Guy Kawasaki: “Si Israel, con 5 millones de personas y un montón de arena, puede hacerlo, España también puede”
Aunque el papel del «chief evangelist» (1) no sea muy conocido en nuestro país (¡pocas empresas pueden permitirse uno!), su misión es, nada más y nada menos, la de cambiar nuestra actitud frente a una idea y la forma en que todos nos comportamos. El «chief evangelist» de una compañía ha de lograr que una nueva tecnología, idea o producto pase de ser algo minoritario a convertirse en la referencia universal, aquello que toda la competencia imita, el gadget que has de poseer para estar a la última. Y esa fue la misión que Steve Jobs encargó a nuestro invitado de hoy, Guy Kawasaki, en los albores de Apple: convertir el Macintosh en el ordenador personal en que el resto de fabricantes habrían de mirarse. Tras su experiencia con Apple, Kawasaki se fijó como misión dar a los emprendedores el poder de cambiar el mundo, para lo cual funda Garage Technology Ventures. Es también cofundador de Alltop.com y autor de once libros sobre management, entre los que destacan los recientes «Enchantment» y «What the Plus!», «The Art of the Start», «How to Drive Your Competition Crazy» o «The Macintosh Way».
Esta entrevista la realizamos en colaboración con Javier Megías, experto en «Estrategia, Startups y Modelos de Negocio».
Consejo Editorial
22 mayo 2012
:: Imagínate un joven emprendedor sin experiencia y con una buena idea, capacidad y una gran dosis de energía. ¿Cuáles son los primeros pasos a dar para evitar un fracaso inmediato?
Guy Kawasaki: El primer paso de todo emprendedor debe ser construir un prototipo del producto o del servicio que tiene en mente. El primer paso no debería ser el escribir un plan de negocio, una presentación o un modelo financiero. Si eres capaz de construir un prototipo y mostrarlo con éxito, puede que nunca tengas la necesidad, o el tiempo, para ningún tipo de plan.
:: Entonces, como inversor con experiencia en el «venture capital», ¿no consideras importante el plan de negocio?
G: La parte más importante para mí es ver el prototipo. No me preocupa en absoluto el plan de negocio. ¡Sé que es pura ficción! Un prototipo vale más que mil palabras.
:: La revista The Economist iniciaba hace poco un debate interesante sobre el tamaño de la empresa: «Las grandes pueden, las pequeñas lo hacen». Parece difícil crecer sin perder las ventajas competitivas. ¿Qué hace falta para permanecer, en términos de innovación, «eternamente jóvenes»?
G: Éste es uno de los grandes desafíos. Apple es un ejemplo perfecto de compañía que se ha mantenido joven en todo momento, y ello ha sido así gracias a la asombrosa capacidad de Steve Jobs. Mi consejo es que las empresas deberían recordar por qué los clientes confían en ti, es decir, cual es el provecho que obtienen.
Por ejemplo, una factoría de hielo en los años 30 ofrecía el mismo servicio que una compañía de refrigeradores en los años 50: practicidad y limpieza. El negocio de las factorías de hielo no era realmente el congelado centralizado del agua. Su negocio era la practicidad y la limpieza, y el sector debería haberse subido al carro de los cambios que trajeron los refrigeradores. Pero casi ninguna empresa lo hizo, porque pensaban en sí mismas como factorías de congelado centralizado de agua.
La otra cosa importante que has de recordar es que siempre hay, en algún lugar, dos tipos en un garaje planeando tu desaparición. O vas por delante de ellos, o lo lograrán.
:: ¿Cuál es el papel del diseño en «El Arte de cambiar corazones, mentes y acciones»? ¿Tiene el diseño la importancia apropiada en la empresa moderna?
G: Para algunas compañías en algunas industrias, el diseño lo es todo. Ese es el motivo por el que Apple es la compañía más valiosa del mundo. En otras industrias y otras compañías es menos importante, pero el innovador que hay dentro de mí siempre cree que el diseño debería importar. Un producto o servicio basado en un diseño mediocre es un desperdicio de talento.
:: En su último libro, Gary Hamel intenta responder a una pregunta con controversia: ¿por qué es el lenguaje de los negocios tan estéril y poco inspirador? ¿Qué opinas de esta pregunta?
G: Quizás estudió las compañías equivocadas… o, quizás, conforme las compañías crecen, contratan más «directivos profesionales» con MBAs… ¡y estos matan la pasión!
:: ¿Es la comunicación lo mismo que el marketing? ¿Cómo puedes conectar con tus clientes sin gastar millones en publicidad?
G: Toda la comunicación causa una impresión en términos de marketing, y todo el marketing debería comunicar algo con verdadero significado. Estamos en una edad dorada de la comunicación gracias a Google +, Twitter y Facebook. Se trata de servicios rápidos, gratuitos y ubicuos. No hay mucho margen de mejora.
:: Ponte en la piel de alguien que quiere progresar en su carrera laboral. ¿Podrías completar las siguientes frases? ¿Qué aspectos de su personalidad debería cuidar?
G:
1. Debería seguir estudiando… todo aquello que te entusiasme.
2. Debo acudir a eventos… que amplíen tu perspectiva de las cosas.
3. Debo leer a autores… que desafían el statu quo.
4. Debo utilizar Internet… ¡de nuevo para ampliar tu perspectiva!
Respecto a las cualidades personales, la simpatía, la confianza que transmites y la calidad de tu trabajo son los tres pilares necesarios para transformar la realidad y el mundo que te rodea.
:: En España existe un problema cultural de aversión al riesgo. Tememos al fracaso por encima de todo. ¿Qué necesita España para construir un ecosistema emprendedor y combatir dicho miedo?
G: España debería apoyar las escuelas de ingeniería hasta que el punto de que pudiesen rivalizar con la escuela de ingeniería de la Universidad de Stanford. Los estudiantes salidos de dichas escuelas son quienes suelen generar las ideas de las que nacen las grandes compañías. Todo fluye a partir de dichas ideas. Si Israel, con 5 millones de personas y un montón de arena, puede hacerlo, España también puede.
:: Al mismo tiempo, se habla tanto de emprendeduría en España que ya parece que exista incluso una «burbuja de emprendeduría», al proponerse como la solución a cualquier problema. ¡Todo parece tan fácil! ¿Qué parte de la historia no se está contando?
G: La parte de la historia que no se cuenta es que Silicon Valley no nació de un proceso de planificación, sino que ha nacido de un proceso orgánico. La Universidad de Stanford dio lugar a HP, a National Semiconductor, etc., y ello acabó llevando a Apple, y a su vez a Google, a Yahoo… ¡Pero este proceso comenzó en los años 30! Y, desde luego, no se dio porque un grupo de políticos se reuniesen y decidiesen hacer de Silicon Valley un lugar de éxito.
:: Para finalizar, permítenos una pregunta más personal. Has manifestado que una de las tres cosas que quieres que la gente recuerde sobre ti es que otorgaste el poder a los emprendedores para que transformasen el mundo. ¿Por qué es tan importante para ti?
G: Porque, al final de nuestra vida, no somos más que un conjunto de elementos químicos valorados en unos 85 centavos. El legado que dejas no es el dinero que has acumulado, sino cuanto has sido capaz de mejorar el mundo. Y espero que mi mecanismo para mejorar el mundo sea el ayudar a los emprendedores para que puedan hacerlo.
Y, por cierto, es aún más importante para mí que mis hijos sean buenas personas. En cierto sentido, ¡todo niño es una start-up!
:: ¡Muchas gracias por la entrevista, Guy!
G: ¡Un placer!
(1): «Evangelism marketing» es una forma avanzada de marketing boca-a-boca (WOMM, word-of-mouth marketing) en el que las empresas convencen a aquellos clientes que creen firmemente en un determinado producto o servicio para que ellos, a su vez, traten libremente de convencer a otros para que lo compren y utilicen. Los clientes se convierten así en defensores voluntarios, difundiendo activamente ‘la palabra’ en nombre de la empresa. O sea, como hizo San Pablo, pero en plan comercial.
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