Eli E. Hertz
Mitos y Hechos
30 de mayo de 2012
El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la Jefa de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, Catherine Ashton, se convirtieron en víctimas de la idea fija de la ‘Ocupación’, que su propia organización ha repetido una y otra vez en su campaña de propaganda para legitimar la posición árabe.
La continua presión del «Cuarteto» (EE.UU., la Unión Europea, la ONU y Rusia) para renunciar a partes de la Tierra de Israel es contraria al derecho internacional, tal como se indica en el documento «Mandato de Palestina» que, en el artículo 6, llama con firmeza a «alentar el asentamiento de judíos en la tierra, incluyendo tierras estatales y páramos, que no sean necesarios para fines públicos». También se requiere, en virtud del artículo 5 del mandato, «que ningún territorio de Palestina sea cedido o arrendado a, o de ninguna manera puesto bajo el control del gobierno de, ninguna potencia extranjera».
Cualquier intento, por parte de los líderes mundiales, de negar el derecho del pueblo judío a Palestina-Eretz Israel, y de negarles el acceso y el control en el área designada para el pueblo judío por la Liga de las Naciones, constituye una grave violación del derecho internacional y, por lo tanto – ilegítimo.
Derecho Internacional – El «Mandato de Palestina»
El «Mandato de Palestina», un histórico documento de la Liga de las Naciones, estableció el derecho legal judío, bajo el derecho internacional, a establecerse en cualquier lugar de Palestina oriental, la zona entre el río Jordán y el Mar Mediterráneo, un derecho inalterado en el derecho internacional. Cincuenta y un países miembros – la Liga de las Naciones completa – declararon unánimemente el 24 de julio de 1922:
«Considerando que se ha dado el reconocimiento a la conexión histórica del pueblo judío con Palestina y de las bases para reconstituir su hogar nacional en ese país».
El 30 de junio de 1922, una resolución conjunta de ambas Cámaras del Congreso de Estados Unidos refrendó, por unanimidad, el «Mandato de Palestina»:
«Favorecer el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío.
«Resuelto por el Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos de América reunidos en el Congreso. Que Estados Unidos de América favorece el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío, quedando claramente entendido que nada se hará que vaya en detrimento de los derechos civiles y religiosos de cristianos y toda otra comunidad no judía en Palestina, y que los lugares sagrados y los edificios y sitios religiosos en Palestina deben serán adecuadamente protegidos. «[cursivas en el original]
Derecho de Guerra – Ilícitos Actos de Agresión de los Árabes en 1948
Seis meses antes de la Guerra de Independencia de 1948, los árabes palestinos iniciaron una serie de disturbios, saqueos y derramamientos de sangre. Luego vino la invasión de siete ejércitos árabes de estados vecinos que intentaron impedir el establecimiento de un estado judío, de acuerdo con la recomendación de la ONU de 1947 de Partición de Palestina, un plan que los árabes rechazaron.
El Estado judío no sólo sobrevivió, sino que entró en posesión de territorios – tierras desde las que sus adversarios habían lanzado su primer intento de destruir el recién creado Estado de Israel.
Los ciudadanos de Israel comprendieron que la derrota significaba el fin de su estado judío, incluso antes que levantara cabeza. En las primeras semanas cruciales de la batalla, y contra todo pronóstico, Israel prevalecía en varios frentes.
La metáfora de Israel, con su espalda hacia el mar, reflejaba la imagen creada por la retórica y la incitación de los líderes políticos y religiosos árabes. Ya en 1948, varios coches bomba habían matado judíos, y las matanzas de civiles judíos subrayaron la determinación árabe de exterminar a los judíos y a su estado.
6.000 israelíes murieron como consecuencia de esa guerra, en una población de 600.000 habitantes. El uno por ciento de la población judía había desaparecido. En términos estadounidenses, el equivalente es de 3 millones de civiles y soldados estadounidenses muertos en un período de 18 meses.
La Guerra de Independencia de Israel en 1948 fue considerada legítima y en defensa propia, como puede verse reflejado en las resoluciones de la ONU que nombran a Israel un «Estado amante de la paz» cuando solicitó su admisión en las Naciones Unidas. Tanto el Consejo de Seguridad (4 de marzo de 1949, S/RES/69) como la Asamblea General de la ONU (11 de mayo de 1949, (A/RES/273 (III)) declararon:
«[El Consejo de Seguridad] Decide en su resolución que Israel es un estado amante de la paz y es capaz y está dispuesto a cumplir las obligaciones contenidas en la Carta…»
Actos Ilícitos de Agresión de los Árabes en 1967
En junio de 1967, los ejércitos combinados de Egipto, Siria y Jordania atacaron a Israel con el claro propósito, expresado por el presidente de Egipto: «La destrucción de Israel». Al final de lo que ahora se conoce como la Guerra de los Seis Días, Israel, contra toda predicción, salió victoriosa y en posesión de los territorios de Judea y Samaria [La Margen Occidental], el Sinaí y los Altos del Golán.
El derecho internacional establece una clara distinción entre guerras defensivas y guerras de agresión. Más de medio siglo después de la Guerra de 1948, y más de cuatro décadas después de la Guerra de los Seis Días, es difícil imaginar las terribles circunstancias que enfrentaba y el precio que pagó Israel para defenderse de los ataques de sus vecinos.
Quién Inicia las Guerras Sí Importa
El profesor Juez Stephen M. Schwebel, ex Presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), señala los siguientes hechos:
«Los hechos de la ‘Guerra de los Seis Días’ de junio de 1967, demuestran que Israel reaccionó defensivamente frente a la amenaza y el uso de la fuerza en su contra por parte de sus vecinos árabes. Esto está indicado por el hecho que Israel respondió al cierre previo de los Estrechos de Tirán por parte de Egipto, su proclamación de un bloqueo del puerto israelí de Eilat, y la manifiesta amenaza de la URA [El estado formado por la unión de las repúblicas de Egipto y Siria en 1958] de usar la fuerza, inherente a su concentración de tropas en el Sinaí, junto con su expulsión de la UNEF.
«Está indicado por el hecho que, tras la acción israelí en respuesta contra la URA, Jordania inició hostilidades contra Israel. Está sugerido, a su vez, por el hecho que, a pesar de los muy intensos esfuerzos por parte de los Estados árabes y sus partidarios, encabezados por el Primer Ministro de la Unión Soviética, para obtener la condena de Israel como el agresor, por los acogedores organismos de las Naciones Unidas, esos esfuerzos fueron decisivamente derrotados.
«La conclusión a la que llevan estos hechos es que la conquista israelí de territorios árabes y bajo dominio árabe fue defensiva en lugar de conquista agresiva».
El Juez Sir Elihu Lauterpacht escribió en 1968, un año después de la Guerra de los Seis Días de 1967:
«El 5 de junio de 1967 Jordania, deliberadamente, anuló al Acuerdo de Armisticio atacando la parte de Jerusalén bajo control israelí. Ésta acción de Jordania, sin duda, no fue una reacción a algún ataque israelí. Se llevó a cabo no obstante las explícitas garantías de Israel, transmitidas al Rey Hussein a través del comandante de la ONU, que si Jordania no atacaba a Israel, Israel no atacaría a Jordania».
«A pesar de la acusación de agresión libremente efectuada contra Israel, en relación con la Guerra de los Seis Días, el hecho es que los dos intentos realizados en la Asamblea General en junio-julio de 1967, para asegurar la condena de Israel como el agresor, fracasaron. Una clara y sorprendente mayoría de los miembros de la ONU votó en contra de la proposición de que Israel era un agresor».
Israel Tiene el Mejor Título para el Territorio de Palestina, Incluyendo la Totalidad de Jerusalén
El derecho internacional lo establece claramente: Todas las guerras de Israel con sus vecinos árabes fueron en defensa propia.
El profesor Juez Schwebel escribió en Qué Importa la Conquista:
«(a) un estado [Israel], actuando en ejercicio de su derecho de legítima defensa, puede tomar y ocupar territorio extranjero, siempre y cuando la toma y ocupación sean necesarias para su defensa propia.
(b) como condición de su retirada de tales territorios, ese estado puede exigir el establecimiento de medidas de seguridad, razonablemente diseñadas, para asegurar que ese territorio no se volverá a utilizar para montar una amenaza o usar la fuerza en su contra, de tal naturaleza que justifique el ejercicio de la legítima defensa.
(c) Si el anterior ocupante del territorio se había apoderado de ese territorio ilegalmente, el estado que posteriormente toma ese territorio en ejercicio de la legítima defensa tiene mejor título que el anterior ocupante.
…así entre Israel, actuando defensivamente en 1948 y 1967, por una parte, y sus vecinos árabes, actuando agresivamente en 1948 y 1967, por la otra, Israel tiene el mejor título en el territorio de lo que fuera Palestina, incluyendo la totalidad de Jerusalén, que la que tienen Jordania y Egipto».
«Ningún Derecho Legal Debe Surgir de Un Agravio»
El Profesor Schwebel explica que el principio de la «adquisición de territorios mediante la guerra es inadmisible», debe leerse junto con otros principios:
«…es decir, que ningún derecho legal debe surgir de un agravio, y el principio de la Carta que estipula que los Miembros de las Naciones Unidas deben abstenerse, en sus relaciones internacionales, de amenazar o usar la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier estado».
En pocas palabras: la ilegal agresión árabe contra la integridad territorial y la independencia política de Israel, no pueden ni deben ser recompensadas.
El Profesor Julius Stone, una autoridad líder sobre el Derecho de las Naciones, declaró:
«Los derechos territoriales según el derecho internacional… Debido a sus ataques armados [de los países árabes] contra el Estado de Israel en 1948, 1967 y 1973, y por diversos actos de beligerancia durante todo este período, estos estados árabes despreciaron sus obligaciones básicas, como miembros de Naciones Unidas, de abstenerse de la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial y la independencia política de Israel. Estos actos estaban en flagrante violación, entre otros, del artículo 2(4) y los párrafos (1), (2), y (3) del mismo artículo.
«Por lo tanto, bajo el derecho internacional, Israel actuó conforme a derecho, ejerciendo su derecho a la legítima defensa, cuando redimió y volvió a ocupar legalmente Judea y Samaria, también conocida como la Margen Occidental.
Legalidades aparte, antes de 1967 no había asentamientos judíos en la Margen Occidental, y durante los primeros diez años de la así llamada ocupación, casi no hubo colonos judíos en la Margen Occidental. Y aún así no había paz con los palestinos. La idea de que las comunidades judías plantean un obstáculo para la paz es una cortina de humo diseñada para culpar a Israel por la falta de avances en el ‘Proceso de Paz’ y le permite al liderazgo palestino continuar rechazando cualquier forma de compromiso y de reconciliación con Israel como Estado judío.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Att. en ingles: Vera Hachuel/ TEU
Difusion: www.porisrael.org
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.