Amira, Ven a Ver a Mi Hija Luchando por Su Vida
La sociedad israelí está alborotada porque una columnista de Haaretz llama a los ataques palestinos con rocas en contra de los judíos.
Adva Bitton
Aishlatino.com
Amira Hass, una influyente columnista del periódico israelí Haaretz, ha escrito un artículo extremadamente perturbador abogando por los ataques palestinos con rocas en contra de los israelíes – llamándolo un «derecho y un deber». También recomienda que «las escuelas palestinas introduzcan clases básicas sobre resistencia».
Una organización israelí está intentando demandar a Hass por incitación a la violencia, especialmente siendo que sus palabras llegan en la víspera de Iom HaShoá (el Día de Conmemoración del Holocausto), y sólo horas después de que una corte condenara a un palestino con cargos de asesinato por tirar rocas a un auto que volcó posteriormente producto del ataque, matando a un israelí y a su pequeño hijo.
Carta Abierta a Amira Hass
Adva Bitton – cuya hija de tres años, Adele, está en condición crítica después de un ataque con rocas hace tres semanas en Cisjordania – le escribió la siguiente carta a Amira Hass, publicada en el sitio de noticias en hebreo NRG.
Amira, ven a la unidad de terapia intensiva y ve a mi Adele, una niña de tres años de edad, conectada a tubos. Vive conmigo la difícil prueba que estoy enfrentando. Amira, una roca no distingue entre sangre y sangre, ni entre un adulto y una niña de tres años. Una roca mata. Una roca es un arma mortal en todos los sentidos. Hace tres semanas viví en carne propia cómo una sola roca ha causado que la vida de toda una familia cambie por completo.
Creo en el valor de la vida. La vida es la cosa más sagrada, más allá de la raza, religión o género. Hoy, habiendo pasado tres semanas en una unidad de cuidados intensivos, estoy rodeada sólo por gente que está luchando por la vida y ayudándose unos a otros.
El paramédico árabe que vino a nuestro auto no dijo palabras nobles y vacías como las tuyas – palabras que matan.
El primer paramédico que llegó a nuestro auto, que nos vio insertados bajo el camión contra el cual nos estrellamos, fue un joven árabe. Él vino y comenzó su sagrado trabajo. No dijo palabras nobles y vacías como las tuyas – palabras que matan. Simplemente salvó vidas.
Estoy de acuerdo contigo, Amira, en que toda persona tiene derecho a su libertad, ya sea árabe o judía. Estoy de acuerdo en que todos debemos luchar por la libertad, pero no hay nadie en este mundo que logrará la libertad por medio de armas mortales. No hay razón en el mundo para que mi Adele, mi hija de tres años, esté yaciendo en una unidad de cuidados intensivos, conectada a tubos y luchando por su vida, y no hay razón, Amira, para que tú lo alientes. ¿Por qué debe mi pequeña Adele pagar este precio? ¿Tuvo la oportunidad de dañar a alguien en los tres años que ha vivido?
Te invito, Amira: Ven a la unidad de cuidados intensivos, y vive conmigo la difícil prueba que estoy enfrentando. Pero no te recomiendo que te pongas en mi lugar, escuchando los gritos de tus propias hijas desde el interior del auto chocado, estando plenamente consciente y sintiendo tu propia impotencia, tu inhabilidad para moverte y ayudarlas. Ver a tu hija de tres años luchando por su vida, sin tener la capacidad de influir en su condición.
Trabajo de maestra. Tengo unos cuantos estudiantes árabes a los que les enseño, y durante este tiempo difícil han estado viniendo al hospital todos los días. Dicen: «Estamos rezando por Adele», y a mí no me importa si la plegaria es en árabe o en hebreo. Su plegaria está compuesta por palabras también, pero palabras que vienen del corazón y son capaces de prolongar la vida. Tus palabras, Amira, son horrendas palabras de incitación; palabras que alientan a quitar la vida
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