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| lunes diciembre 23, 2024

Ex periodistas árabes: La guerra en Irak – es un complot occidental, la justicia requiere que Bush, Cheney y otros sean juzgados, ejecutados y enviados a campos de concentración


Memri

En el 10º aniversario de la invasión estadounidense  a Irak, dos prominentes periodistas árabes publicaron artículos que criticaban a los Estados Unidos y Occidente por la invasión, llamando a la acción parte de una conspiración a gran escala contra el mundo árabe.

Jihad Al-Khazen, columnista del diario de Londres Al-Hayat, escribió en su columna del 19 de marzo, 2013 que los funcionarios estadounidenses – entre ellos el ex presidente estadounidense George W. Bush, su vicepresidente Dick Cheney y otros – deben ser enjuiciados y ejecutados por fabricar evidencias con el fin de justificar la guerra en Irak. Afirmando que los crímenes de estos líderes son «casi tan atroces como los de los nazis», dijo que si hubiera justicia en el mundo, estos hubieran sido detenidos en un «campo de concentración al estilo nazi». Este agregó que el Irak de hoy día – «una colonia iraní», con un régimen sectario y ataques terroristas a diario, es el resultado de una «conspiración antigua» para sembrar la sedición entre los musulmanes y por lo tanto ayudar a Israel a controlar los recursos del Medio Oriente.

En un artículo el 20 de marzo en el diario de Londres Al-Quds Al-Arabi, el editor del diario ´Abd Al-Bari´ Atwan también discutió el aniversario de la guerra, escribiendo que las mentiras y el engaño utilizado para justificarlo demuestra que los árabes son víctimas de una serie de continuas conspiraciones en contra de ellos – conspiraciones destinadas a servir a Israel, apoderarse del petróleo de los árabes, y sembrar la violencia sectaria entre sunitas y chiítas. También afirmó que Saddam Hussein había sido deliberadamente engañado para que invadiera Kuwait por la entonces Embajadora en Bagdad April Glaspie y varios líderes árabes. Este también señaló que algunos en los Estados Unidos y Gran Bretaña estaban pidiendo enjuicar a Bush y al ex primer ministro británico Tony Blair, así como también a «los árabes e iraquíes que participaron en la conspiración contra su propio país».

Lo siguiente son extractos de traducciones al inglés del artículo de Al-Khazen que fue publicado por Al-Hayat y del artículo de Al-´Atwan publicado en su portal traducido también al inglés.

Jihad Al-Khazen: La justicia requiere que Bush, Cheney y otros sean juzgados, ejecutados y enviados a un campo de concentración

 Jihad-Al-Khazen

Jihad Al-Khazen

En su columna del 19 de marzo en Al-Hayat, Al-Jihad Khazen escribió: [1] «Hoy, hace 10 años, los Estados Unidos invadieron Irak. La administración de George W. Bush ha cometido un crimen de guerra, pero ninguno de los involucrados en la fabricación de pruebas para justificar la guerra que planificaron y ejecutaron ha tenido que rendir cuentas. Esto a pesar del hecho de que su guerra ha provocado la muerte de un millón de árabes y musulmanes, junto con 5.000 estadounidenses sólo en Irak, además, la muerte allí es constante.

«La justicia exige que estos individuos sean sometidos a juicio y el único castigo justo es que todos sean ejecutados, incluyendo a George W. Bush, el ex vicepresidente Dick Cheney, el ex secretario de defensa Donald Rumsfeld, y los funcionarios tales como Elliott Abrams, Douglas Feith, y John Bolton. Los instigadores también merecen [ser enjuiciados], por haber apoyado a Israel a expensas de los intereses estadounidenses y todos los otros intereses. Estos incluyen a William Kristol, Richard Perle, Michael Ledeen, Frank Gaffney, Reuel Marc Gerecht, Charles Krauthammer y Alan Dershowitz.

«Todas las páginas de Al-Hayat no serían suficientes para cubrir los nombres de los criminales de guerra e intelectuales involucrados en la guerra de Irak. Me disculpo por repetir esto, pero: El grupo guerrerista y malvado pro-Israel le envió una carta al ex presidente Bill Clinton el 26 de febrero del 1998, incitándolo a derrocar a Saddam. Clinton era demasiado listo para aceptar su consejo – o su maldad. El 20 de septiembre, 2011,  enviaron una carta similar a George W. Bush, un tonto ignorante, tal como la mayoría de las personas acuerdan. Como resultado, los neoconservadores gobernaron con él al igual que un frente, y explotaron los ataques terroristas del 11 de septiembre, 2011 para persuadirlo a que librara una guerra que los Estados Unidos a la final perdieron, junto con la guerra en Afganistán y la guerra contra el terrorismo.

«La economía estadounidense, y con ella la economía mundial, colapsaron en el 2008, y la crisis financiera continúa hasta hoy día. Todo ello mientras la pandilla pro-Israel culpa al [Presidente] Obama por algo que heredó de George W. Bush, y por lo que cada miembro de la misma banda jugó en su papel de causar guerras fracasadas y su financiación a través de préstamos de China y otros. Tengo frente a mí un informe de los Estados Unidos que indica que el costo directo de la guerra en Irak fue de $2 trillones de dólares, que se elevaría a 5 trillones o $6 trillones si son sumadas las continuas compensaciones en caso de muerte, tratamiento, jubilaciones y demás.

«Si existe algo de justicia en este mundo, los criminales de guerra de la administración Bush, y sus alrededores hubiesen sido enviados a un campo de concentración al estilo nazi, debido a que sus crímenes son tan atroces tal como los de los nazis, y los guardias de su prisión habrían sido elegido de entre los familiares de sus víctimas en Irak y en otros lugares. Si hubiese alguna justicia, Cheney no se atrevería a decir que si tuviera que hacerlo otra vez, habría invadido Irak de nuevo sin vacilación.

«Hoy, Irak es una colonia iraní. Existe un régimen sectario en el poder y un terrorismo a diario donde los musulmanes son asesinados a manos de otros musulmanes. Esto no es casualidad, sino el resultado de un viejo plan…

«Los neoconservadores siempre han tratado de crear sedición entre los musulmanes, y específicamente trataron de construir una alianza Estados Unidos-chiísmo en contra de la mayoría sunita en el mundo y en los países árabes. Los estadounidenses establecieron relaciones con los árabes a regañadientes, y odian a Irán a regañadientes también. Creen que el apoyo a una minoría que representa el diez por ciento de los musulmanes es suficiente para distraer a los musulmanes a través de luchas internas, y ayudan a Israel a dominar los recursos del Medio Oriente.

«Después de la Segunda Guerra Mundial, se hizo justicia cuando los nazis fueron llevados a juicio, mientras que sus altos dirigentes implicados en el Holocausto fueron ejecutados. Pero el crimen del siglo 20 se repitió contra los árabes y los musulmanes en este siglo.

«En lugar de que los criminales de guerra fuesen detenidos y llevados ante los tribunales, tal como el mundo atestiguo durante el siglo pasado en Nuremberg, los criminales no han sido arrestados, lo que les animó a continuar con su malvada política racista y tratar de volver al poder para destruir lo que quedaba de la capacidad militar y económica de los Estados Unidos, y asesinar al mayor número posible de árabes y musulmanes.

«Todas estas personas son criminales de guerra, y hay pruebas concluyentes en su contra, reunidas por intelectuales estadounidenses, ex funcionarios e investigadores. Todo lo que se necesita es [la] voluntad internacional para llevarlos a juicio, tal como se merecen».

´Abd Al-Bari ´Atwan: Los árabes «fueron y siguen siendo víctimas de una serie de conspiraciones»

 

´Abd Al-Bari´ Atwan

En su artículo del 20 de marzo ´Abd Al-Bari ´Atwan escribió [2]: «El lunes, el principal programa de investigación de la BBC Panorama emitió un informe acerca de las mentiras y el cínico engaño empleado para justificar la invasión y ocupación de Irak. Mientras lo vi me convencí más y más de que nosotros, como árabes, fuimos y seguimos siendo víctimas de una serie de conspiraciones en contra de nuestros países y que, al permitir que éstos tengan éxito, también somos culpables.

«En Occidente, nos acusan de ser ingenuos [porque] siempre hemos acusado a Occidente de ingeniar nuestros problemas, absolviéndonos de toda culpa.

«En el curso de la investigación de Panorama fueron entrevistados varios iraquíes, entre ellos dos espías cuya información fue crucial para que Estados Unidos y el Reino Unido justificaran la guerra… Ambas fuentes fueron desacreditadas ya en el 2002, pero su ´evidencia´ formó gran parte del informe de Colin Powell ante la ONU y el supuesto dossier truncado de Tony Blair, ambos presentados apenas unas semanas antes de la invasión del 20 de marzo a Irak. El programa también confirmó que la fuente de la infame mentira de que Saddam tenía armas de destrucción masiva que pudieran alcanzar a Occidente en 45 minutos no fue otro que Iyad Allawi, quien más tarde se convertiría en el primer ministro de Irak. Allawi le dijo a Panorama que había escuchado esta información de terceros a través de una red de oficiales disidentes del ejército… Esta ´inteligencia´ de susurros chinos fue luego pasada al [Servicio Secreto de Inteligencia Británico] M16… «

«Sólo ahora descubrimos las mentiras que Occidente promovió para ocupar Irak en nombre de la democracia y la civilización. Millones de vidas iraquíes se perdieron o fueron destruidas, el país está en ruinas, [y] en las garras de una guerra civil putativa, es un refugio para extremistas y está bajo el control iraní.

«Los ingleses nos engañaron cuando nos dijeron que organizáramos una revolución contra el emperador otomano, prometiéndonos la creación de un estado árabe unificado. En su lugar, nos recompensaron con la promesa del llamado Tratado Belford el 2 de noviembre, 1917 [sic], entregando Palestina para convertirse en una patria judía, y dividieron la región en pequeños estados controlables bajo el Acuerdo Sykes-Picot. Fuimos engañados también, cuando a las bandas terroristas judías se les equipó con armas como parte de la conspiración que llevó a la creación del estado de Israel.

«Si estos desastres fueron causados por conspiraciones deliberadas contra los árabes y los musulmanes, entonces ¿cuál es la conspiración ahora?

«Para el momento de la invasión de Irak en el 2003, el ministro de relaciones exteriores de un prominente estado del Golfo me criticó por condenar la intervención de los estados árabes en el ataque estadounidense a Irak. El Consejo de Cooperación del Golfo y otras cumbres árabes pidieron a Saddam Hussein comprometerse con las resoluciones de la ONU y cooperar con los inspectores internacionales mediante la destrucción de todas las armas de destrucción masivas. Incluso si creían que Irak tenía tales armas, también eran conscientes que hubiese sido poco probable que Saddam las utilizaría, siempre y cuando el equilibrio estratégico entre los árabes e Israel por un lado y los árabes e Irán por el otro se mantuviera en su lugar. En 1990, estos mismos estados habían gastado $1 billón para traer a las tropas estadounidenses a que liberaran a Kuwait de la invasión de Irak. Cuando Saddam se enfrentó a una devastadora guerra contra Irán durante ocho años en la década de 1980 y necesitó miles de millones de dólares para salvar la economía de su país, los estados árabes se negaron a ayudarlo. Estos formaban parte del asedio impuesto contra él.

«El ministro me reprochó por mi análisis de que los errores de los árabes para hacerle frente a Irak son responsables por la creciente influencia de Irán allí. Me atengo a mi observación.

«Ahora que vi la explícita exposición de Panorama de todas las mentiras, y los motivos de los espías y políticos con intereses propios que los endosaron, estoy convencido de que el ex presidente iraquí fue engañado deliberadamente en la trampa de invadir Kuwait por la embajadora estadounidense en Bagdad April Glaspie, y que varios líderes árabes allanaron el camino para involucrarla.

«Hay llamadas en los Estados Unidos y Gran Bretaña para enjuiciar al ex primer ministro británico Tony Blair y al ex presidente de Estados Unidos George Bush como criminales de guerra. Exigimos [también] el enjuiciamiento de los árabes e iraquíes que participaron en la conspiración contra su propio país.

«Las guerras y conspiraciones lanzadas contra los árabes lograron dos objetivos principales: El primero fue servir los intereses de Israel y sus aspiraciones de permanecer en los territorios árabes, mientras que el segundo fue apoderarse del petróleo árabe.

«Aunque nunca he sido un gran creyente en las teorías de conspiración, ahora puedo ver la mano deliberada de Occidente en el creciente y amplio sectarismo en toda la región, que se introdujo horriblemente por primera vez en Irak, a través de la polarización e instigamiento de la hostilidad entre chiítas y sunitas, el peligro para Israel a un mundo árabe unido se redujo al mínimo».

Notas al final:

[1] El texto ha sido ligeramente editado para mayor claridad.

[2] Bariatwan.com, 20 de marzo, 2013. El texto ha sido ligeramente editado para mayor claridad.

 
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