Avi Melamed
6 de Mayo de 2012
El régimen que llegó al poder tenía previsto que la República Islámica de Irán se convierta en un faro de progreso, prosperidad y logros. En su visión “La República Islámica de Irán” sería la prueba definitiva de la superioridad moral y práctica del Islam (mayormente del Islam Shiíta).
Sin embargo, la visión es una cosa y la realidad otra distinta…Más de 30 años después de la Revolución, la sociedad iraní en 2012 está devastada y desesperada.
Irán es una nación de 75 millones de personas.
La sociedad iraní está compuesta por diferentes religiones y etnias: Shiitas, Sunitas, Persas, Hazaris, Balochs, Uzbekos, Turkmenos, Cristianos, Kurdos, Judíos y otros.
La abrumadora mayoría de iraníes son jóvenes que nacieron después de la Revolución. 35 millones de iraníes son menores de veinte años.
Las estadísticas y los datos aportados por las Naciones Unidas, organizaciones de ayuda, institutos de investigación iraníes y agencias oficiales iraníes, pintan un panorama sombrío de la vida dentro de Irán.
La economía iraní está colapsando.
La economía iraní está cayendo en espiral rápidamente, parcialmente como resultado de las sanciones internaciones impuestas a Irán que se han vuelto aún más severas.
Según el Banco Nacional Iraní, la tasa “oficial” de inflación en Irán en 2011 fue de 22%.
En base a las siguientes cifras es razonable asumir que el número real es en realidad mucho más alto:
De acuerdo con el Tesoro iraní, los precios de los productos básicos, ropa y servicios de transporte se duplicaron – en algunos casos se triplicaron- en 2011.
Los precios de vivienda crecieron entre un 10% y 20% en el mismo año.
Y finalmente, en 2011 la moneda iraní perdió más del 50% de su valor contra el dólar norteamericano.
Un resultado claro de la deteriorada economía es la pobreza.
En el periódico internacional árabe Asharq Alawsat, un periodista iraní cita la siguiente declaración hecha por el Fondo Monetario Internacional (FMI): “Bajo el régimen de la Revolución Islámica, la magnitud de la pobreza en Irán no tiene precedentes.”
Las cifras relativas a la pobreza en Irán no son claras y son difíciles de validar.
Un artículo publicado en el noticiario de propiedad saudita Al Arabiya en Marzo 2012, reportó que el número de iraníes debajo de la línea de pobreza era casi 20%.
En el mismo mes, Elaph, el portal árabe líder de noticias veinticuatro horas, reportó que los opositores al régimen iraní sostienen que el 80% de la población iraní está bajo la línea de pobreza.
Otro problema lo constituye el desempleo.
De acuerdo al Ministerio de Trabajo iraní, la tasa “oficial” de desempleo en Irán está alrededor del 11%, sin embargo nadie cree en realidad que sea tan baja…
Algunos miembros del Parlamento iraní sostienen que el número real es al menos del 15%.
Existen analistas que sostienen que el número real es en realidad mucho más alto – alrededor del 30%.
La mayoría de los desempleados son gente joven.
El crecimiento de la pobreza y el aumento del desempleo están resultando en migraciones masivas dentro de Irán. Millones han dejado y están abandonando las áreas rurales para moverse a las ciudades.
Un resultado de la situación desesperante dentro de Irán es el crecimiento de la prostitución en niñas y jóvenes. Investigaciones conducidas por un erudito iraní y publicadas en Al Arabiya indican que sólo en Teherán hay 300.000 niñas entre los 11 y 18 años que trabajan como prostitutas.
La profundización de la crisis dentro del país está llevando a otro triste fenómeno – el comercio de riñones – tan perverso que en 2006 el régimen legalizó el comercio de riñones con la esperanza de monitorear el rápido crecimiento del mercado.
No obstante, un gran mercado negro basado en riñones se ha desarrollado en Irán. Está estimado que cada año millares de iraníes – la mayoría de ellos jóvenes – venden su riñón. Ellos necesitan dinero para una boda, necesitan algo de dinero para empezar una vida propia, o simplemente lo necesitan para el sustento de sus familias.
Debido a la difícil realidad dentro de Irán, puede entenderse el por qué de tales medidas: un riñón en el mercado negro puede llegar a costar tanto como U$10.000.
Y los problemas que enfrentan los iraníes no terminan aquí.
Muchas sectas y grupos étnicos en Irán constantemente soportan discriminación, opresión y humillación.
Un ejemplo es la población de Khuzestán, uno de los distritos de Irán. La mayoría de los 6 millones de pobladores que viven en este distrito son árabes shiítas. Ellos son árabes y NO persas, y ellos se consideran a sí mismos como parte de los países de la Península Arábiga tales como Irak, Arabia Saudita, Kuwait, etc., y no de Irán que no es un estado árabe. Ellos soportan departe del régimen discriminación y opresión.
Otro ejemplo son los Baha’is. Los Baha’is son la minoría religiosa más grande en Irán – alrededor de 300 mil personas. El Clero Iraní considera a los Baha’is infieles que distorsionan el Islam y por consiguiente deben ser perseguidos sin misericordia. Como resultado, los Baha’is son brutalmente perseguidos por el régimen iraní, miles de Baha’is han sido ejecutados y miles han perdido sus fuentes de ingresos como resultado de estas persecuciones.
A pesar de todo, tal vez la mayor dificultad para los iraníes – definitivamente para las jóvenes generaciones – es la asfixia personal y cultural causada por la intervención incesante, grosera y brutal de los clérigos shiítas en la vida cotidiana de la gente.
He aquí algunos ejemplos:
Una “Patrulla de la Modestia” está integrada a la fuerza policial iraní, cuyo rol es el de imponer y monitorear un estricto código de vestimenta islámico.
Una operación masiva para imponer “vestimenta islámica apropiada y modesta” fue puesta en marcha durante el verano de 2011.
Como parte de esta campaña 70 mil oficiales de la “Patrulla de la Modestia” fueron desplegados en las calles y parques de Teherán. Sus principales objetivos fueron mujeres – mujeres fueron acusadas de “atuendo inadecuado” y arrestadas en las calles, y fueron incluso extraídas de sus vehículos privados y arrestadas. Fueron luego forzadas a firmar una declaración que de ahora en adelante vestirían apropiadamente, se adherían al código de vestimenta islámico y no repetirían su mala conducta.
La ley iraní prohíbe la posesión de antenas satelitales parabólicas.
En Mayo 2011 una campaña casa por casa fue puesta en marcha para imponer dicha ley. Unidades de la policía entraron a la fuerza en residencias privadas y confiscaron las antenas parabólicas que habían sido instaladas en balcones o en techos.
El régimen iraní también monitorea muy de cerca el uso de Internet en Irán.
De acuerdo a la Oficina de Estadística Iraní, 11 millones de iraníes usaban Internet en 2011.
4.300.000 familias en Irán (el número total de familias en Irán es de 20.000.000) están conectadas a Internet.
De las 4.300.000 casi el 95% de ellas vive en ciudades urbanas y el resto vive en zonas rurales.
Más del 90% de las familias urbanas son dueñas de una computadora, comparado con un 12% de las familias rurales.
En lo que respecta a medios de conectividad, 83% utiliza la conexión dial-up, 13% utiliza Internet de alta velocidad (ADSL) y 1% usa inalámbrico.
Blogueros iraníes fueron arrestados y sus sitios web bloqueados por el régimen debido a que publicaron contenido que tenía un “impacto moral negativo”, palabra clave que indica crítica al régimen.
Los contenidos catalogados como “ofensivos al régimen” incluso podrían ser totalmente inocentes.
Por ejemplo, en el verano de 2011 fotos de jóvenes iraníes – niños y niñas – salpicándose agua entre ellos en uno de los parques de Teherán fueron subidas a Facebook. El clero iraní criticó la actividad describiéndola como “inmoral y lesiva para los valores islámicos”.
Oprimidos por su gobierno, abrumados por los desafíos económicos que enfrentan, y asfixiados por una ausencia de esperanza, los iraníes están confrontando su realidad de diferentes maneras…
Un modo común es simplemente escapando de la realidad.
Una manera de escapar de la realidad es el uso de drogas.
Un reporte publicado por la Oficina para las Drogas y el Crimen de las Naciones Unidad (UNODC) indica que casi el 3% de la población iraní consume drogas. De acuerdo a este reporte, Irán es el segundo país en consumo de drogas en el mundo, Afganistán es el primero. Otro estudio hecho por UNODC en 2006 indica que Irán es el primer consumidor de opio a nivel mundial.
Un reporte hecho por un alto funcionario iraní en cooperación con la Municipalidad de Teherán indica que 2.000.000 de iraníes son “adictos a las drogas”, la mayoría de ellos menores de 19 años. Este reporte, publicado en Al Arabiya, también revela que diariamente el consumo de opio en la ciudad de Teherán solamente es de cinco toneladas.
Otro modo con el que los iraníes confrontan su realidad es escapando de Irán.
De acuerdo al Fondo Monetario Internacional, entre la lista de 91 países en vías de desarrollo, Irán es el estado con la más alta tasa de “Huida de Cerebros” – entre 150.000 y 180.000 iraníes migran cada año – la mayoría de ellos a Occidente.
Mientras tanto, la corrupción entre funcionarios del gobierno y los políticos es rampante.
Funcionarios dentro del régimen, la Guardia Revolucionaria y el clero acumulan salarios que el promedio de la población nunca podría imaginar.
Reportes recientes, en Asharq Alawsat, indican que muchos de estos funcionarios están contrabandeando cientos de millones de dólares afuera de Irán hacia cuentas bancarias secretas. De acuerdo a algunos, las personas envueltas en estos contrabandos pertenecen al círculo íntimo del líder supremo de Irán Alí Khamenei.
Un escándalo de corrupción de U$ 2.500.000.000 que fue recientemente descubierto ha sido descrito como el “más grande escándalo de corrupción en la historia de Irán”. Las personas involucradas en este escándalo son banqueros, hombres de negocios y personas que pertenecen al círculo íntimo del presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad.
500.000 clérigos están empleados por el gobierno de Irán.
Su misión es guiar a los iraníes por la senda de los valores de la Revolución Islámica y alentar a la gente a vivir acorde a las leyes religiosas islámicas.
Más aún, de acuerdo a un estudio conducido por eruditos iraníes y publicado por Al Arabiya, 80% de los iraníes en general y 85% de los jóvenes en particular no asisten a servicios religiosos y no conducen sus vidas acorde a las leyes religiosas del Islam.
Es claro que la mayoría de los iraníes aborrecen y rechazan el régimen teocrático y su teología.
La historia a continuación ilustra la tragedia del pueblo iraní bajo el dominio del clero Shiita:
La película “A Separation” del director Iraní Asghar Farhadi ganó el Oscar a la mejor película extranjera en la 84ta. Ceremonia de los Premios de la Academia en 2012.
El Sr. Farhadi dedicó el premio al pueblo iraní. En su discurso enfatizó el hecho que a través de su historia, la nación iraní fue conocida por su tolerancia.
El también criticó al régimen iraní diciendo que “ganar el Oscar nos permite hablar acerca de la gloriosa cultura iraní que fue cubierta por el polvo de la política”.
Para millones de iraníes esto fue un maravilloso logro.
Sin embargo, el régimen no comparte este sentimiento.
Voceros oficiales gubernamentales sostienen que la película representa la inmoral conexión entre sus creadores y la corrupta cultura occidental. Ellos también sostienen que la película es dañina para los valores de la revolución islámica.
El régimen iraní anunció que no se realizaría ninguna ceremonia en honor a los realizadores de la película.
La agencia oficial de noticias iraní publicó un anuncio oficial con una cita distorsionada del discurso de Farhadi. Ellos lo citaron diciendo: “Me enorgullece dedicar este premio al pueblo iraní que desafía la hostilidad del mundo hacia el programa nuclear iraní.”
La distorsión del discurso de Farhadi fue ampliamente difundida y condenada en blogs y websites iraníes.
La distorsión del discurso de Farhadi es típica del régimen iraní: negación, distorsión y decepción son herramientas que el régimen utiliza a sus anchas.
El régimen iraní está muy consciente del hecho que la Revolución Islámica, que debía significar un modelo a seguir de éxito y prosperidad, es hoy en día un total fracaso.
No obstante, el régimen iraní mercadea la Revolución Islámica como un éxito.
Los líderes del régimen también aducen que la Revolución Islámica en Irán inspiró los eventos en el mundo árabe conocidos como la “primavera árabe” (prefiero el término “El Despertar Arabe”).
Sin embargo, la abrumadora mayoría de árabes y obviamente los iraníes, como reportó uno de los periódicos líderes del pan-arabismo, Dar Hayat, no compran dicha versión.
La verdad es que el régimen iraní está profundamente preocupado sobre la posibilidad que la primavera árabe llegue también a Irán.
Su preocupación no es infundada. Muchos analistas concuerdan en que la revolución que pondrá fin a la teocracia Shiita en Irán es sólo una cuestión de tiempo.
La mayoría de iraníes están anhelando ese momento. Tan es así que muchos iraníes llaman a la “primavera árabe” con un nombre diferente: la llaman “la pequeña primavera.”
La revolución en Irán aún no ha llegado, pero los iraníes ya tienen un nombre para ella; ellos la están llamando “La Gran Revolución.”
En 1979 Rouhallah Ayatollah Khomeini encendió la chispa de la revolución islámica en Irán. Con dicha revolución el dominio de la dinastía Pahlavi llegó a su fin.
La Revolución Islámica estableció un régimen teocrático en Irán, o como el país ha sido llamado desde ese entonces, “La República Islámica de Irán.”
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AVI MELAMED es un analista independiente en inteligencia estratégica y experto regional especializado en eventos actuales del mundo árabe y musulmán y su impacto en Israel y el Medio Oriente.
Avi provee análisis de inteligencia a clientes privados, diplomáticos, organizaciones, responsables políticos en Israel y el extranjero, y publicaciones de prensa en el ámbito de asuntos sobre Israel y el Medio Oriente incluyendo Ambiente de Seguridad de Israel, retos emergentes y oportunidades en el Medio Oriente; el mundo árabe y musulmán y sus relaciones con Israel, etc.
El servicio militar de Avi transcurrió en una unidad de combate de Inteligencia del Ejército de Defensa de Israel. Obtuvo un B.A. en Estudios de Historia y Medio Oriente de la Universidad Hebrea de Jerusalem; es graduado del programa internacional de resolución de conflictos en el Instituto Leonard Davis de la Universidad George Mason así como el programa de Liderazgo Excepcional en el Instituto Carmel para Investigación Militar; también se graduó del programa JAFI para liderazgo laico.
Fuente en ingles: avimelamed.com
Traducción para Porisrael.org: Joseph Gabriel
Difusion: www.porisrael.org
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