Apuntando a los eslabones más débiles de la sociedad, tres expertos israelíes en violencia sexual volaron a Juba, la capital interina de Sudán del Sur, con el patrocinio de la Federación UJA de Toronto, Canadá. Su misión es dar a 30 asistentes sociales locales las herramientas para identificar y encarar la violencia de género, como violaciones y matrimonios forzados.

   Dirige el proyecto Ophelie Namiech, directora de IsraAID para Sudán del Sur. Dice a ISRAEL21c que los asistentes sociales israelíes tienen la educación y la experiencia necesarias para ayudar.

   “Los israelíes tienen una experiencia sólida en el campo de la asistencia post-traumas. Los tres expertos israelíes que están conduciendo los talleres de entrenamiento de IsraAID sobre violencia de género y asistencia post-traumas para asistentes sociales de Juba son altamente calificados, con una extensa experiencia en traumas y abusos sexuales en Israel”, dice.

   “Sheri Oz creó y dirigió un centro de asistencia para mujeres víctimas de abuso sexual en Haifa. En 2006, durante la Guerra del Líbano, trabajó con comunidades afectadas por la guerra en el norte de Israel y fue testigo del impacto de la guerra en la violencia de género”, dice Namiech.

   “La guerra quebró el orden social tradicional y aumentó severamente la vulnerabilidad de las mujeres. Se esforzó para reconstruir el orden social dentro de las comunidades afectadas. Sheri y sus dos colegas aplican esa experiencia en Sudán del Sur, que pasó por una situación parecida pero mucho más grave u prolongada”.

   Los israelíes trabajan con consejeros de la organización local llamada Niños Confiados Fuera del Conflicto, que proporciona casas seguras para más de 400 niñas y muchachas abusadas, abandonadas o en riesgo procedentes de los barrios más pobres de Juba.

   Cambie la violencia contra las mujeres y cambiará la sociedad

   Se considera que la violencia contra las mujeres es uno de los mayores desafíos de la región de Juba. Después de decenios de conflicto los derechos de las mujeres fueron ignorados u olvidados. Las autoridades miran para otro lado ante casos de violencia doméstica, poligamia, matrimonios forzados y cosas por el estilo, cosas todas que ocurren regularmente en la región.

   Namiech dice que según el Ministro de Desarrollo Social de Sudán del Sur, el número de víctimas que llegan en busca de ayuda aumenta dramáticamente cada semana. Por ejemplo, el ministerio recibió informes cerca de dos casos de matrimonios forzados en un reciente período de dos días.

   “Hay una urgente necesidad de entrenar a asistentes sociales que se ocupen de aconsejar y acompañar a las mujeres y niñas que sufren traumas y que estén a cargo de dar apoyo a las víctimas en centros de asistencia”, dice.

   En agosto del año pasado IsraAID, First y Operation Blessing-Israel ya habían enviado una muy necesaria ayuda a la región de Juba, asolada por la violencia. Medio año después la violencia sigue siendo endémica en la sociedad de Sudán del Sur, y el país es considerado uno de los menos desarrollados del mundo. 

   Según Namiech, el pueblo de Sudán del Sur ve a Israel como un país que los ayudó a lograr la independencia y como un socio en el desarrollo de su nueva nación. Los espejos retrovisores de los automóviles de Sudán del sur a menudo llevan flameando banderas de Israel: un barrio de Juba se llama Jai Jerusalem (Larga Vida a Jerusalem), y el Hotel Shalom de la ciudad rinde tributo al saludo hebreo que significa “Paz”.

   Muchos sud sudaneses cristianos sueñan con el día en que puedan visitar la Tierra Santa, dice Namiech. “Los israelíes reciben siempre una cálida bienvenida, y es fácil sentirse como en casa en Juba. Es un placer trabajar en un ambiente tan amistoso. Crea una dinámica social y profesional muy positiva y, por lo tanto, muy productiva”.

   “Es más fácil establecer amistades a largo plazo en tal contexto, y entre nosotros y los sud sudaneses la confianza se desarrolla muy rápidamente”.