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| jueves diciembre 26, 2024

'Israelíes y palestinos creen que el tiempo juega a su favor, y eso dificulta las cosas'


Sal Emergui

elmundo.es

Fernando-Carderera

Como el resto de embajadores en Israel, Fernando Carderera sigue con mucha atención las gestiones para la formación del nuevo Ejecutivo de Benjamin Netanyahu.

Tras seguir el guión diplomático («España colaborará plenamente con el Gobierno que se forme»), expresa su esperanza en el nuevo líder centrista, Yair Lapid. «Si la coalición es la que parece que puede salir es razonable pensar que ahora hay más posibilidades que antes de avanzar en el proceso de paz. Elementos que tienen más interés en relanzarlo pueden estar en el Gobierno», asegura a EL MUNDO.es en su primera entrevista desde que llegó a Tel Aviv de París hace siete meses.

Carderera exporta la «marca España», elogia la sociedad israelí, pide la reanudación del proceso de paz y critica la construcción en las colonias.

¿Qué sabe y espera de Yair Lapid?

La gran sorpresa. Realizó una campaña impecable tras una larga temporada preparándose. Puede ser un elemento de moderación. Se habla de que podría ocupar Exteriores si finalmente entra en el Gobierno. Sería un excelente ministro de ésta u otras carteras importantes.

¿Es optimista?

No cuesta nada ser optimistas. Una de las condiciones de Lapid es lareanudación de las negociaciones de paz. Hay una oportunidad que antes no existía. Puede ayudar a Netanyahu a intentar negociar con los palestinos y llegar a un acuerdo.

¿A qué se debe el estancamiento del diálogo?

Imagino que la razón fundamental es la ausencia de confianza. Probablemente las dos partes piensan que el tiempo juega a su favor y eso hace que las concesiones sean muy difíciles. En Israel, el hecho de que la retirada de Gaza fuera seguida por ataques contra sus poblaciones del sur aumentó el escepticismo. Pero la opinión pública israelí sigue siendo mayoritariamente partidaria de la solución de dos Estados.

Es un problema de más de 60 años sin resolver. Existe incluso antes de la creación de Israel con hostilidades no declaradas. Oportunidades claras en el proceso de paz no han sido aprovechadas por las razones que sean como en la cumbre de Camp David (2000) o la oferta de Olmert (2008).

¿Esto no es irresoluble?

Todos los conflictos acaban solucionándose tarde o temprano. No hay ninguna situación de hostilidad que sea eterna. A la larga siempre hay una solución. A corto plazo es difícil pensar en una solución definitiva con todos los elementos, pero es factible llegar a acuerdos parciales que den confianza y permitan alcanzar a medio plazo la solución. España desea que suceda cuanto antes.

Más allá del económico, ¿cuál es el papel de España y Europa? ¿No hay voluntad o capacidad de mediar?

El apoyo internacional es importante para relanzar el diálogo y buscar la solución definitiva pero lo primero que debe haber es voluntad real de las dos partes para negociar con unos parámetros claros. Los elementos de negociaciones son conocidos y sólo falta ponerse de acuerdo. España tiene buenas relaciones con Israel y Palestina y les anima a negociar.

¿Cómo son las relaciones tras el voto de España a favor de Palestina como Estado observador en la ONU?

Era un voto que probablemente el Gobierno israelí esperaba y nos dijo que no iba a afectar la relación bilateral y el interés de Israel por mantener una cooperación impecable. Las relaciones son buenas pero mejorables. Hay voluntad de los dos Gobiernos para aprovechar sinergias y explorar las ventajas comparativas de la otra parte. Hay empresas españolas como las que participan en la construcción de una planta desaladora, que dará agua a 1.300.000 israelíes, o solares fotovoltaicas. Tenemos gran interés en participar en el plan de infraestructuras.

¿Las colonias en Cisjordania son un obstáculo para la paz?

La construcción en los asentamientos es condenada por todo el mundo, incluyendo EEUU. España lo condena, como la Unión Europea, ya que es un obstáculo para la paz. Dentro de los parámetros para una solución se debe definir qué pasa con los asentamientos. No todos son iguales. Habrá asentamientos que en el marco de un acuerdo se podrán mantener y habrá otros a revisar negociando y sin imposiciones unilaterales. La construcción de nuevos asentamientos es un obstáculo nuevo que se añade a los ya existentes.

¿Qué es lo que más le ha llamado la atención?

Israel es mucho más moderno y occidental de la imagen que se tiene. Más verde con una vegetación exuberante tras hacer un uso eficiente del agua. Los israelíes son muy directos, gente muy abierta y amable. Es un país muy complejo y denso porque pesa más de sus casi ocho millones de habitantes y cunde mucho. Casi cada día hay una noticia importante en la prensa de todo el mundo. Muchas veces las informaciones de Israel que no son del conflicto no llegan.

¿Densa y compleja?

Es una sociedad con grandes contrastes. 20% de árabes, 11% ultraortodoxos, 200.000 beduinos, más de un millón de origen ruso, etc. Un asesor económico del Gobierno me dijo que es como tres países en uno. Las universidades y el apoyo a la innovación son extraordinarios. Personas mayores que en otros lugares estarían en la jubilación trabajan con una brillantez enorme. Por ejemplo, el presidente Peres, a sus 89 años, tiene una cabeza privilegiada o Stef Wertheimer (86) que ha inaugurado en Nazaret su sexto parque industrial en Israel. Me llama la atención la capacidad de innovación donde 1+1 para los israelíes no es necesariamente 2 sino que puede ser 11.

http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/13/internacional/1360748345.html 

 
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