Richard Falk, del Consejo de Derechos Humanos, está acusando a «la comunidad judía organizada» de ser «responsable de la confiscación masiva y constante de la tierra y de los derechos palestinos»
Éste es sólo el último de una serie de escándalos de Richard Falk, expuestos por UN Watch.
A continuación se muestra la carta enviada por fax por UN Watch, dirigida al presidente Obama, a líderes mundiales y a los altos funcionarios de la ONU, exigiendo una inmediata condena.
Al Presidente
La Casa Blanca
1600 Pennsylvania Avenue NW
Washington, DC 20500
Estados Unidos de Norteamérica
Estimado Presidente Obama,
Con profundo pesar —e indignación moral — nos vemos obligados a informarle que un representante del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha incumplido con su responsabilidad de mantener los altos estándares requeridos por ese organismo mundial.
Una vez más, Richard Falk, Relator Especial del Consejo de los Derechos Humanos para la investigación permanente de «violaciones de Israel de las bases y los principios del Derecho Internacional”, ha publicado comentarios racistas contra los judíos y el judaísmo.
Esta acusación colectiva, absurda y calumniosa, reproducida en la Crónica de Palestina y en numerosos sitios Web, constituye una muestra del antisemitismo clásico.
Además, por intentar culpar a comunidades judías en todo el mundo por supuestos crímenes contra los palestinos, el Sr. Falk efectivamente proporciona carta blanca al terrorismo internacional , empleando el lenguaje y lógica utilizados por aquellos que llevan a cabo ataques contra escuelas, sinagogas y centros de la comunidad judía en todo el mundo.
El Sr. Falk publicó su libelo antisemita el mismo día en que Israel enterró a las víctimas del brutal atentado del miércoles pasado contra turistas judíos israelíes en Bulgaria y el mismo día en que la Corte británica condenó a dos terroristas a la cárcel por planear ataques contra comunidades judías en Manchester.
Seguramente el Sr. Falk era consciente que, cuando Mohammed Merah abrió fuego contra los alumnos judíos en Toulouse, el 19 de marzo, era por la convicción de que, en palabras del Sr Falk, «los judíos matan a nuestros hermanos y hermanas en Palestina».
Cuando el Sr. Falk apunta un dedo acusador a «la comunidad judía organizada» por supuestos crímenes contra palestinos, está utilizando su cargo elevado en las Naciones Unidas para fomentar estos atentados.
En segundo lugar, el Sr. Falk también está apoyando al libro «The Wandering Who”, repleto de ataques contra Israel, los judíos y el judaísmo. El material es tan extremo que 20 activistas antisionistas (entre ellos Omar Barghouti y Ali Abunimah , el fundador de la Intifada electrónica), denunciaron al libro y a su autor por racismo y antisemitismo. Durante los debates de julio del Consejo de Derechos Humanos, desafié, en nombre de UN Watch, al Sr. Falk sobre su promoción de este tratado, pero él se negó a responder.
No obstante el hecho de que, en su último artículo, el Sr. Falk presente larga y detalladamente su cargo en las Naciones Unidas, así como en su promoción del libro, sus defensores sin duda argumentarán, ya que ellos lo han hecho antes, de que estos comentarios racistas fueran publicados “en su capacidad personal.”
Dado que los intentos de Falk de evadir la responsabilidad por sus acciones lograron bloquear la condena del gobierno norteamericano, del Secretario General de la ONU y de otras personalidades del mundo, no tengo duda de que usted hablará y denunciará estas recientes instancias de incitación al racismo, que, en muchos aspectos, encarnan la polarización constante y el fanatismo de la organización que él representa, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Para asegurar que su mensaje se escuche alto y claro en Ginebra y en todo el mundo, instamos a su Gobierno que distribuya su declaración como documento oficial del Consejo de Derechos Humanos en el próximo período de sesiones de septiembre.
La causa de los Derechos Humanos y los Principios Fundadores de las Naciones Unidas no deben ser subvertidos. Gracias por su atención a este urgente asunto.
Atentamente,
Hillel C. Neuer
Director Ejecutivo
UN Watch
Cuando una persona que se dice judía, hace críticas al expansionismo de Israel, la derecha judía ha inventado el curioso concepto «judíos que se odian a sí mismos». Con esta idea creen haber creado el escudo perfecto para invalidar cualquier crítica.
Si nos criticas y no eres judío te acusamos de antisemita.
Si nos criticas y eres judío, entonces diremos que eres un judío que se odia a sí mismo.
Sobre este tema cito a Saul Landau.
Hace sesenta y tres años, la mayoría de los judíos se regocijaba por el nacimiento de Israel. Algunos pensaban que se convertiría en el lugar donde surgiría una nueva visión de socialismo con justicia e igualdad. Claramente, no todos los judíos creían eso –o en esos valores.
Más de seis décadas después, la idea de que los palestinos también merecen su propia nación con fronteras reconocidas por la ONU ha provocado una reacción de pánico del gobierno israelí y de sus patrocinadores en todo el mundo –incluyendo al presidente de Estados Unidos que se opuso a la idea en la ONU el mes pasado
¿Por qué el pánico? Vean los mapas del territorio palestino tal como fue trazado por la ONU en 1948 y compárenlo con lo que queda actualmente de la tierra. Los mapas muestran que Israel se ha robado la mayor parte –para construir asentamientos solo para judíos.
Los judíos como mis amigos y yo en todo el mundo, no queremos emigrar a la Tierra Prometida (Sión ahora es igual a gran parte del territorio palestino). No queremos vivir entre colonos israelíes, muchos de ellos farisaicos y muy superiores (¿escogidos por Dios?) y ajenos o incluso orgullosos de lo que han hecho a los palestinos.
Israel, en otros tiempos una tierra de kibbutzes igualitarios, se ha convertido en una nación agresiva y derechista dirigida por la ortodoxia religiosa y deseosa de más territorios. Vean el mapa.
[…] el gobierno israelí y su club de admiradores chillan “antisemitismo”, una respuesta a toda crítica a Israel. Esto me ha ganado a mí y a miles más el título de “judíos que se odian a sí mismos”. En esa lista ustedes encontrarán a Noam Chomsky y a Woody Allen.
Un rasgo que ayudó a los judíos a sobrevivir a tantos siglos de persecución fue su capacidad de reírse de sí mismos. Los expansionistas de Israel, por supuesto, pueden seguir haciendo chistes de mal gusto acerca de la ocupación de los territorios palestinos.