Khaled Abu Toameh
16 de Agosto, 2012
http://www.gatestoneinstitute.org/3281/west-bank-islamic-emirate
Hamas continúa operando en la Ribera Occidental bajo la cobertura de cientos de organizaciones de beneficencia y caridad islámicas. Una retirada israelí de cualquier parte de la Ribera Occidental en las actuales circunstancias pondrá en peligro a la Autoridad Palestina y probablemente conlleven a su colapso, allanando el camino a los radicales para tomar el poder.
Aquellos que piensan que Hamas y otros grupos islámicos no tienen una fuerte presencia en la Ribera Occidental, se hallan completamente fuera de la realidad.
Es verdad que estos grupos en la Ribera Occidental, carecen de armas y municiones, pero ellos disfrutan todavía de un amplio apoyo público entre los palestinos.
Por ahora, la coordinación de la seguridad entre Israel y la Autoridad palestina es lo que impide a los fundamentalistas musulmanes asumir el control de la Ribera Occidental. Los jordanos también tienen interés en cooperar con Israel para detener a los fundamentalistas en su deseo de tomar el poder en Cisjordania. Durante la década pasada, Israel y Jordania han estado trabajando estrechamente para bloquear el hecho de que el tornado islámico arrase con la Ribera Occidental.
Estos esfuerzos han sido hasta ahora acertados en la frustración de la tentativa de grupos radicales para establecer células de terror en el lugar.
Cautelosa de la creciente amenaza, la Autoridad Palestina ha estado emprendiendo una feroz batalla contra partidarios de Hamas y otros grupos radicales que operan allí.
Miles de fundamentalistas sospechados han sido acorralados por separado, por las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina y por el Ejército de Defensa de Israel.
Gracias a la inteligencia proporcionada por el Gobierno de la Autoridad Palestina, muchos partidarios de Hamas están siendo sometidos a detención administrativa en Israel. Los detenidos han sido encarcelados sin juicio, para evitar la vergüenza de la Autoridad palestina.
Pero las duras y severas medidas de seguridad no han sido suficientes para detener a Hamas y sus aliados en sus intentos de aumentar su poder político en la Ribera Occidental.
Hamas sigue operando en Cisjordania bajo la cobertura de cientos de organizaciones de beneficencia y caridad islámicas: el movimiento también tiene una fuerte presencia en la mayor parte de las universidades y colegios, donde sus partidarios funcionan bajo diferentes etiquetas como el Bloque Islámico y la Unión Islámica.
Hamas, además, todavía tiene el control directo e indirecto sobre muchas mezquitas en la Ribera Occidental, a pesar de los esfuerzos de la Autoridad Palestina para “liberar” los santos sitios.
Sin embargo Hamas no es el único grupo islámico que se encuentra muy activo en la zona.
En los últimos años, Hamas ha sido desafiado por Hizb-ut-Tahrir [Partido de la Liberación], una organización internacional pan-islámica que busca unificar a todos los musulmanes en un estado islámico o califato, regido por la ley islámica.
Pocos meses atrás, en Ramallah y Hebrón, Hizb-ut-Tahrir concretó dos importantes manifestaciones pidiendo por el califato islámico y donde convocaron decenas de miles de partidarios. Israel y la Autoridad Palestina no tuvieron capacidad para detener la organización de esta campaña.
Hamas, Hizb-ut-tahrir y sus aliados políticos e ideológicos en la Ribera Occidental han sido envalentonados por la ‘Primavera Árabe’, donde observan la toma del poder en varios países árabes, incluidos Túnez y Egipto, que es el país árabe mas grande.
Estas organizaciones están animadas por la aparente aparición de un emirato islámico en el Sinaí, al lado del que existe en la vecindad, la Franja de Gaza.
La única manera de aislar a Hamas y otros grupos radicales en sus esfuerzos por tomar el poder en la Ribera Occidental, es aumentando la coordinación de seguridad entre Israel, por un lado y la Autoridad Palestina y Jordania por el otro.
Una retirada israelí de cualquier parte de la Ribera Occidental en las actuales circunstancias, pondrá en peligro a la Autoridad Palestina y probablemente conlleven a su colapso, allanando el camino a los radicales para tomar el poder.
Una fuerte presencia israelí a lo largo de la frontera con Jordania es también necesaria para prevenir el contrabando de armas y de fundamentalistas islámicos dentro de la Ribera Occidental. Los jordanos también necesitan a Israel para cuidar sus fronteras y evitar la infiltración de elementos de Hamas y de radicales dentro de su reino.
Sin todas estas medidas la Ribera Occidental se convertirá rápidamente en un emirato islámico.
Traducido para Porisrael, por Carlos Alberto Vainberg.
Difusión: www.porisrael.org
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