Lideran tres de los partidos que aspiran a derrotar en los comicios del martes próximo a Netanyahu, favorito en los sondeos
Jana Beris
La Nación
Cuando Golda Meir se desempeñaba como premier de Israel -la primera mujer en su país y la tercera en el mundo en ocupar dicho cargo, a comienzos de los 70- se elogiaba su firmeza de modo muy singular y simbólico: «Es el único hombre del gabinete con los pantalones bien puestos», solía decirse. Para muchas mujeres, claro está, el supuesto elogio era una verdadera ofensa.
Ninguna otra mujer llegó luego al máximo cargo al frente del Ejecutivo israelí y, según los sondeos de cara a las elecciones del próximo martes, difícilmente será una mujer la que reemplace al actual primer ministro, Benjamin Netanyahu, favorito a retener el poder.
Sin embargo, tres partidos están encabezados por mujeres y su rol es clave en la actual política israelí: el laborismo, por la ex periodista radial Shelly Yachimovich; el nuevo partido Hatnuá, por la ex canciller y ex jefa del partido Kadima Tzipi Livni, y el partido de izquierda Meretz, encabezado por la veterana diputada Zehava Galon.
En el gobierno saliente son tres las ministras (Limor Livnat, Sofa Landver y Orit Noked) y hay 23 diputadas en la Knesset (Parlamento). Entre ellas hay una diputada árabe, Hanin Zoabi, en la lista Asamblea Democrática Nacional. Y para las nuevas elecciones hay cerca de 20 mujeres candidatas, tanto judías como árabes, en lugares que facilitarían su ingreso en el Parlamento considerados reales en sus respectivas listas.
En dos partidos religiosos ultraortodoxos jamás ha habido una mujer candidata, por decisión explícita de esas agrupaciones, que consideran que la política no es lugar para la mujer.
«Las mujeres podemos hacer todo, de eso no tengo duda», dijo a LA NACION Stav Shafir, que fue de las principales líderes de la protesta social de hace un año y medio, y que hoy es candidata a diputada por el partido laborista.
«Es cierto que seré la diputada más joven», admite Stav, de 27 años, con una sonrisa. «Y a veces siento que los hombres se preguntan quién soy yo para entender de economía o cosas similares. No hace falta que lo pregunten explícitamente, yo siento claramente lo que significan sus miradas: qué hace aquí esa jovencita, encima pelirroja y líder de la protesta social», cuenta Stav.
«Pero no importa. Aquí estoy… y lograré aportar con mi trabajo, que no tiene por qué ser menos que el de cualquier hombre», agrega.
Las mujeres constituyen el 52% de la ciudadanía israelí, pero su presencia en cargos políticos es mucho menor. Según las candidatas a diputadas, el problema es garantizar igualdad de oportunidades, algo que se complica, por ejemplo, cuando las mujeres deben elegir entre el hogar, la familia y la carrera.
Pero ahora, de cara al día en que los israelíes irán a las urnas, se considera de crucial importancia el voto de la mujer, como medio que garantice la lucha por sus derechos ante el intento de ciertos sectores ultraortodoxos de alejar a la mujer del espacio público.
Habiéndose registrado intentos de extremistas de determinar dónde pueden sentarse las mujeres en los ómnibus que circulan por zonas religiosas, o que su imagen no pueda aparecer en reclamos publicitarios por las calles, la reacción de los círculos liberales y de centroizquierda en general -de mujeres y hombres por igual-, es llamar a una participación activa intensa de la mujer en la vida pública.
«No hay que votar a una mujer porque sea mujer, sino si es capaz de ejercer un cargo -comenta Stav Shafir-. Pero debe estar claro que no tiene menos capacidad que el hombre.»
En un artículo publicado días atrás en el diario Haaretz, Shari Eshet, directora de la oficina israelí del Consejo Nacional de Mujeres Judías, escribió un mensaje directo a las mujeres del país. «Luego de un año en el que asuntos de género pasaron al frente, la cuestión de si Israel mira hacia adelante o va hacia atrás en estos puntos para satisfacer a una minoría depende de tu voto», señaló.
Al exhortar a las mujeres a estudiar los programas de cada partido y saber qué postura tienen en temas de género antes de decidir a quién votar, Eshet es terminante: «Vota como si tu vida dependiera de ello, porque así es: depende».
http://www.lanacion.com.ar/1546724-las-mujeres-ganan-terreno-en-la-carrera-electoral-israeli
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