La Hermandad Musulmana está Avergonzada

Elie Avidar

Israel Hayom

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El lunes, las emisiones de televisión egipcias, después del ataque del día anterior cerca del cruce de Kerem Shalom en la frontera entre Israel y Egipto, parecían una sátira, protagonizada por el comediante egipcio Adel Imam. Los terroristas del movimiento de la jihad global habían matado a 16 soldados egipcios durante este mes de Ramadán, el tradicional mes islámico del ayuno, y robado sus armas para atacar a objetivos israelíes. Al mismo tiempo, delirantes manifestantes, frente a la casa del embajador israelí en El Cairo, acusaban al Mossad de estar detrás del ataque y llamaban a Egipto a cortar relaciones con Israel.

La manifestación estaba, quizá, dirigida contra Israel, pero sobre todo expuso la impotencia y la confusión de la Hermandad Musulmana, a la luz de los recientes acontecimientos. El presidente egipcio, Mohamed Morsi, quien recientemente reiteró su apoyo a Hamas, reveló la simple verdad. Los partidarios de la jihad global demostraron, una vez más, que no ven ninguna diferencia entre Israel y el gobierno musulmán en El Cairo: Cualquiera que no comparta sus creencias es el enemigo.

Si Morsi está avergonzado, Hamas está en reales dificultades. Ismail Haniyeh, el gobernante Hamas en Gaza, tratará, en cualquier forma posible, de demostrar que él no sabía de antemano sobre el ataque, porque el gobierno de Gaza le debe a los egipcios algunas explicaciones. Si los funcionarios de seguridad israelíes se enteraron de antemano sobre el ataque y advirtieron a El Cairo, no hay duda de que Hamas también se enteró del ataque – y optó por guardar silencio. Las noticias sobre la advertencia israelí ya fueron reveladas en Egipto, en el centro del debate público sobre el ataque. Hay quienes ven la revelación como evidencia de una conspiración del Mossad, pero muchos señalan con el dedo al gobierno, y más aún a Hamas.

El lunes, Haniyeh encabezó una oración masiva frente a la embajada egipcia en Gaza, en solidaridad con las víctimas del ataque. Utilizó un lenguaje que sólo en árabe, posiblemente, puede permitirse, diciendo que «Israel es el responsable del ataque, de una u otra forma». Tanto a la Hermandad Musulmana como a Hamas, les conviene culpar a Israel, pero los medios de comunicación egipcios indican claramente que, esta vez, la gente no lo está comprando.

Por sobre todo, la manifestación frente a la casa del embajador israelí en El Cairo envía un claro mensaje acerca de nuestro futuro geopolítico. Si alguien en Egipto pensó, por un momento, que Jerusalén podría ser un aliado contra el terrorismo islámico, los manifestantes y quienes los enviaron vinieron a aclarar que sólo hay un enemigo, y la cooperación con Israel no es una opción.

El ejército egipcio y sus comandantes son los principales beneficiarios. Muchos en Egipto ven al ejército como la última barrera antes del caos y antes de que el ataque les proporcione un argumento ganador. El Mariscal de Campo Mohamed Hussein Tantawi tiene una nueva carta para jugar: Sin él, sería imposible restablecer el orden en el país. Además, la investigación podría dañar seriamente el estatus de la Hermandad Musulmana y del presidente Morsi. Será suficiente afirmar que los atacantes estudiaron en la Universidad Al Azhar de El Cairo, junto a varios miembros de alto rango del régimen, para levantar una masiva protesta contra ellos. Tantawi utilizará este tipo de información para alimentar su secreto conflicto con la Hermandad, que nunca ha cesado, siquiera por un momento.

El autor es el ex jefe de la delegación israelí en Qatar y autor de «El Abismo», un libro sobre las relaciones israelíes con el mundo árabe.

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

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