Lapid: "No nos amenacen con una guerra civil"

El presidente del partido Yesh Atid, el ex periodista Yair Lapid, pronunció su primer discurso en la Knéset (Parlamento), donde resaltó la principal preocupación que lo llevó a triunfar en la política. «No debemos ignorar la cuestión del ‘reparto de la carga'», un eufemismo que se refiere a la eliminación de subvenciones a los ultra ortodoxos y su incorporación al servicio militar, obligatorio para el resto de la población.

«No habrá guerra civil. El diez por ciento de la población no puede amenazar al noventa por ciento restante con una guerra civil».

Lapid advirtió que Israel está en medio de una crisis, y añadió que «cuando más rápido la reconozcamos, más rápido la podremos solucionar». El líder de Yesh Atid explicó que la crisis no es simplemente económica o social » tiene que ver con la capacidad del Estado para ejercer la soberanía frente a los grupos que lo componen».
«Debemos preservar cuidadosamente todo aquello que nos une. Esa unión no puede existir si no se reconocen los principios básicos de la democracia y que es que el Estado tiene el derecho de actuar de acuerdo con el deseo de la mayoría».

Lapid declaró que el público espera que sus líderes «venzan al miedo, y traigan soluciones reales a los problemas que están despellejando a la sociedad israelí».
«No hemos vendido acá para meter una cuña; sino para unir. Las rupturas ya están aquí, estamos siendo desgarrados el uno

del otro en las escuelas, en el ejército, en el trabajo. Es tiempo de admitir que hay una herida abriéndose en el corazón de la sociedad israelí y que ahora es el tiempo de curarla».Lapid explicó su visión para restaurar la soberanía del Estado: «Nuestro trabajo es imaginar juntos como se debería ver Israel. ¿Es inverosímil imaginar un país en el que todos los niños ultra ortodoxos puedan hablar inglés y en el que todos los niños laicos sepan leer una página del Talmud?
«¿Es tirado del los pelos imaginarse un estado que sea líder mundial, que recuerde que su tarea es ayudar a los huérfanos, las viudas y los extranjeros? ¿Es inverosímil imaginar un país que no está impulsado por la xenofobia sino por el amor al hombre? Yo creo que no. Creo en el Estado de Israel y en su habilidad de crear un modelo de sociedad en el que podamos estar orgullosos».

Lapid fue seguido en el podio por el diputado Menajem Eliezer Moses, del partido ultra ortodoxo Iahadut HaTorá (Judaísmo Unido de la Torá)
«¿Crees realmente que haya alguna fuerza que pueda enrolar [al ejército] a cien mil estudiantes de yeshiva (seminarios rabínicos)? ¿Tenemos suficiente espacio en las prisiones para ellos, si no tenemos suficiente espacio para las parejas jóvenes? Le costaría al país mucho más si son encarcelados».

«Te voy a decir algo que pocos saben: Incluso el Nahal Haredí (Una brigada especial para ultra ortodoxos) está mayormente financiado por los judíos ricos de Los Ángeles y no por el Ejército de Defensa de Israel».