El texto que reproducimos a continuación, fue tomado de un artículo que el periodista Edinson Lanza publicó en “Brecha”, en referencia al informe del relator de derechos humanos para Irán
El reporte que presentó en 2011 el relator especial para los derechos humanos Amed Saheed da cuenta de una situación estructural y permanente de violación de derechos en Irán. A través de entrevistas y consultas con diversas fuentes –el gobierno iraní no le permitió ingresar al país- describió un cuadro de situación preocupante.
“Las cuestiones más apremiantes que se han señalado a la atención del relator especial se refieren a múltiples deficiencias en la administración de justicia, ciertas prácticas que podrían considerarse tortura o trato cruel o degradante dispensados a los detenidos, la imposición de la pena de muerte sin salvaguardias judiciales adecuadas, la condición de la mujer, la persecución de las minorías étnicas y religiosas, y la erosión de los derechos civiles y políticos, más concretamente, el acoso e intimidación a los defensores de los derechos humanos y los agentes de la sociedad civil”, concluye el reporte.
“Las ejecuciones públicas, que según las autoridades iraníes han sido eficaces para prevención de los delitos, también continúan ocurriendo”, añade el relator especial y agrega que el 19 de julio de 2011 “una gran multitud, incluyendo a niñas y niños, asistieron a una ejecución”. En ese año se produjeron doscientas ejecuciones anunciadas oficialmente. El reporte también se hace eco de un informe presentado por el Comité de Protección de los Periodistas (CPI, por su sigla en inglés), reconocido por su rigurosidad, que informó sobre 34 periodistas que permanecían detenidos a fines de 2010, a los que “solían imponerse fianzas exorbitantes, a veces de hasta 500 mil dólares”. A muchos se les impuso una prohibición de por vida para desarrollar cualquier clase de actividad social y política, acusados de “intentar poner en marcha una ‘revolución de terciopelo’”.
Persisten además las barreras a la igualdad entre los géneros. Por ejemplo, el testimonio de una mujer en un tribunal de justicia tiene la mitad del valor que el de un hombre. Los hombres tienen derechos absolutos al divorcio, mientras que las mujeres pueden iniciar un procedimiento sólo si cumplen ciertas condiciones, algunas de las cuales deben ser estipuladas en un contrato matrimonial. Nunca se conceden a las madres derechos de custodia de sus hijos, ni siquiera en caso de muerte del marido. “Igualmente preocupantes son las afirmaciones de algunas autoridades que culpan a las víctimas de inducir a los atacantes a violar su integridad física, como es el caso de informes de funcionarios gubernamentales en los que se cita el atuendo de la mujer como causa de los ataques registrados en Isfahan en junio de 2011, en que 14 mujeres fueron secuestradas y violadas en grupo mientras asistían a una fiesta privada”, informa el relator.
La votación contra Irán, celebrada el jueves 22 en el Consejo de Derechos Humanos, contó con el apoyo de 22 países (entre ellos Argentina, Brasil, Chile y otras democracias occidentales), la postura contraria de cinco (Qatar, Cuba, Bangladesh, China y Rusia) y la abstención de 20 países, entre los que se contó a Uruguay. Con este resultado, el ex canciller de Maldivas, que lidera la relatoría, cuenta con un año más para investigar las denuncias de violaciones de derechos humanos de Irán.
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