Ana Jerozolimski
Semanario hebreo. Uruguay
El congelamiento del proceso de paz es un hecho al que el mundo todo parece haberse acostumbrado. Y lo que es peor, los propios israelíes y los propios palestinos, parecen ya tomar como “la” realidad, la falta de negociaciones. Hablar, siempre será mejor, si es que se desea resolver un conflicto.
Lo que nos preguntamos con preocupación, es si un acuerdo de paz al que eventualmente se llegue, será realmente fórmula que sirva de solución, no un mero papel firmado, sino un símbolo de la nueva página abierta en las relaciones entre las partes.
Pues bien…con lo que está pasando en el terreno, la respuesta la podemos adelantar ya ahora: no, no será solución, no ayudará nada.
Claro que los extremistas de derecha en Israel no ayudan. Claro que construir en los asentamientos no aporta a mejorar el ambiente. Pero de lo que hablamos ahora, es otra cosa, que a largo plazo, es mucho más peligrosa: la educación que se recibe en los territorios, y no sólo en las instituciones de Hamas y Jihad Islámico, sino también, en gran medida, de la propia Autoridad Palestina.
Esta vez, sin embargo, concentrémonos en un caso especialmente duro, llegado de las fábricas de odio del Islam fundamentalista, revelado esta semana por el sitio israelí YNet. En la Franja de Gaza, en la fiesta de fin de cursos de un jardín de infantes del Jihad Islámico, los niños estaban todos uniformados, llevaban armas (al parecer de juguete, no sabemos), en el escenario había reproducciones de celdas de detención y elementos de tortura, féretros y demás.
“Debemos educar a los niños a amar la resistencia, a Palestina y a Jerusalem, para que sepan qué es Palestina y quién es su enemigo, así cómo cuál es su rol en el futuro”, dijo la directora del jardín.
Y algo nos dice que cuando piensa en el futuro, no se está refiriendo a los científicos y grandes investigadores o artistas que quisiera que sean esos niños, sus alumnos, de grandes, en pro de Palestina. Está pensando en otra cosa, que horroriza.
Y en programas de televisión en la Autoridad Palestina, cuando se enseña sobre Palestina, Israel no existe…el principal puerto es Jaffa (recordemos, Tel Aviv…) y si un niño dice que recorrió Haifa, la maestra lo elogia señalando ¡Qué bueno que visitaste nuestro amado estado palestino!..
Claro, parece difícil de creer…
Y esto no tiene nada que ver ni con Benjamín Netanyahu, ni con el Canciller Liberman…ni con nada…Esto no comenzó con gobiernos conservadores en Israel sino que sucedió siempre. Lo que preocupa es pensar cuántos cerebros y almas , con el correr de los años, ya han alcanzado a envenenar.
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