Bernardo Ptasevich
Aurora
05/04/2012
Parece un cuento, pero es cierto. Uno de los presos más destacados por su peligrosidad y su participación en atentados contra israelíes se dedica a la política desde su propia celda con la permisividad de las autoridades. Marwan Barghuti fue uno de los líderes
de la segunda intifada palestina y ha sido condenado a cinco penas de cadena perpetua por su participación en ataques mortales. Esa condena debería por sí sola inhibirlo de cualquier acción política, de cualquier declaración política y mucho más, de promover la violencia. A todo esto se ha dedicado impunemente superando la capacidad de asombro de los ciudadanos israelíes. La decisión del tribunal que lo condenó está siendo burlada en la práctica con las libertades que se han permitido a este delincuente. Barghouti, tristemente destacado dirigente de Al Fatah, parece gozar de beneficios que en ninguna parte del mundo tendría un preso. No hay motivo alguno que justifique esos permisos ya que cualquier resultado de sus irresponsables acciones será negativo. Este individuo nunca se arrepintió de lo que hizo, está orgulloso de sus actos y convoca a imitarlo. Sus propios crímenes lo han posicionado como líder de muchos palestinos que piensan de la misma forma y actúan igual que él. Su situación de detenido y de no haber sido liberado en el último canje por la liberación del soldado Guilad Shalit aumentó su popularidad y lo ha favorecido políticamente. ¿Pero qué tipo de política positiva puede hacer un delincuente preso? ¿Qué cargo podría aceptar en el gobierno palestino desde las cárceles israelíes?
Hay políticos que hacen posible lo imposible
La política es el arte de lo posible y con algunos políticos todo es posible. Nunca se sabe que hará el gobernante israelí de turno si piensa que eso le favorece o es un arma en las negociaciones sobre los diferentes temas a resolver entre palestinos e israelíes. Un terrorista de esta calaña no debería ser incluido nunca en ninguna negociación. Su lugar está en la cárcel, pero con un régimen mucho más severo que controle sus impulsos proselitistas. No existe motivo alguno para que tenga beneficios que otros presos no poseen. No ha hecho méritos para ello, ni siquiera observa buena conducta o arrepentimiento. Luego de su arenga, las autoridades han quedado mal paradas y tratan de encauzar la conducta del convicto con sanciones. Las medidas que llegan tarde tratarán de calmar un poco su liderazgo y volverlo a la realidad que debe vivir. Las autoridades carcelarias lo han puesto en aislamiento como castigo, lo que supone anular los permisos de visita y un mayor control sobre sus comunicaciones. Pero eso terminará pronto y el volverá por sus fueros apenas pueda. Su costumbre de incitar a los árabes israelíes para una tercer Intifada solo se detendrá con severas medidas de seguridad. Barghouti pidió a los palestinos abandonar las negociaciones de paz y que se priorice conseguir la reconciliación entre la A.P. y Hamas. También indicó que debe detenerse toda colaboración con Israel en materia económica y de seguridad. Propuso a los palestinos combinar la resistencia junto a las acciones diplomáticas internacionales.
Palestina, un país inviable
En estos momentos y bajo las condiciones actuales, Palestina es un país económicamente inviable. Pero esta no es la única causa de esa imposibilidad. Los palestinos se empeñan en no reconocer a Israel, en no aceptarlo como estado judío y eso de por sí es un peligro actual y a futuro que no les permitirá tener su propio estado. Cuando esa decisión política de no reconocer los derechos de su vecino es acompañada de la peor violencia, la inviabilidad toma mayor dimensión. Han elegido el método de lanzar misiles a la población civil y al territorio israelí lo que representa una amenaza permanente. De nada valen las gestiones diplomáticas ante organismos internacionales. De nada sirven los millones de dólares que llueven hacia su causa desde diferentes puntos del planeta. No los ayudarán los medios de difusión afines que los acompañan en la descalificación de Israel y todas sus causas. La educación que reciben los niños también nos muestran un país que no ha superado ni quiere superar los rencores y odios. Las peleas entre el grupo terrorista Hamas y los dirigentes de la Autoridad Palestinas tratando de dilucidar quién tiene el poder no permitirán por ahora que se conviertan en Estado. La intromisión permanente de otros países que le proveen de infraestructura y elementos bélicos bloquean cualquier posibilidad de lograrlo. Es sabida la relación de los palestinos con Irán, ideológicamente y por conveniencia momentánea y políticamente por afinidad entre sus líderes. Para Ahmadinejad, tener su mano en Gaza lo pone a tiro del territorio israelí. Los sirios están muy ocupados con sus problemas pero aun así muestran su apoyo. Ellos también le brindan cercanía con el enemigo a los iraníes y junto a Hezbola en el Líbano y a Hamas, son las puntas del tridente que Irán espera utilizar en algún momento.
Gestiones de Mahmud Abbas que chocan contra un muro
El Presidente de la Autoridad Palestina insiste con su diplomacia a la vez que permite la violencia siempre mirando hacia otra parte y haciéndose el distraído. Esa dualidad le permite no cerrar del todo la posibilidad de negociaciones de paz en las que pretende conseguir demasiadas concesiones, mientras mantiene la puerta abierta a su acérrimo enemigo Hamas, conversando con sus dirigentes para reunificar fuerzas y volver al pasado. Ha solicitado a la Corte Penal Internacional que abra una investigación sobre crímenes de guerra. Abbas denuncia que Israel los ha cometido desde el 2002 en la Franja de Gaza. El conocido fiscal general de la Corte, Luis Moreno Ocampo, rechazó sus pedidos aduciendo que Palestina no es un Estado parte de la Asamblea General de la ONU y que por ello carece de jurisdicción. Otra puerta que se cierra pero que sin embargo no frenará el empecinamiento del líder palestino que busca soluciones en forma unilateral. Todo sea por evitar las negociaciones directas sin precondiciones en las que no tiene demasiadas posibilidades de conseguir sus objetivos. En momentos en que Israel ha logrado que se detenga el lanzamiento de misiles a la población vuelven a aparecer las otras opciones con las que los palestinos tratan de mantener viva la posibilidad de crear su Estado sin renunciar por ello a la violencia permanente contra Israel. Por esos caminos todo seguirá igual durante muchos años. La única posibilidad de avanzar son las tratativas directas e ir realmente a cada uno de los puntos para llegar a los acuerdos que sean posibles. Por ahora la paz está muy lejos y no se vislumbran cambios que puedan acercarla. Ninguno de los mediadores ha logrado avanzar sobre el tema.
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