Livni ya no es más la jefa de la oposición israelí

Ana Jerozolimski

Semanario Hebreo. Uruguay

El nuevo rival político central del Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu, es desde ahora Shaul Mofaz. Tzipi Livni, hasta el martes de noche jefa del partido opositor “Kadima”, perdió en las elecciones internas , al ser ampliamente derrotada por el ex Jefe del ejército y ex Ministro de Defensa Mofaz que le exhortó a trabajar juntos, sabiendo que lo más probable era que ella no podría permitírselo.

La mujer que hace muy poco se convirtió en la única israelí incluida en una prestigiosa lista de la revista norteamericana “Nesweek”, que la eligió como una de las 150 mujeres más influyentes del mundo, recibió una dura bofetada al hacerse acreedora en las internas de su partido de no más del 38% de los votos, mientras el 62% fue a Mofaz que hace ya tiempo desafió su liderazgo.

“Es de noche, hora de ir a dormir y descansar”, dijo Livni en su central de operaciones el martes de noche, al preguntarle la prensa local qué pensaba hacer, aclarando antes que ya había llamado a su adversario para saludarlo por su victoria.

Pero claro está que la pregunta tenía otra intención que iba mucho más allá del fin de esa jornada electoral. Y en Israel, varios observadores políticos estiman que Livni se va a descansar, por mucho tiempo, quizás sin retorno, de la política.

Irrumpió a la política en los tiempos de Ariel Sharon, al que acompañó en la formación del partido Kadima, que estremeció a Israel dado que esa figura histórica-hoy aún postrado en estado de coma- abandonaba su partido Likud. Cuando Sharon dejó de desempeñarse como Primer Ministro, a raíz del serio incidente cerebral que lo paralizó, Livni se veía como sucesora natural. Ehud Olmert fue sin embargo el electo. El mensaje de Livni fue dual: trabajarían juntos para promover los intereses del Estado…pero al mismo tiempo daba a entender que ella sería diferente si dirigiera los asuntos a su criterio.

Claro que las sospechas de corrupción contra Olmert fueron las que pusieron fin al camino en común..y cuando ella tomó las riendas, irradió continuamente que su política sería “diferente”., Algunos lo tomaron como una gran promesa de principios y limpieza pública por la que había nostalgia..Otros lo interpretaron como mensaje de elitismo y aires de superioridad.

Livni fue vista siempre, fuera de Israel, como una gran promesa. Su ferviente apoyo al proceso de paz y la opción negociadora, aunque sin perder de vista los intereses de seguridad de Israel, la  convirtieron en una candidata creíble y seguida por el exterior. Pero dentro de Israel, gradualmente, su imagen se fue deteriorando. Se dijo que no sabe liderar, que no habla cuando debe, que no tiene agallas para enfrentarse, que no es líder, aunque pocas mujeres, salvo la legendaria Golda Meir, llegaron a ocupar en Israel posiciones que ella conquistó sin demasiada dificultad.

Ahora, Livni pasa al parecer a la historia.

La nueva alternativa posible a Netanyahu es Mofaz. A Kadima ya la conquistó. Falta que conquiste, en elecciones nacionales, a la ciudadanía israelí.