Raad Salam Naaman
Porisrael.org
La verdad, estoy molesto e inquieto…de los islamistas como los apologistas del Islam que me echan en la cara o justifican los versículos violentos que hay en el Corán equiparándolos con los versículos violentos y la guerra en la Biblia. Se excusan o se basan en que no sólo el Corán tiene textos que animan a la violencia, sino también hay textos bíblicos en los que se ordena la violencia.
Igual como los políticos (izquierda o derecha, gobierno y oposición) cuando se acusa uno al otro a robar, ilegalidad o mala gestión, el otro le contesta y tu también…sin explicar o dar a conocer el hecho.
Por lo tanto, el objetivo de este artículo es demostrar que es falso el argumento de los filos islamistas, que la Biblia también es un libro violento.
En primer lugar, hoy día, no hay grupos que empleen la violencia y la justifiquen en nombre de Moisés, Buda, Jesús, o de los dioses hindúes, pero si que es habitual y cotidiano que en nombre de Allah Akbar se asesine a otras personas, y que estos asesinos se justifiquen e ilegitimicen sus asesinatos ante sus correligionarios con textos del Corán y se amparen en la Shari´a o la ley islámica. Es cierto que no todos los musulmanes son terroristas, no es menos cierto que todos los terroristas son musulmanes, que todos aquellos que asesinan en nombre de Dios son musulmanes.
Es verdad que en la Biblia hay dieciséis pasajes en los que se habla de violencia, como por ejemplo: la expulsión de los pueblos que habitaban en la tierra de Canaán, es realizada por la avispa que es enviada por Dios en (Éxodo 23:27-33) “Yo enviaré mi terror delante de ti y traeré confusión a todo pueblo donde tú entres. Haré que todos tus enemigos huyan de delante de ti. Yo enviaré delante de ti la avispa, la cual echará de tu presencia a los heveos, cananeos y heteos. No los echaré de tu presencia en un solo año, para que la tierra no quede desolada ni se multipliquen contra ti las fieras del campo. Poco a poco los echaré de tu presencia, hasta que multipliques y tomes posesión de la tierra. Yo estableceré tus fronteras desde el mar Rojo hasta el mar de los filisteos; y desde el desierto hasta el Río. Yo entregaré en vuestra mano a los habitantes del país, y tú los echarás de tu presencia. No harás pacto con ellos ni con sus dioses. No habitarán en tu tierra, no sea que te hagan pecar contra mí; porque si rindes culto a sus dioses, ciertamente ellos te harán tropezar”.
En ningún caso es un imperativo abierto para los judíos o cristianos. Por el contrario, el Corán habla mal de los cristianos, judíos, “infieles” y “paganos”, y ordena a sus lectores a “matar a los infieles dondequiera que le hallareis”, como en (Sura 5:51) “¡Creyentes! No toméis como amigos a los judíos y a los cristiano. Son amigos unos de otros. Quien de vosotros trabe amistad con ellos, se hace uno de ellos. Alá no guía al pueblo impío”. (Sura 9-28-29) “Creyentes los asociadores (los cristianos por asociar Jesús con Dios) son mera impureza. Que no se acerquen, pues, a la Mezquita Sagrada después de este su año Si teméis escasez, Alá os enriquecerá por favor Suyo, si quiere. Alá es omnisciente, sabio. Combatid contra quienes, habiendo recibido la Escritura (judíos y cristianos), no creen en Alá ni en el último Día, ni prohíben lo que Alá y Su Enviado han prohibido, ni practican la religión verdadera, hasta que, humillados, paguen el tributo directamente”. Los textos bíblicos de la conquista de la tierra de Canaán relatan una historia, la conquista de Canaán, en ningún caso son tomados como edictos, y ni judíos ni cristianos los toman, ni pueden tomarlos como imperativos, órdenes o edictos.
(Deuteronomio 7:1-4) “Cuando el Señor tu Dios te haya introducido en la tierra a la cual entrarás para tomarla en posesión, y haya expulsado de delante de ti a muchas naciones: heteos, gergeseos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos: siete naciones mayores y más fuertes que tú, y cuando el Señor tu Dios las haya entregado delante de ti y tú las hayas derrotado, entonces destrúyelas por completo. No harás alianza con ellas ni tendrás de ellas misericordia. No emparentarás con ellas: No darás tu hija a su hijo, ni tomarás su hija para tu hijo. Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirá a otros dioses, de modo que el furor de el Señor se encenderá sobre vosotros y pronto os destruirá”.
(Deuteronomio 20:10-17) “Cuando te acerques a una ciudad para combatir contra ella, le propondrás la paz. Si te responde con paz y te abre sus puertas, toda la gente que se halla en ella te rendirá tributo laboral, y ellos te servirán. Pero si no hace la paz contigo, sino que te hace la guerra, entonces la sitiarás. Cuando el Señor tu Dios la entregue en tu mano, matarás a filo de espada a todos sus varones. Solamente las mujeres, los niños, los animales y todo lo que haya en la ciudad, todo su botín, podrás tomar para ti y comer del botín de tus enemigos que el Señor tu Dios te entregó. Harás esto con todas las ciudades que estén muy distantes de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones de aquí. Pero en las ciudades de estos pueblos que el Eterno tu Dios te da por heredad, no dejarás con vida a ninguna persona. Los destruirás completamente, como el Eterno tu Dios te ha mandado: heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos. De esta manera no os enseñarán a imitar todas las abominaciones que ellos hacen para sus dioses, de modo que pequéis contra el Señor vuestro Dios”. A excepción de la parte de no matar a las mujeres y los niños, esto suena parecido al versículo del Corán en (Sura 17:16) “Cuando queremos destruir una ciudad, ordenamos a sus ricos y ellos se entregan en ella a la iniquidad. Entonces, la sentencia contra ella se cumple y la aniquilamos”.
El pasaje bíblico no es una orden abierta para todos los tiempos, sino que es una orden para un tiempo concreto y pasado, en el que se pide expulsar heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos. Sí, resulta que se trataba de una orden específica y temporal, dada en un momento puntual al pueblo de Israel acerca de un blanco militar concreto. Esto es por qué los cristianos y los judíos no tratan estos versos como imperativos actuales. Además, desde hace milenios no hay heteos, gergeseos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos, y la orden iba en concreto contra esos siete pueblos. Esta es la historia, pero en ningún caso parte de la enseñanza de composición abierta, ni ningún imperativo para la posteridad.
El paso siguiente que se supone, según los islamistas, debe inspirar a los judíos y cristianos a la violencia es el relato bíblico de la victoria de David contra los filisteos en la Biblia en (1 Samuel 46-54) “Entonces David dijo al filisteo: Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina. Pero yo voy contra ti en el nombre del Señor de los Ejércitos, Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado. El Señor te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré. Te cortaré la cabeza y daré hoy los cadáveres del ejército filisteo a las aves del cielo y a los animales del campo. ¡Y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel! También todos estos congregados sabrán que el Señor no libra con espada ni con lanza. ¡Del Señor es la batalla! ¡Y él os entregará en nuestra mano! Aconteció que cuando el filisteo se levantó y se fue acercando al encuentro de David, éste se dio prisa y corrió al combate contra el filisteo. Entonces David metió su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra y la arrojó con la honda, hiriendo al filisteo en la frente. La piedra quedó clavada en su frente, y éste cayó de bruces en tierra. Así venció David al filisteo con una honda y una piedra, y lo mató sin tener espada en su mano. Entonces David corrió, se puso sobre el filisteo, y tomando la espada de éste, la sacó de su vaina y lo mató cortándole la cabeza con ella. Cuando los filisteos vieron muerto a su héroe, huyeron. Entonces los hombres de Israel y de Judá se levantaron gritando, y persiguieron a los filisteos hasta la entrada de Gat, y hasta las puertas de Ecrón. Los cadáveres de los filisteos yacían por el camino de Saraim hasta Gat y Ecrón. Cuando los hijos de Israel volvieron de perseguir a los filisteos, les saquearon su campamento. Luego David tomó la cabeza del filisteo y la llevó a Jerusalén, pero puso sus armas en su morada”. Evidentemente se trata de un relato de un acontecimiento histórico. En ningún caso se trata de un imperativo ni de una orden para la posteridad. Lo mismo acontece en los siguientes textos:
(2 Samuel 4:7-8) “Cuando llegaron a la casa, mientras yacía en su cama en su dormitorio, que lo hirió y lo mató, y lo decapitó. Tomaron la cabeza, y se fue por el camino de la Arabá toda la noche, y trajo la cabeza de Is-boset a David en Hebrón. Y dijo al rey: «Aquí está la cabeza de Is-boset, el hijo de Saúl, tu enemigo, que buscaba su vida. El Señor ha vengado hoy a mi señor el rey, de Saúl y de su descendencia”.
(2 Samuel 20:21) “No es así el asunto, sino que un hombre de la región montañosa de Efraín, cuyo nombre es Seba hijo de Bicrí, ha alzado su mano contra el rey David. Entréguenlo a él solo, y yo ciertamente me retiraré de la ciudad”. Entonces la mujer dijo a Joab: “¡Mira! ¡Su cabeza te [será] arrojada por encima del muro!”.
(2 Reyes 10:6-10) “Por lo cual él les escribió una segunda carta, y dijo: “Si ustedes me pertenecen, y es mi voz la que están obedeciendo, tomen las cabezas de los hombres que son hijos de su señor y vengan a mí mañana a esta hora, a Jezreel”. Ahora bien, los hijos del rey, setenta hombres, estaban con los hombres distinguidos de la ciudad que los estaban criando. Y aconteció que, tan pronto como a estos les llegó la carta, se pusieron a tomar a los hijos del rey y a degollar [los], a setenta hombres, después de lo cual pusieron sus cabezas en cestos y se las enviaron a él en Jezreel. Entonces el mensajero entró y se lo informó, diciendo: “Han traído las cabezas de los hijos del rey”. De modo que él dijo: “Pónganlas en dos montones a la entrada de la puerta, hasta la mañana”. Y por la mañana aconteció que él procedió a salir. Entonces se quedó parado y dijo a todo el pueblo: “Ustedes son justos. Aquí yo mismo conspiré contra mi señor, y logré matarlo; pero, ¿quién derribó a todos estos? Sepan, pues, que no caerá a tierra [sin cumplirse] nada de la palabra de Jehová que Jehová ha hablado contra la casa de Acab; y Jehová mismo ha hecho lo que habló por medio de su siervo Elías”. Estos textos relatan textos históricos de violencia, pero que en ningún momento son tomados como órdenes o imperativos fuera del lugar y el momento histórico al que son dados.
Los apologistas del Islam sacan dos versículos de los Evangelios: (Lucas 19:26-27) “El respondió: Pues yo os digo que a todo el que tiene, le será dado; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Pero, en cuanto a aquellos enemigos míos que no querían que yo reinara sobre ellos, traedlos acá y degolladlos en mi presencia”. Los islamistas lo citan como palabras de Jesús, pero de hecho, este es el final de una parábola contada por este. Las palabras en realidad pertenecen a uno de los personajes de su historia. Además los islamistas citan las siguientes palabras de Jesús como extremadamente violentas: (Mateo 10:34-36) “No penséis que he venido para traer paz a la tierra. No he venido para traer paz, sino espada. Porque yo he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra. Y los enemigos de un hombre serán los de su propia casa”. Aquí Jesús se refiere a las dificultades que sufrirán los cristianos. La espada es una metáfora de la persecución contra los cristianos. Los yihadistas se consideran así mismos como la Espada del Islam. Jesús no creó ninguna milicia armada. Pero Muhammad fue un líder militar que asesinó a prisioneros, violó a sus mujeres y esclavizó a mujeres y niños y sus seguidores sabían lo que quería decir. Ellos participaron en la guerra después de su muerte, que continúa hasta nuestros días.
Los defensores del Corán resaltan que el apóstol Pablo escribe a Timoteo con violencia en su carta (1 Timoteo 1:20) “Himeneo y Alejandro he entregado a Satanás para que aprendan a no blasfemar”. En el contexto del versículo anterior, estos dos hombres “naufragaron en lo que respecta a la fe”, pero no hay nada que indique que les se ha dañado físicamente, solamente fueron expulsados de la congregación cristiana por Pablo, pero, no aboga por matar a los apóstatas.
Contrasta esto con estas palabras de Muhammad, en ?a?i? Al Bujari, Bab Al- Iman, ?adi? N. 25, habla del ?ihad: “Muhammad dijo: Dios me ordenó a luchar contra todos aquellos, que no manifiestan la declaración de la Fe musulmana. Al que cambió su religión islámica, entonces matarlo. No hay más dioses que Allah, y Muhammad su mensajero, deben de rezar, dan la limosna y ayunan el mes de Ramadán. Si hacen todo eso están salvos, si no lo hacen tienen la muerte segura, nuestras espadas están afiladas para cortar sus cuellos”. Este ?adi? o dicho de Muhammad, tiene mucha importancia en el Islam y para los musulmanes, a pesar de su contenido violento. Por eso, esta repetido siete veces en ?a?i? Al Bujari, seis veces en ?a?i? Muslim, cuatro veces en Sunan Abu Dawd, cinco veces en Sunan Al Talme?y y veinte dos veces en Sunan Al Nisa`y. Abu Bakr, el primer califa y otros discípulos de Muhammad aplicando este dicho, después de la muerte de Muhammad, declararon la condena a muerte a los apóstatas del Islam. Por esta razón, la Shari’a y la práctica jurídica islámica penaliza la apostasía con la pena de muerte.
Los apologistas del Corán toman el texto de la Epístola de Pablo a los Romanos como una orden para el asesinato, equivalente a la guerra santa del Yihad.
(Romanos 1:20-32) “Porque lo invisible de Él -su eterno poder y deidad- se deja ver desde la creación del mundo, siendo entendido en las cosas creadas; de modo que no tienen excusa. Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias; más bien, se hicieron vanos en sus razonamientos, y su insensato corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios se hicieron fatuos, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen a la semejanza de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por tanto, Dios los entregó a la impureza, en las pasiones de sus corazones, para deshonrar sus cuerpos entre sí. Ellos cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y veneraron y rindieron culto a la creación antes que al Creador, ¡quien es bendito para siempre! Amén. Por esta causa, Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por relaciones contra naturaleza. De la misma manera, también los hombres, dejando las relaciones naturales con la mujer, se encendieron en sus pasiones desordenadas unos con otros, cometiendo actos vergonzosos, hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución que corresponde a su extravío. Como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, los entregó Dios a una mente reprobada, para hacer lo que no es debido. Se han llenado de toda injusticia, maldad, avaricia y perversidad. Están repletos de envidia, homicidios, contiendas, engaños, mala intención. Son contenciosos, calumniadores, aborrecedores de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de males, desobedientes a sus padres, insensatos, desleales, crueles y sin misericordia. A pesar de que ellos reconocen el justo juicio de Dios, que los que practican tales cosas merecen la muerte, no sólo las siguen haciendo, sino que también se complacen con los que las practican”.
El texto sigue (Romanos 2:1-3) “Por lo tanto, no tienes excusa, oh hombre, no importa quién seas tú que juzgas; porque en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo, pues tú que juzgas haces lo mismo. Pero sabemos que el juicio de Dios es según verdad contra los que practican tales cosas. Oh hombre que juzgas a los que practican tales cosas y haces lo mismo, ¿supones que escaparás del juicio de Dios?”.
Los apologistas consideran que el cristianismo condena con la pena de muerte las faltas anteriormente enumeradas, pero omiten que el juicio es únicamente de Dios y no del hombre. Sin embargo, la violencia religiosa es patrimonio exclusivo de los musulmanes, únicamente los musulmanes se basan en sus textos religiosos para asesinar a los que consideran infieles, a aquellos que siendo correligionarios suyos son considerados malos musulmanes.
Los textos bíblicos que se refieren a la violencia son limitados en el tiempo, concretos en un lugar histórico y no son textos abiertos ni imperativos ni órdenes que puedan aplicarse, porque no sólo no existen esos pueblos a los que se refieren los Textos Sagrados del judaísmo y del cristianismo, sino que son considerados como relatos históricos y en absoluto han sido dados como órdenes perpetuas.
En todas las épocas los mismos rabinos en su relectura de la Biblia siempre han considerado estas citas como relatos históricos, en los que se impone el imperativo que está escrito en (Levítico 19:18) “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
(Levítico 19:34) “Como a un natural de vosotros consideraréis al extranjero que resida entre vosotros. Lo amarás como a ti mismo, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. Yo, el Señor, vuestro Dios”.
Una vez se le preguntó al sabio Hilel si podía resumir la Torá de forma concisa, él respondió en (Talmud Shabat 31, el Gran Principio) “Lo que es odioso para ti, no lo hagas a tus semejantes. Ama al prójimo como a ti mismo Esa es toda la Torá, el resto es la explicación; ir a aprender”.
En el Nuevo Testamento: (Santiago 2:8) “Si de veras cumplís la ley real conforme a las Escrituras, Torá, Amarás a tu prójimo como a ti mismo, hacéis bien”.
(Marcos: 12:28-34) “Se le acercó uno de los escribas al oírles discutir; y dándose cuenta de que Jesús había respondido bien, le preguntó:¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: -El primero es: Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos dos. Entonces el escriba le dijo: -Bien, Maestro. Has dicho la verdad: Dios es uno, y no hay otro aparte de él; y amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios”.
Sin embargo, en el Corán hay más de 109 versos en los que llaman a los musulmanes a la guerra contra los no creyentes. Esto contrasta totalmente con la orden e imperativo abierto y para todos los tiempos que se da en el texto del Corán a los musulmanes en todos los lugares de la tierra. El Corán contiene al menos 109 versos que llaman a los musulmanes a la guerra contra los no creyentes (judíos y cristianos). Algunos son muy gráficos, con la orden explicita de cortar cabezas y manos y matar a los infieles dondequiera que estén escondidos. Los musulmanes que no se unen a la lucha son llamados hipócritas y se les advierte de que Allah les enviará al infierno si no participan en esta masacre. Compare esto con la palabra de Allah en elCorán, en el que es un imperativo para todos los tiempos y todos los lugares de la tierra, como por ejemplo: (Sura 48:29) “Muhammad es el Mensajero de Alá, y los que están con él son despiadados con los infieles, pero misericordioso con los demás”.
(Sura 3:141) “para que pruebe Alá a los creyentes y extermine a los infieles”.
(Sura 4:101) “…Los infieles son para vosotros un enemigo declarado”.
(Sura 9:123) “¡Creyentes Combatid contra los infieles que tengáis cerca! Que os encuentren duros ¡Sabed que Alá está con los que Le temen!”.
(Sura 25:52) “No obedezcas, pues, a los infieles y lucha esforzadamente contra ellos”.
(Sura 66:9) “¡Profeta! ¡Combate contra los infieles! y los hipócritas ¡Muéstrate duro con ellos!”.
(Sura 8:12) “Voy a sembrar el terror en los corazones de los infieles: Cortadles el cuello, pegadles en todos los dedos!»
(Sura 2:191-193) “Matadles donde deis con ellos, y expulsadles de donde os hayan expulsado. Tentar es más grave que matar. No combatáis contra ellos junto a la Mezquita Sagrada, a no ser que os ataquen allí. Así que, si combaten contra vosotros, matadles: ésa es la retribución de los infieles. Pero, si cesan, Alá es indulgente, misericordioso. Combatid contra ellos hasta que dejen de induciros a apostatar y se rinda culto a Alá. Si cesan, no haya más hostilidades que contra los impíos”.
(Sura 2:216) “Se os ha prescrito que combatáis, aunque os disguste. Puede que os disguste algo que os conviene y améis algo que no os conviene. Alá sabe, mientras que vosotros no sabéis”.
(Sura 2:244) “¡Combatid por Alá y sabed que Alá todo lo oye, todo lo sabe!”.
(Sura 3:56) “A quienes no crean les castigaré severamente en la vida de acá y en la otra. Y no tendrán quienes les auxilien”.
(Sura 3:151) Infundiremos el terror en los corazones de los que no crean, por haber asociado a Alá algo a lo que Él no ha conferido autoridad. Su morada será el Fuego. ¡Qué mala es la mansión de los impíos!
(Sura 4:74) Que quienes cambian la vida de acá por la otra combatan por Alá! A quien. Combatiendo por Alá, sea muerto o salga victorioso, le daremos una magnífica recompensa.
(Sura 4:89) “Querrían que, como ellos, no creyerais, para ser iguales que ellos. No hagáis, pues, amigos entre ellos hasta que hayan emigrado por Alá. Si cambian de propósito, apoderaos de ellos y matadles donde les encontréis. No aceptéis su amistad ni auxilio”.
(Sura 4:95) “Los creyentes que se quedan en casa, sin estar impedidos, no son iguales que los que combaten por Alá con su hacienda y sus personas. Alá ha puesto a los que combaten con su hacienda y sus personas un grado por encima de los que se quedan en casa. A todos, sin embargo, ha prometido Alá lo mejor, pero Alá ha distinguido a los combatientes por encima de quienes se quedan en casa con una magnífica recompensa”.
(Sura 4:104) “No dejéis de perseguir a esa gente. Si os cuesta, también a ellos, como a vosotros, les cuesta, pero vosotros esperáis de Alá lo que ellos no esperan. Alá es omnisciente, sabio”.
(Sura 5:33) “Retribución de quienes hacen la guerra a Alá y a Su Enviado y se dan a corromper en la tierra: serán muertos sin piedad, o crucificados, o amputados de manos y pies opuestos, o desterrados del país. Sufrirán ignominia en la vida de acá y terrible castigo en la otra”.
(Sura 5:51-52) “Creyentes! No toméis como amigos a los judíos y a los cristianos! Son amigos unos de otros. Quien de vosotros trabe amistad con ellos, se hace uno de ellos. Alá no guía al pueblo impío. Ves a los enfermos de corazón precipitarse a ellos, diciendo: «Tenemos miedo de un revés de fortuna». Pero puede que Alá traiga el éxito u otra cosa de Él y, entonces, se dolerán de lo que habían pensado en secreto”.
(Sura 8:12) “Cuando vuestro Señor inspiró a los ángeles: Yo estoy con vosotros. Confirmad, pues, a los que creen! Infundiré el terror en los corazones de quienes no crean. Cortadles el cuello, pegadles en todos los dedos!”
(Sura 8:15-17) “¡Creyentes! ¡Cuando os encontréis con los infieles marchando, no les volváis la espalda! Quien ese día les vuelva la espalda -a menos que sea que se destaque para acudir a otro combate o para incorporarse a otra tropa- incurrirá en la ira de Alá y tendrá la gehena por morada. Qué mal fin… ! No erais vosotros quienes les mataban, era Alá Quien les mataba !. Cuando tirabas, no eras tú quien tiraba, era Alá Quien tiraba, para hacer experimentar a los creyentes un favor venido de Él. Alá todo lo oye, todo lo sabe”.
(Sura 8:57) “Si, pues, das con ellos en la guerra, que sirva de escarmiento a los que les siguen. Quizás, así, se dejen amonestar”.
(Sura 9:5) “Cuando hayan transcurrido los meses sagrados, matad a los asociadores [los cristianos por asociar a Jesús con Dios] dondequiera que les encontréis. Capturadles! Sitiadles! Tendedles emboscadas por todas partes! Pero si se arrepienten, hacen la azalá y dan el azaque, entonces dejadles en paz! Alá es indulgente, misericordioso”.
(Sura 9:14) “Combatid contra ellos! Alá le castigará a manos vuestras y les llenará de vergüenza, mientras que a vosotros os auxiliará contra ellos, curando así los pechos de gente creyente”.
(Sura 9:20) “Quienes crean, emigren y luchen por Alá con su hacienda y sus personas tendrán una categoría más elevada junto a Alá. Ésos serán los que triunfen”.
(Sura 9:29-31) “Los judíos dicen: Uzayr es el hijo de Alá. Y los cristianos dicen: El Ungido es el hijo de Alá. Eso es lo que dicen de palabra. Remedan lo que ya antes habían dicho los infieles. Que Alá les maldiga! Cómo pueden ser tan desviados! Han tomado a sus doctores y a sus monjes, así como al Ungido, hijo de María, como señores, en lugar de tomar a Alá cuando las órdenes que habían recibido no eran sino de servir a un Dios Uno. No hay más dios que Él! Gloria a Él! Está por encima de lo que Le asocian!”
(Sura 9: 38-39) “¡Creyentes! ¿Qué os pasa?¿ Por qué, cuando se os dice: Id a la guerra por la causa de Alá! permanecéis clavados en tierra? Preferís la vida de acá a la otra? Y qué es el breve disfrute de la vida de acá comparado con la otra, sino bien poco…? Si no vais a la guerra, os infligirá un doloroso castigo. Hará que otro pueblo os sustituya, sin que podáis causarle ningún daño. Alá es omnipotente”.
(Sura 9:41-42) “Id a la guerra, tanto si os es fácil como si os es difícil! Luchad por Alá con vuestra hacienda y vuestras personas! Es mejor para vosotros. Si supierais… Si se hubiera tratado de una ventaja inmediata o de un viaje corto, te habrían seguido, pero el objetivo les ha parecido distante. Jurarán por Alá: Si hubiéramos podido, os habríamos acompañado a la guerra. Se pierden a sí mismos. Alá sabe que mienten”.
(Sura 9:73) “¡Profeta! Combate contra los infieles y los hipócritas, sé duro con ellos! Su refugio será la gehena. Qué mal fin…!”.
(Sura 9:88) “Pero el Enviado y los que con él creen combaten con su hacienda y sus personas. Suyas serán las cosas buenas. Ésos son los que prosperarán”.
(Sura 9:111) “Alá ha comprado a los creyentes sus personas y su hacienda, ofreciédoles, a cambio, el Jardín. Combaten por Alá: matan o les matan. Es una promesa que Le obliga, verdad, contenida en la Tora. en el Evangelio y en el Sura. Y quién respeta mejor su alianza que Alá? Regocijaos por el trato que habéis cerrado con É1! Ése es el éxito grandioso!”.
(Sura 9:123) “Creyentes! Combatid contra los infieles que tengáis cerca! Que os encuentren duros! Sabed que Alá está con los que Le temen!”.
(Sura 25:52) “No obedezcas, pues, a los infieles y lucha esforzadamente contra ellos, por medio de él”.
(Sura 33:60-62) “Si los hipócritas, los enfermos de corazón y los agitadores de la ciudad no cesan, hemos de incitarte contra ellos y pronto dejarán tu vecindad. Malditos, serán capturados y muertos sin piedad donde quiera que se dé con ellos, conforme a la práctica de Alá con los que vivieron antes. Y encontrarás la práctica de Alá irreemplazable”.
(Sura 47:3-4) “Y esto es así porque los infieles siguen lo falso, mientras que los creyentes siguen la Verdad venida de su Señor. Así es como Alá los pone como ejemplo a los hombres. Cuando sostengáis, pues, un encuentro con los infieles, descargad los golpes en el cuello hasta someterlos. Entonces, atadlos fuertemente. Luego, devolvedles la libertad, de gracia o mediante rescate, para que cese la guerra. Es así como debéis hacer. Si Alá quisiera, se defendería de ellos, pero quiere probaros a unos por medio de otros. No dejará que se pierdan las obras de los que hayan caído por Alá”.
(Sura 48:16-19) “Di a los beduinos dejados atrás: «Se os llamará contra un pueblo dotado de gran valor, contra el que tendréis que combatir a menos que se rinda. Si obedecéis, Alá os dará una bella recompensa. Pero, si volvéis la espalda, como ya hicisteis en otra ocasión, os infligirá un castigo doloroso». «No hay por qué reprochar al ciego, al cojo o al enfermo. Y a quien obedezca a Alá y a Su Enviado, Él le introducirá en jardines por cuyos bajos fluyen arroyos. A quien, en cambio, vuelta la espalda, Él le infligirá un castigo doloroso»: Alá ha estado satisfecho de los creyentes cuando éstos te han jurado fidelidad al pie del árbol. Él sabía lo que sus corazones encerraban e hizo descender sobre ellos la sakina, prometiéndoles, como recompensa, un éxito cercano y mucho botín, del que se apoderarán. Alá es poderoso, sabio”.
Apologistas contemporáneos afirman a veces que el Yihad significa “lucha espiritual”. Si fuera así, entonces ¿por qué los ciegos, cojos y enfermos están exentos?
(Sura 48:29) “Muhammad es el Enviado de Alá. Quienes están con él son severos con los infieles y cariñosos entre sí. Se les ve o inclinados o prosternados, buscando favor de Alá y satisfacerle. Se les nota en el rostro que se prosternan. Tal es su imagen en la Tora. Y en el Evangelio se les compara con la semilla que, habiendo germinado, fortifica su brote y éste crece y se yergue en el tallo, constituyendo la alegría del sembrador, para terminar irritando a los infieles por su medio. A quienes de ellos crean y obren bien, Alá les ha prometido perdón y una magnífica recompensa”.
(Sura 61:4) “Alá ama a los que luchan en fila por Su causa, como si fueran un sólido edificio”.
(Sura 61:9-12) “Él es Quien ha mandado a Su Enviado con la Dirección y con la religión verdadera [el Islam] para que prevalezca sobre toda otra religión, a despecho de los asociadotes [los cristianos por asociar Dios con Jesús]. ¡Creyentes! ¿Queréis que os indique un negocio que os librará de un castigo doloroso?: ¡Creed en Alá y en Su Enviado y combatid por Alá con vuestra hacienda y vuestras personas! Es mejor para vosotros. Si supierais… Así, os perdonará vuestros pecados y os introducirá en jardines por cuyos bajos fluyen arroyos y en viviendas agradables en los jardines del edén. ¡Ese es el éxito grandioso!”.
(Sura 66:9) “¡Profeta! ¡Combate contra los infieles y los hipócritas! ¡Muéstrate duro con ellos!”.
La Regla de Oro (Amar al prójimo como a uno mismo) no aparece en el Corán ni en activa ni en pasiva. Los apologistas del Islam quieren hacer creer que las religiones que se declaran monoteístas tienen textos equivalentes en intransigencia y violencia.
Nada más lejos de la realidad. Independientemente de que el lector crea o no en un Ser Supremo, el Dios de la Biblia no tiene nada que ver con el Allah del Corán.
Los apologistas del Islam argumentan que el Corán está tergiversado y malinterpretado por los islamistas. Pero lo que no explican estos apologistas es que la mayoría de jeques, ulemas, cadís, ayatolás, y líderes religiosos del Islam justifican el Yihad.
Otros apologistas del Islam refieren que los textos violentos del Islam son historia y no imperativo, siendo los textos coránicos que enaltecen la violencia y exaltan el odio contra el infiel los que más abundan, ya que más de dos terceras partes del Corán son apología del Yihad, de la guerra contra el infiel.
La pregunta es ¿Cómo es que los textos del Yihad aparecen en imperativo, y no como relato histórico, y como es que son tomados como imperativo y orden abierta universal precisamente por la mayoría absoluta de los líderes religiosos de todas las escuelas del Islam?
Hay otros apologistas del Islam que afirman que el Islam es una religión de paz, y reprochan de islamofobia a los que vinculamos el Islam con la violencia, cuando ellos mismos son incapaces de explicar cómo esta pacífica religión sigue siendo tan abiertamente malinterpretada por aquellos que son sus más devotos y fervientes fieles creyentes. Criticar el Islam, y esto debe resaltarse, no tiene que ver con descalificar a los musulmanes como individuos, sino con reconocer en el Islam una ideología dura y totalizante de la que los musulmanes son las primeras y principales víctimas. Tiene que ver con reconocer que los imanes saludados como “moderados” por los multiculturalistas son en realidad defensores de los matrimonios forzosos, la mutilación genital femenina, la ejecución de los homosexuales y la subordinación sistemática de la mujer. Sí, hay musulmanes liberales y de buen corazón, pero lo son precisamente en la medida en que rechazan los consejos de los teólogos islámicos radicales, fanáticos e extremistas de referencia, y en su lugar eligen abrazar la imagen de una deidad pacífica y amable.
RAAD SALAM NAAMAN
CRISTIANO CALDEO DE ORIGEN IRAQUÍ
DOCTOR EN ESTUDIOS ÁRABES ISLÁMICOS Y CIENCIAS RELIGIOSAS
Me parece un análisis tremendamente inquietante, la dureza y claridad con la que se insta a sus fieles a ejercer la violencia, es una amenaza que solo los más ineptos pueden no ver y las comparaciones con otras religiones, más parecen una defensa desesperada, por seguir pareciendo los bueno en esta película de terror, un terror que unos ejercen y que otros fomentan defendiendo lo indefendible. Más que demostrado me ha quedado, que ser un buen musulmán, es intrínseco con ser un buen intolerante, solo espero que los ateos y agnósticos que los defienden, sean lo suficientemente conscientes para entender, que ellos también son «infieles»… Si fobia significa miedo, entonces me declaro abiertamente islamófobo.
PD: Aun con tu inestimable aportación, prefiero leerme yo mismo el Corán, para conocer en primera persona de que va este libro sagrado, como «infiel» que soy, será como leer una novela de terror.