Avi Melamed
Junio 21, 2012
Mientras el mundo sigue siendo testigo de la continua tragedia en Siria, hay otro “mini-drama” que está teniendo lugar simultáneamente en ese país que no es menos significativo.
El 22 de Mayo comenzaron a fluir reportes de diferentes fuentes, que peregrinos shiitas libaneses que regresaban de Irán habían sido secuestrados dentro de Siria.
Pareciera ser que la secuencia de eventos fue como sigue:
El 22 de mayo dos autobuses que llevaban hombres y mujeres libaneses entraron a Siria vía el cruce de Salama localizado en la frontera sirio-turca.
Un autobús tenía el cartel “Musa Sadr” (1) y el otro tenía el cartel “Al Bader Al Kubra” (2)(léase los links para el significado de dichos nombres).
Poco después de cruzar a territorio sirio los autobuses fueron detenidos por un grupo de milicianos armados. Los hombres armados secuestraron seis hombres del autobús “Sadr” y cinco hombres del autobús “Bader Al Kubra” y los llevaron a una localidad desconocida. El resto de los pasajeros fueron detenidos por los secuestradores por algunas horas, y fueron luego permitidos para continuar en los autobuses a la ciudad siria de Haleb, localizada cerca de 35 millas del cruce fronterizo. Esa misma noche esos pasajeros volaron de regreso a Beirut.
Cuando la estación de Televisión de Hizbollah “Al Manar” transmitió las noticias acerca del incidente, entrevistaron al líder de Hizbollah, Hassan Nasrallah, por teléfono. Nasrallah anunció que el gobierno libanés “se está ocupando del incidente” y enfatizó que él estaba trabajando junto con el líder de la organización “Amal” (otra organización shiíta libanesa) para liberar a los secuestrados lo más pronto posible.
Unos días más tarde del incidente algunos medios de comunicación árabes reportaron que se esperaba que los prisioneros fueran liberados muy pronto. El ministro libanés del Interior dio una declaración formal anunciando que los hombres serían liberados de manera inminente. Algunos reportes incluso dijeron que los hombres estaban ya en territorio turco y camino de regreso a casa.
A pesar del hecho que el gobierno turco negó la información, ¡las buenas noticias resultaron en escenas de celebración! La alegría y la juerga se desataron en las calles de Al Dahya – dominio de Hizbollah en Beirut (pueden leer más acerca de Al Dahya en mi artículo “Dentro de los dominios privados de Hizbollah”), http://blogs.timesofisrael.com/inside-hezbollahs-private-dominion/?utm_source=Articles+and+Videos+by+Avi+Melamed&utm_campaign=7ed1afa078-Nasrallah_Bitter_Medicine_English6_20_2012&utm_medium=email algunas familias incluso se precipitaron al aeropuerto de Beirut para recibir a los cautivos liberados.
Pero los hombres secuestrados no fueron liberados. Los reportes fueron incorrectos. Las celebraciones fueron reemplazadas por amarga decepción y frustración.
Mientras se está escribiendo este artículo, ninguno de los hombres secuestrados han sido liberados y sus paraderos son desconocidos.
La identidad de los secuestradores es incierta
Algunos reportes y análisis nos llevarían a creer que ellos son parte del “Ejército Libre de Siria” (o los “rebeldes” como se refiere a ellos la prensa internacional) que lucha contra las fuerzas de Assad. Pero el portavoz del “Ejército Libre de Siria” niega formalmente dichos reportes.
El 31 de mayo, una entidad desconocida autodenominada “Rebeldes sirios-Región de Haleb” se atribuyó la responsabilidad del secuestro. El grupo anunció que liberaría a los rehenes una vez que Hassan Nasrallah, el líder de Hizbollah, pública y formalmente se disculpara por su apoyo al régimen de Assad.
Nasrallah respondió a través de una transmisión televisiva en la cual dijo que los secuestradores tenían tres opciones: “Guerra, paz o amor”. El instó a los captores que no mezclaran los eventos en Siria con la cuestión de los hombres secuestrados.
El 9 de junio, la cadena de noticias televisivas Al Jazeera publicó un video corto de los 11 prisioneros. Este fue la primera señal de vida de ellos desde que fueron secuestrados. Los hombres brevemente se presentaron y declararon que estaban bien y estaban siendo tratados justamente. De hecho, ellos se describían no como “secuestrados” sino más bien como “invitados”. Durante el video uno de los “invitados” condenó la masacre en la población siria de Houla y expresó su apoyo a la lucha del pueblo sirio contra el régimen de Assad.
El video termina con un corto mensaje escrito por los captores. En el mensaje ellos agregaron una nueva condición para la liberación de los hombres: Además de exigir la disculpa de Nasrallah, ellos anunciaron que sus “invitados” (este es el término usado por los secuestradores en el anuncio) serían liberados cuando un estado civil fuera instaurado en Siria para que los prisioneros puedan ser juzgados en una corte de justicia presidida por un nuevo Parlamento democrático. Dadas las actuales circunstancias en Siria, agregaron los secuestradores en su anuncio, es posible que los “invitados” puedan ser entregados a uno de los vecinos de Siria (no es claro a quién se están refiriendo).
A pesar que la filiación de los secuestradores es aún incierta, un reporte publicado el 18 de Junio indicó que el comandante de los secuestradores fue herido y su lugarteniente murió después de un bombardeo por las fuerzas de Assad, cerca de la frontera turco-siria.
¿Que sabemos sobre los secuestrados?
Voceros oficiales libaneses, incluido Nasrallah, se refieren a los secuestrados como “Peregrinos shiitas libaneses”.
Sin embargo, a medida que el tiempo pasa, parece más probable que los prisioneros sean en realidad importantes altos militares y funcionarios de inteligencia dentro de Hizbollah.
Información confiable de una variedad de fuentes indican que al menos cuatro de los hombres son de manera concluyente altos oficiales de Hizbollah y personal de inteligencia.
Los cuatro que han sido identificados positivamente son:
Hasan Arzuni: Alto funcionario de inteligencia de Hizbollah en el sur de Líbano.
Hasan Mahmud: Alto funcionario de armas y municiones de Hizbollah
Abbas Shueib: Jefe de la división de entrenamiento militar de Hizbollah.
Alí Hussein Zreib: Miembro del consejo de la Jihad de Hizbollah.
Además, según información suministrada por varias fuentes, pero aún no concluyentemente verificadas, uno de los secuestrados es una persona llamada Alí Safa, el sobrino de Hassan Nasrallah. Una de las fuentes reportó que Ali Safa estaba tratando de escapar disfrazado como mujer durante la toma del autobús. Es posible que esta información se refiera a uno de los cautivos, quien en el video se presenta a sí mismo como Ali Huseein Abbas.
El apoyo práctico de Hezbollah al régimen de Assad en la opresión de la revuelta en Siria ya no es un secreto (puede leer más sobre el apoyo de Hizbollah a Assad en mi artículo “¿Es la Guerra en Medio Oriente inevitable?”).
En consecuencia, uno podría asumir sin problemas que estos altos personajes de Hizbollah no eran peregrinos inocentes. Ellos estaban en una misión en Irán, cuyo objetivo era muy probablemente coordinar las operaciones conjuntas del régimen de Assad y sus principales aliados – Hizbollah y los Guardias Revolucionarios iraníes.
En una entrevista que salió al aire por la cadena de TV árabe Al Jadid, ambos, el reportero y los familiares de Abbas Shueib y Hassan Mahmud, negaron que los dos tuvieran alguna conexión con Hizbollah.
Un comandante dentro del “Grupo de Oficiales Libres” (uno de los grupos rebeldes en Siria) anunció que cinco de los secuestrados han admitido que son miembros de Hizbollah, y que tenían dispositivos de vigilancia en su poder cuando fueron secuestrados.
Reportes indican que Turquía y tal vez Irán y Qatar, están involucrados en un esfuerzo diplomático por terminar el caso. Todavía, por ahora, ninguno de los hombres ha sido liberado. Es más, al parecer el mediador turco no es optimista con respecto a las posibilidades de una resolución positiva y rápida. Fue citado diciendo “Los secuestradores se dan cuenta que tienen un valioso activo en sus manos y no se rendirán.”
Nadie sabe cómo y cuándo esto terminará.
Sin embargo una cosa es clara. Este incidente, por una variedad de razones, pone a Hizbollah y su líder en una situación muy embarazosa:
El secuestro de alto personal de Hizbollah es un duro golpe a la organización.
• A pesar que los secuestrados sostienen que son tratados justamente, uno puede asumir que están sometidos a interrogatorios extenuantes y están divulgando información valiosa acerca de Hizbollah.
• Las circunstancias de incidente indican la posibilidad que los secuestradores tenían inteligencia precisa, con anticipación, con respecto a la identidad de los pasajeros de los autobuses. Si ese fue el caso, esto apoya otros reportes que agencias de inteligencia extranjeras han infiltrado en profundidad las filas de Hizbollah.
Este evento tiene lugar al mismo tiempo que Hizbollah encara crecientes dificultades en Líbano y en la región.
• Reportes indican que los retos crecientes que Hizbollah está enfrentando dentro de Líbano, a través de la región y en la arena internacional están generando crecientes disturbios y críticas al liderazgo de Nasrallah
.
• Reportes también indican que hay una lucha creciente de poder entre diferentes grupos dentro de Hizbollah. El secuestro podría potencialmente escalar e intensificar las luchas internas y crear mayor turbulencia dentro de la organización.
El secuestro impacta negativamente el status y la imagen de Nasrallah en Líbano, especialmente entre su base política – los shiítas.
• Nasrallah es aún el incuestionable líder de Hizbollah- por ahora. Pero a medida que el tiempo pasa, las familias de los secuestrados están perdiendo la paciencia. Según se informa, familiares enojados de los hombres cautivos, bloquearon la ruta al aeropuerto de Beirut y apedrearon un convoy de Hizbollah. Pistoleros de Hizbollah, según un reporte, abrieron fuego para dispersar a los protestantes.
El incidente es otro hito en el rápido deterioro de Hizbollah y la imagen de su líder en el mundo árabe.
• Ese proceso se ha intensificado durante el último año debido al apoyo de Hizbollah al régimen de Assad. (En mi artículo “Dentro del dominio privado de Hizbollah”, analicé las razones que han llevado al hecho que en 2012 el mundo árabe, por mucho, detesta a Hizbollah y su líder Nasrallah). Una clara manifestación de este odio fue hecha por el presidente de Túnez en una entrevista formal que dio recientemente en la cual dijo que “Hizbollah y Nasrallah están acabados en el mundo árabe.”
• A los ojos del mundo árabe los hombres secuestrados son parte de un sistema asesino que ejecuta carnicerías con sirios inocentes. No es de sorprender entonces que muchos árabes no los consideren “secuestrados” sino más bien como “criminales de guerra” que deben enfrentar la justicia. Muchos árabes simplemente exigen que sean ejecutados.
El incidente del secuestro, emparejado con el hecho que los secuestrados no han sido aún liberados, podría poner en peligro el liderazgo de Nasrallah, porque lo está poniendo en un lugar donde nunca antes estuvo.
Nasrallah está siendo públicamente humillado. Es importante entender por qué este punto es significativo.
Nasrallah amaba usar el arma del secuestro y la extorsión- y era bueno en ello. El probó ser un sofisticado, manipulador, cínico operador y jugó bien sus cartas. Nasrallah siempre se vanaglorió en el hecho de que usando el arma del secuestro él era capaz de forzar a Israel a liberar presos libaneses de cárceles israelíes. El era tan hábil y confiaba en sus habilidades que se presentaba a sí mismo como el líder que liberaría no solo presos libaneses de cárceles israelíes sino también liberaría a palestinos encarcelados en prisiones israelíes.
Más aún, su uso del secuestro y la extorsión – mayormente contra Israel- resultó en enormes dividendos políticos para él a través del mundo árabe. Secuestrar soldados israelíes y civiles hizo de Hassan Nasrallah un ícono en el mundo árabe – él era el líder que puso a Israel de rodillas una y otra vez y sus acciones restauraron el orgullo árabe perdido.
Ahora las mesas están dadas vuelta y él no está acostumbrado a ello. Nasrallah, el secuestrador en serie, el que siempre hizo las exigencias y establecía los términos, está ahora del otro lado y está siendo públicamente humillado en dos frentes. Los secuestradores están exigiendo una disculpa pública y están estableciendo los términos para la liberación de su gente.
Hassan Nasrallah está recibiendo una muestra de su propia amarga medicina. El incidente es una bofetada humillante en su cara; se ve impotente, incapaz de liberar a su propia gente – dependiendo de la buena voluntad de los mediadores y está sufriendo así otro paso en el proceso de su imagen deteriorada en el mundo árabe.
Pero, Nasrallah es un maestro de la manipulación. El podría muy bien reinventar el incidente de manera de poder restaurar su disminuida imagen. Eso depende de dos cosas: Cómo y cuándo este caso llegue a su fin…
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AVI MELAMED es un analista independiente de Inteligencia estratégica y un experto regional especializado en los acontecimientos actuales del mundo árabe musulmán y su impacto en Israel y el Medio Oriente.
Traducido para Porisrael.org por Joseph Gabriel
Difusion: www.porisrael.org
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