Hamás sigue donde estaba

Jonathan Schanzer

elmed.io

Tras varios meses, Hamás ha completado al fin sus elecciones internas, interrumpidas una y otra vez, según informan diversas fuentes. A la cabeza de la Ejecutiva estará de nuevo Jaled Mashal, quien anteriormente había manifestado su deseo de dejar el puesto. El adjunto de Mashal será, según varias fuentes no confirmadas, Ismaíl Haniye, quien además es, de facto, primer ministro de Gaza.

Vale la pena recordar que la dirección ejecutiva de Hamás abandonó el año pasado su cuartel general de Damasco, que ocupaba desde hacía tiempo, en medio del recrudecimiento de la violencia en Siria. El gabinete político, o dirección externa, se vio obligado a dispersarse por todo el mundo musulmán. Mashal, al parecer, pasó más tiempo en Catar. Musa Abu Marzuk se estableció en Egipto. La dirección sigue sin tener sede oficial.

La elección de Mashal demuestra la creciente importancia de Catar, que emerge como una de las principales fuentes de financiación de Hamás desde que Irán dejó de aportar fondos debido a las sanciones instadas por Estados Unidos, entre otras causas. Catar es, por decirlo claramente, el nuevo cajero automático de la organización.

La confirmación de Haniye como número dos implicaría reconocer la creciente importancia de la dirección con sede en Gaza, que lucha en primera línea contra Israel. De hecho, la Franja se mantiene como centro de gravedad político del movimiento.

El hecho de que las elecciones se celebraran en Egipto demuestra que este país es todavía un factor importante para Hamás. Pese a las recientes tensiones (los egipcios inundaron sus túneles de contrabando y acusaron a algunos de sus miembros de conspirar contra el Estado), tanto El Cairo como el propio grupo islamista comprenden que el país africano es la llave al mundo exterior para el movimiento. Si alguna vez Hamás se integrara política o económicamente con el resto del mundo árabe, Egipto sería su puerta de entrada.

Resulta destacable la ausencia de Turquía en el proceso de selección, dado que en los últimos se ha convertido en un claro valedor de Hamás. El año pasado Ankara podría haberle proporcionado 300 millones de dólares. Los turcos continúan exportando bienes a Gaza, y ayudan en las costosas tareas de reconstrucción tras el reciente conflicto con Israel. Además, el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, anunció hace poco que iba a visitar la Franja. Ahora bien, que sepamos, Turquía no está presente de manera destacada en la nueva estructura directiva.

El papel de Sudán tampoco se ve reflejado en el nuevo organigrama, pero Mashal visita a menudo Jartum, cuyo régimen está estrechamente coordinado con el de Teherán. Si bien los vínculos entre Irán, Hamás y Sudán están documentados desde hace años, la elección de Haniye, en cierto modo, refuerza la importancia de los mismos. Irán, recuérdese, provee de misiles de corto y largo alcance, así como de otro armamento, a los grupos terroristas palestinos.

En otras palabras, la elección de los líderes de Hamás no refleja cambio alguno en la actitud de la organización islamista respecto del terrorismo o el negacionismo. Mashal, durante su visita a Gaza de diciembre, juró que Hamás proseguiría con su estrategia de violencia contra Israel. Ahora, cuando comienza un nuevo mandato de cuatro años, es lógico esperar más de lo mismo.

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