El aporte al Estado vistiendo uniforme y convirtiéndose en oficial de las Fuerzas de Defensa de Israel, le pareció algo natural. Agregó a su nombre, el apellido hebreo Zeevi (por lobo, el significado de Farkash) y comenzó una nueva etapa en su vida, convencido de que lo que había aprendido en su casa, el espíritu de apostar por la vida y el desarrollo, era la única forma posible de vivir. Para su madre, que sobrevivió la Shoa y logró salvarse tras once meses en el infierno, verlo convertido en General en el ejército israelí, era una forma singular de cerrar un círculo.
Zeevi-Farkash, hace unos años ya retirado, encabeza hoy un start-up en el mercado privado, responsable de haber ideado una exitosa tecnología para identificación y seguridad. Nos recibe en su despacho hace pocos días..y nos emociona.
Este es un resumen de la conversación mantenida, lo relativo a la Shoa, el recuerdo y su vínculo con Israel. Una segunda parte, que atañe más a su análisis como ex Jefe de Inteligencia, será publicada por separado.
P: Usted me está recibiendo en su oficina dos días antes de Iom Hashoa…Y yo quisiera preguntarle qué significa esta fecha para usted…Y es relevante preguntárselo porque no es un ciudadano israelí más…sino que es hijo de sobrevivientes, fue General en el Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel… ¿Qué es pues Iom Hashoa, el Día del Holocausto, para usted?
R: Ante todo, yo tomo de Iom HaShoa Ve HaGvura, o sea el Día del Holocausto y el Heroísmo, el heroísmo y la “tkuma”, el renacimiento. El significado que yo veo es que también cuando se llega al lugar más oscuro, más difícil, más terrible que creo haya existido en la historia de la humanidad, uno puede, como individuo, como familia, sociedad, como pueblo, levantarse y sobreponerse. Creo que este es el mensaje principal.
Esto se manifiesta de modo muy claro también en uno de los recuerdos que yo tengo de mi madre. Ella dio su testimonio en el marco del proyecto de Steven Spielberg, durante casi siete horas, dos casettes enteros. Yo me tomé un día libre para estar conmigo mismo y poder mirarlos de principio a fin. Sin exagerar, creo que ahí descubrí muchas cosas nuevas, creo que la mitad de lo que cuenta allí, yo nunca lo había oído antes.
P: Nunca se los había contado a ustedes, sus hijos..
R: Así es…Volviendo pues a su pregunta..El 8 de mayo de 1945, un día antes del fin de la guerra, mi madre se despertó en un depósito gigantesco en el que había cientos de mujeres, por los gritos de una que exclamó, en alemán: “¡Muchachas, somos libres!”. Ella miró hacia el portón del hangar y vio un rayo de sol. Era la primera vez en siete horas de grabación, que decía que veía un rayo de sol. Me supongo que también antes había…pero la libertad era un rayo de sol. Salió del hangar, se arrodilló junto a un charco y comenzó a hacer sus cuentas con Dios..Era una persona religiosa, ortodoxa, de una familia muy observante, y es una persona religiosa hasta el día de hoy, aunque hubo gente muy religiosa que dejó de serlo después de la Shoa..
P: Y quienes se volvieron religiosos al parecer por necesidad de aferrarse de algo..
R: Exactamente. Hubo distintas direcciones. Pues ella hace su cuenta y lo primero que le pregunta a Dios es “¿Por qué justo yo quedé con vida?”.Claro que también preguntó “¿Dónde estuviste?”…Pero lo que quería contarle a raíz de su pregunta, fue que ella se cuestionó por qué quedó con vida. Años después, cuando yo recibí el rango de General y fui nombrado Comandante de la División de Tecnología y Logística de Tzahal, el cargo anterior a mi nombramiento como Jefe del Servicio de Inteligencia, mis padres estaban conmigo en el Estado Mayor. Cuando salimos de la ceremonia con el Jefe del Ejército y el Ministro de Defensa, mi madre me dijo: “Ahora sé por qué quedé con vida”…….
P: No tengo palabras…
R: Creo que eso responde a todo…
P: ¿Qué edad tiene ahora su mamá?
R: 87 años y gracias a Dios, está muy bien. Es impresionante pensar en todo lo que esa generación vivió..Cuántos problemas y cuántos pesares. Pero por eso, lo que yo tomo de ello es la fortaleza de no dar el brazo a torcer, de no rendirse, de no renunciar..y creo que el Estado de Israel es un ejemplo muy claro de ello.
P: Cuando yo pregunté sobre Iom Hashoa y usted agregó enseguida “y del heroísmo”, no fue sólo completarme el nombre formal de la fecha, sino que pensé enseguida cuán apropiado su comentario, cuan propia su aclaración de parte de quien fue General en el Estado Mayor de Tzahal…Es que hay que ver también ese aspecto, el del heroísmo…
R: Sin duda, creo que es imperioso ver también ese aspecto. Me duele cuando oigo a compañeros que también crecieron en hogares de sobrevivientes de la Shoa, pero que tomaron de allí cosas totalmente diferentes. Claro que mucho depende de la educación que uno recibe.. si los sobrevivientes se hundieron luego de la guerra, como le sucedió a muchos..Yo, afortunadamente, crecí en un hogar en el que el mensaje era la perseverancia, la fuerza de construir y crear cosas.
Recuerdo que mi madre siempre contaba que yo era uno de los primeros niños nacidos después de la Shoa. Era una maravilla..En toda la zona se hablaba cuando nacía un bebé. Decían que allí nació uno, allí nació otro…y la gente lo veía como algo fuera de lo común, porque se sentían como después del diluvio, pensaban que luego de lo sucedido no podría haber continuidad para el pueblo judío…A mi madre le habían prohibido dar a luz, por razones de salud, pero ella se encaprichó y nos tuvo a mi hermana y a mí.
P: Empujó hacia adelante..
R: Por supuesto. Eso muestra la fuerza que tiene el pueblo, que tienen los individuos que lo conforman.. Claro está que lo que determinaba todo era la forma de actuar de la gente. No es que había un liderazgo que podía ordenar formar un hogar y una familia..
P: Era por la fortaleza que venía de adentro..
R: Sin duda..Cuando el Presidente Obama pronunció su importante discurso en la Universidad Al Azhar de El Cairo, en su primer año como Presidente de Estados Unidos, fue también a Europa a visitar un campo de exterminio. El escritor Elie Wiesel, sobreviviente de la Shoa, habló después de Obama. Y corrigió algo que el Presidente había dicho. Le dijo que el Estado de Israel no es resultado de la Shoa, que la Shoa había incidido en el proceso que llevó a su creación, pero que el pueblo judío había llegado a Israel con raíces profundas en el lugar.
P: El conocido historiador de la Shoa, el Profesor Yehuda Bauer sostiene con firmeza que el Estado de Israel no fue creado debido al Holocausto sino a pesar del mismo, ya que enormes cantidades de judíos estaban organizándose para instalarse en la entonces llamada Palestina, la tierra de Israel, pero fueron aniquilados en los campos de exterminio.
R: Exactamente. Y este tema me hace acordar una historia relacionada a David Ben Gurion. En 1954, 55, él visitó Washington para pedir ayuda al Presidente Eisenhower para el joven Estado de Israel que había sido creado pocos años antes. Ben Gurion se reunió con el Secretario de Estado John Foster Dulles, quien le planteó preguntas muy duras y hasta desagradables. Le preguntó en tono provocativo a Ben Gurion a quién representa, a los judíos llegados a Israel de Marruecos, a los judíos llegados de Rumania, a los judíos llegados de aquí o allá…a quién representa. Ben Gurion le respondió con una historia. Hace unos 200 años, un barco llamado “Mayflower” llegó a Boston proveniente de Gran Bretaña. Allí estaban los “wasps”, considerados el origen de lo que es hoy Estados Unidos de América. Junte hoy a diez niños norteamericanos, le dijo Ben Gurion a Dulles, y pregúnteles quién era el capitán del barco, en qué día llegaron, cómo estaba el mar en ese momento y qué comieron en la travesía..Ninguno sabrá responderle. Junte a diez niños judíos de cualquier comunidad judía del mundo y pregúnteles sobre otra travesía, que fue hace más tiempo, hace 3200 años. Todos sabrán que el capitán era Moisés, que el mar se abrió, que fue el décimo cuarto día del mes de Nisan ..y que lo que alcanzaron a comer antes de salir fue sólo matza…Verá que todos le contestan lo mismo…
P: Inteligente Ben Gurion..y claro el vínculo que Foster Dulles quería presentar como flojo en sus preguntas..
R: Por supuesto..Hay en este pueblo algo muy especial que no comenzó en la Shoa. Los que vivimos en el siglo XX tenemos que ver en la Shoa un catalizador de nuestra fortaleza y de nuestra capacidad de sobreponernos a un golpe tal, que creo ningún otro pueblo del mundo sufrió. Perdimos a la tercera parte de nuestro pueblo ..
P: Y la historia del pueblo, como usted dice, está formada por la de todos y cada uno..Por eso le pediría que me cuente la suya, la del hogar en el que creció…¿Cómo fue crecer como hijo de sobrevivientes de la Shoa?
R: Recuerdo a mi madre, casi siempre, en la cama, con problemas de salud, leyendo libros. Cuando nos fuimos de Rumania teníamos más de 700 libros. Está claro que mi amor por la lectura me vino por mamá. No se hablaba mucho de la familia y no se hablaba nada sobre la Shoa.
Claro está que mi padre trabajaba..El había estado durante la guerra en un campamento de trabajo en Hungría. Mamá era sobreviviente de la Shoa pero él había estado en otro lado y siempre insistía en que son dos cosas diferentes, por eso también yo lo dejo en claro. Mi padre estuvo en algunos incidentes durante la guerra, pero casi todo el tiempo estuvo en un campamento de trabajo, lo cual le salvó la vida, ya que si hubiera vuelto a su casa, se lo habrían llevado.
Volviendo a como yo crecí, pues le diré que yo recibía educación judía complementaria en el jeder. Y vivía la lucha diaria contra el antisemitismo. En el pueblo en el que yo vivía, las cosas no eran sencillas. Había problemas con el hijo del secretario del partido comunista, con el hijo del Pastor del pueblo…que me molestaban. Hablábamos antes de los mensajes que uno recibe de los padres. Mi madre me decía que me cuide, pero mi padre, una vez que volví después de haber recibido golpes de esos dos niños, me dijo: “Si vuelves otra vez a casa llorando y contando que te pegaron pero tú no devolviste, entonces tendrás problemas conmigo”. Desde ese momento, el problema fue de mi madre..(Sonrisa).
En el ínterin, el Estado de Israel ya había sido creado, y sentíamos que quizás podemos actuar de otra forma, que podemos sentirnos dignos….Recuerdo que una vez fueron elegidos diez niños de la escuela por sus logros en los estudios y su aporte a la comunidad, yo entre ellos. Nos preparamos para la ceremonia durante casi un mes, sabiendo que vendría especialmente de Bucarest el Secretario del Partido de los pioneros, a entregarnos la distinción. Llegó el día, llamaron uno por uno a los niños que estaban en la fila…y yo quedé estancado. No me llamaron. No dijeron mi nombre. Imagínese la situación…era un niño de 11 ó 12 años…estaba allí parado en el medio del pueblo, miles de personas alrededor, y no decían mi nombre…porque era judío..
P: ¿Había otros judíos en el pueblo?
R: Éramos doce familias judías en total. Recuerdo que al llegar de vuelta a casa, llorando, mi padre me dijo: “¿Para qué necesitas sus medallas? Tu ya recibirás medallas en las Fuerzas de Defensa de Israel”.
P: Ya estaban en proceso de emigrar a Israel..
R: Desde 1951. Mi padre se había anotado para recibir visa de varios países, para salir de Rumania. Finalmente recién en 1962 recibimos la visa, porque los comunistas no permitían que la gente salga. Al final, por dinero, sí dieron la autorización.
P: Sobre el incidente en la escuela, parece que su director no era antisemita, pero las autoridades centrales en Bucarest sí..
R: Claro, porque el hecho es que me había elegido. Pero a modo de equilibrio, quisiera decir que un mes antes de partir, vino a casa mi maestro a despedirse. Pidió que le dejemos a él nuestra biblioteca. Vio que yo estaba sumamente emocionado con el viaje y me dijo: “No sé por qué estás tan emocionado. Aquí eres rumano. ¿Qué crees que serás al llegar allá? ¿Judío? No, serás rumano. Y si estoy equivocado, me escribes”. Hasta ahora no le he escrito. (risa).Es cierto que aquí hay también tensiones internas a veces entre distintos grupos, pero por otro lado, Tzahal es un crisol de diásporas , una incubadora de todas las cosas buenas que pasan en Israel. Ben Gurion dijo una vez que Tzahal es el mayor logro de Israel desde su creación. Y hay que recordar que cerca de la mitad de los combatientes de Tzahal cuando se creó, en los primeros combates de la guerra de independencia, eran sobrevivientes de la Shoa.
P: Casi directo de los barcos tuvieron que ir a luchar..
R: Es así, exactamente..El actual Comandante en Jefe del Ejército Teniente General Beni Gantz también creció en un hogar de sobrevivientes .También Eliezer Shkedi, que era el Comandante de la Fuerza Aérea cuando yo estaba en el Estado Mayor…Creo que quienes crecieron como segunda generación de sobrevivientes de la Shoa, comprendieron que tienen que apostar por los logros, por empujar hacia lo mejor, porque comprenden que no se puede dar por sentado al Estado de Israel. Saben qué significa ser minoría..Nosotros lo sabemos, vivimos como minoría, lo oímos de nuestros padres. Y el generador básico, viene de la casa, de los padres, de la comunidad en la que uno crece…
P: ¿Y aquella frase de su padre sobre las medallas influyó en su decisión de hacer carrera militar?
R: No sé si esa frase puntualmente, pero sí el espíritu que respiré en casa. Recuerdo que cuando ya era un joven soldado y venía a casa del ejército y me preguntaban cómo estoy, yo sentía que se referían a cómo está el país, cómo está Israel..El mensaje en casa era que si los buenos y sobresalientes no se quedan como oficiales en el ejército entonces ¿Quién lo va a hacer? Este país es tan querido , tan importante para nosotros..Así que hay que poner el hombro y aportar. Y eso terminó en casi 40 años de servicio en pro del país.
Mi segundo nombre, después de Aharon, es Itzjak. En tono de broma recuerdo que una vez mi padre dijo que al fin de cuentas, el impulso de los sobrevivientes de la Shoa por enviar a sus hijos a misiones en pro del Estado, es una especie de “akedat Itzjak”, el sacrificio bíblico que Abraham iba a hacer con su hijo Itzjak…
P: Muy fuerte…Aharon, hemos estado hablando de enfoques, pensamientos y espíritus de vida..Usted llegó a Israel a los 12 años y en ese momento ya comenzaba a ser un poco diferente, pero sabemos que en los primeros años del Estado, a los sobrevivientes no les resultaba fácil..Su historia no pegaba con la imagen del nuevo “sabra”, el nativo de Israel, luchador y combatiente..Todos sabemos cómo los nazis idearon una terrible maquinaria de engaño, desde la piedra que parecía jabón en camino a las duchas, hasta el “Arbeit Macht Frei” (el trabajo libera) a la entrada de Auschwitz…
R: ..y los “campos de pan” a los que decían llevaban a los judíos para reinstalarlos y darles autonomía…
P: Todo eso lo conocemos..Aún así…es imposible no preguntarse cómo es que se pudo llegar a ese extremo. Siendo usted ya alto oficial en Tzahal ¿No se preguntó nunca cómo es que no lucharon, cómo es que pudieron matar a seis millones?
R: Claro que sí, todo el tiempo. Es algo que molesta mucho. Es una pregunta legítima…pero no es justa para con la gente que vivió esa situación. Quien no sabe qué es vivir bajo una dictadura, no entiende qué significa tener miedo. Y es cierto para dictaduras de cualquier tipo, comunista o de derecha, aunque no comparo nada con los nazis. Pero el miedo y la humillación que fueron inculcados a la gente fueron tales que no me sorprende que haya pasado. Enfurece que haya pasado porque el hecho es que hubo ejemplos como el levantamiento del ghetto de Varsovia. Pero estoy seguro que Zuckerman y sus compañeros, que encabezaron la rebelión en el ghetto, sabían que en el Estado judío que sería erigido, se enseñaría sobre el heroísmo que ellos estaban mostrando. Pero sabían que no tendrían éxito, que no revertirían la situación.
P: Querían, al menos, morir luchando, de pie..
R: Así es. En otros lados también se lo intentó, pero no en todos lados se pudo. No en todos lados había un liderazgo así..Además, los nazis se ocuparon de dispersar los liderazgos. No olvidaré nunca lo que mi madre me contó, que la noche que los juntaron en el ghetto en la ciudad de Bistrita para salir, cuando volvió su padre, mi abuelo, que había estado todo el día fuera, no lo reconocieron. Le habían cortado la barba. Era una profunda humillación..Combatieron primero la identidad cultural del pueblo…antes de ir a la aniquilación física. Querían arrancar de raíz la identidad cultural, nuestro ADN..Lograron infundir miedo..y yo veo cómo actúa la gente cuando tiene miedo. Es verdad que hay quien osa levantarse…es verdad que hay quien lo hace en Túnez, en Siria..pero en Irán nadie habla, porque los golpearon muy duro. A los árabes les llevó muchos años levantarse y decir que quieren vivir en libertad.
P: Decía usted que la pregunta que yo mencionaba es injusta para con esa gente..y a ello habría que agregar otro hecho del que se habla a menudo: heroísmo no es solamente por las armas..
R: Por supuesto que no. Hay un tema del que los sobrevivientes no hablan: cómo se vive en la vida diaria en esas situaciones, cómo una persona hace sus necesidades, cómo se corta las uñas..En Auschwitz –Birkenau se puede ver hasta ahora lo que era el sitio en el cual las mujeres, todas juntas, podían hacer sus necesidades. Les daban la orden de que ese es su momento de hacerlo…Medio metro para cada una, espalda a espalda..Todos los días..Mi madre estuvo allí once meses, casi un año…creo que es propio de héroes lograr sobrevivir a algo así…y saber que llegará el día en que uno saldrá de allí, formará una familia, traerá hijos al mundo y los educará bien.
Por eso creo que entiendo a esa gente, cómo pudieron pasar lo que pasaron.
Y creo que la lección es no perder jamás la condición humana. Y saber que también las minorías necesitan dignidad y libertad. Hay que recordarlo siempre, especialmente cuando uno llega al poder.
P: Me hace acordar usted de otra entrevista que hice años atrás, con una hermosa mujer llena de vida, Lidia Vago, sobreviviente de la Shoa, que me comentó lo difícil que fue encontrarse en el campo de concentración con su admirada profesora de Literatura, a la que todos respetaban…y verla desnuda…
R: Y uno tiene que tratar de ponerse en el lugar de esa gente y pensar cómo habría actuado en esa misma situación…Yo me encontré varias veces con el escritor Elie Wiesel y conversamos muchas veces sobre todas estas cosas. El escribió 55 libros. Pero durante los diez primeros años después de la guerra, no pudo escribir ni una palabra. Se sentaba a intentar hacerlo y nada de lo que escribía le parecía que expresaba algo cercano siquiera a los horrores que había vivido. Las palabras no alcanzaban. Y también cuando nos lo cuentan, parece imposible de entender lo que nuestros padres vivieron. Es inconcebible. Por eso digo que es propio de héroes, después de todo eso, intentar volver a casa, levantarse y tratar de seguir adelante.
Yo hice dos veces la Marcha por la vida. Sentí que había una diferencia impresionante entre un viaje personal que yo quería hacer para conectarme con la historia vivida por mi madre, y el viaje como representante de Tzahal, con uniforme. Una vez el gobierno de Polonia me invitó a dar una conferencia sobre “Terrorismo y Tecnología”. En esa ocasión, me tomé otros dos días, y fui con mi esposa a los campamentos. Allí pude ver las cosas de otra forma, pude conectarme, “ver” la selektzia de Mengele…”ver” las escenas de su vida..Mi madre contó una vez que antes de la selektzia, cuando estaban cerca de la barraca de Mengele y comprendieron al parecer lo que estaba pasando, mi abuelo, su padre –de bendita memoria- juntó a todos los hijos e hijas para bendecirlos. Tomó a mi madre, que era la menor de los nueve, la “pegó” a su hermana mayor, y le dijo a la mayor que la hace jurar que no vuelve sin Jana, mi madre…¡Y cuántas historias de heroísmo se dieron para que ello se concrete, para que una salve a la otra!
P: Seguramente cada día daría para escribir una historia..
R: Por supuesto…De 35 miembros de la familia, parientes de sangre, quedaron sólo tres: un hermano que logró huir y sumarse a los partisanos y mi hermana y su madre, que quedaron juntas. Una vez, cuando viajé a Polonia, contraté un guía polaco que había estudiado un año en Israel, había aprendido hebreo durante sus estudios de historia, que incluyeron también el estudio de la Shoa. El quería mostrarme que si bien la Shoa claro que había sido crítica para el pueblo judío, también había sido terrible para los polacos. Y me dijo: “Usted sabe que en Polonia, en toda familia por lo menos uno no volvió de la guerra”, a lo cual tuve que responderle que entre los judíos, en el mejor de los casos, quedaron uno o dos vivos en cada familia y todo el resto murió…y que en muchos casos, no quedó absolutamente nadie con vida..
P: ¿Cómo se siente usted respecto al simbolismo que encierra el haber visitado los campos como oficial de Tzahal? Hay otros elementos interesantes como la tradicional visita del Jefe del Estado Mayor a los campos, la ceremonia en Auschwitz, cuando el oficial número uno de Israel está presente con su uniforme, como representante de Tzahal…Hace unos años, aviones de la Fuerza Aérea israelí sobrevolando Auschwitz..son todos elementos muy fuertes, que no sólo inspiran dignidad por la soberanía nacional judía, sino que además, muestran algo sobre el proceso que se vivió en Israel, que pasó el “sabra” promedio respecto a cómo ver a los sobrevivientes y a los que murieron..no como rebaño que fue al cadalso, sino como hermanos cuya memoria debe ser honrada..
R: Todo esto que dice es muy cierto. Creo que hoy hay mucha más madurez y se comprende mucho mejor todo lo que pasó. Hay algo especial en este pueblo, compuesto por tres elementos claves: el pueblo mismo, la tierra de Israel y en ella el Estado de Israel, y la tradición, la fe. Cuanto más maduramos como pueblo en su tierra, mejor comprendemos la fortaleza de este triángulo y más comprendemos que la creación del Estado es sólo uno de los elementos. Y eso también significa comprender a los judíos del exterior.
P: ¿A qué se refiere?
R: Hace uno o dos años, Israel se convirtió en la comunidad judía más grande del mundo. Antes lo era la norteamericana. Claro que ni tengo ya que hablar de “start up nation”, de la cantidad de Premios Nobel con los que fueron galardonados judíos en diferentes partes del mundo..Hoy ya se entiende en Israel que lo singular de aquí no empezó sólo en 1948 sino que está relacionado a lo que se acumuló durante miles de años en el ADN del pueblo judío. Y si esto está claro, se mira de otra forma a los sobrevivientes…Y ahora se mira con menos arrogancia israelí a lo que pasó en aquellos años..se entiende de otra forma, porque también se capta que las raíces de la cultura judía no empezaron con la creación del Estado en 1948..
No se puede, claro, hacer caso omiso de lo que se vivió acá en los últimos 64 años desde la creación del Estado, pero hay que tener presente también lo anterior.
P: Así como el Holocausto fue el evento más terrible en la historia judía, del lado positivo seguramente podemos ver la creación de Israel como el más imponente, en otra dirección …Pero deben ir juntos en la conciencia nacional judía…
R: Por supuesto..Y si uno conoce sus raíces y es consciente de lo que se está haciendo acá, en Israel, tiene una fortaleza impresionante…
P: Mencioné antes todos estos elementos en los que Tzahal está involucrado en la parte oficial del recuerdo, en los campos mismos, en nombre de Israel. ¿Esto también tiene como intención decir: si Israel hubiera existido en aquel entonces, la Shoa no habría podido ocurrir?
R: No tengo dudas de que Israel tiene una gran fortaleza. Tratamos de irradiarla ahora en forma muy clara mientras Irán quiere convertirse en una potencia nuclear, aunque es algo que no debe preocuparnos sólo a nosotros sino también al Islam sunita. Y estoy seguro que un elemento clave aquí en todo esto, es que no se puede permitir que haya otra Shoa. Un Irán nuclear sí podría llevarnos en esa dirección. La existencia misma de Israel recuerdo cómo influyó sobre mi, cuando era todavía un niño en Rumania. Recuerdo el orgullo que me daba, la seguridad. Sentía que si pasa algo, tengo quien me proteja.
Y creo que es importante que se concrete, por ejemplo, lo que ya se mencionó, eso de visitas del Estado Mayor de Tzahal a Yad Vashem o a Logamei HaGetaot, porque se plantean preguntas, se habla, y eso lleva cada vez a mayor concientización.
P: ¿Recuerda usted la atmósfera entre sus compañeros en el Estado Mayor en esas visitas colectivas de todos los Generales a Yad Vashem?
R: Al principio seguro había quienes se preguntan para qué hay que hacer eso, pero al final salíamos todos unidos en el sentimiento que representamos a un pueblo con historia, dignidad, con un terrible Holocausto, pero también con el compromiso de que eso no vuelva nunca a pasar.
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