Es firme, valiente, decidida y habla y escribe con conocimiento de causa. La ex diputada, hoy periodista, conferencista y escritora barcelonesa Pilar Rahola, arriba a Montevideo la semana entrante. El jueves próximo brindará una conferencia en la Universidad ORT, invitada por el Keren Kayemet LeIsrael.
La ubicamos telefónicamente en Barcelona para realizarle esta entrevista especial.
Es un placer compartirla con nuestros lectores.
Pilar, me da una gran alegría volver a conversar contigo…y hacerlo poco antes de que partas hacia Montevideo,. ¿Qué te inspira volver a Uruguay y hacerlo invitada por una institución que también te ha honrado recientemente en Israel, comenzando la plantación de un bosque a tu nombre?
La verdad es que volver a Uruguay es un poco volver a casa. Allí he hecho amigos, tengo referencias culturales, intelectuales, políticas de primer nivel. Siempre me ha parecido un pequeño gran país. De manera que es como volver a una parte de la patria chica. Y además, ir con la organización ecologista más antigua del mundo, que lucha por poner árboles allí donde a menudo hay desierto pero donde a menudo también hay bombas y violencia, a mí me parece un honor añadido.
Toda la gente que luche por plantar la vida, ahí donde otros trabajan para la muerte, siempre serán grandes embajadores .En este sentido, venir con el Keren Kayemet es venir con la vida, con la ecología, con el derecho de Israel a la existencia, con la supervivencia, con los valores universales.
Tengo muy presente tu libro “La República islámica de España” y cuando fue recientemente el terrible atentado en Londres, en el que un islamista asesinó a un soldado y lo decapitó, una de las asociaciones que me vinieron a la mente fue qué estarías pensando tú. Has escrito mucho sobre el tema del Islam radical en Europa, en tu país y en el mundo en general. ¿Qué fue lo primero que te vino a la mente, al corazón, cuando te enteraste de ese horroroso atentado en Londres?
Mira, lo primero..No me sorprendí. Lo segundo, recordar el largo período del “Londostan” donde Imanes radicales integristas, algunos de ellos con prédicas abiertamente jihadistas, fueron permitidos en nombre de la democracia. Entre otros, en Londres, vivía un jeque tuerto que era perseguido y reclamado por las autoridades norteamericanas por ser el inductor ideológico y el líder espiritual de muchos atentados y que, además, indoctrinaba en la muerte y en el odio a numerosos ingleses de identidad musulmana. Este hombre y muchos otros como él, estuvieron predicando en las mezquitas musulmanas de “Londostan” durante todo el tiempo que quisieron. Hasta el 11 de setiembre, con total impunidad, y después del 11 de setiembre con algo más de dificultad pero con demasiada libertad y se ha tardado muchísimo en reaccionar y en comprender que no puede proteger sino que debe defenderse de estos locos.
Y yo creo por tanto que atentados como el de Londres es la consecuencia de una práctica democrática errática y errónea que acaba protegiendo a los propios asesinos.
¿Qué se puede hacer ante esta situación?
Recordemos ante todo que hemos tenido ahora una situación parecida en Francia, y que se puede dar en cualquier lugar. Hay que expulsar a los Imanes salafistas sin miramientos, con la ley democrática en la mano. Son gente que adoctrina a los ciudadanos para convertirlos en agentes del odio. De la misma forma que las autoridades democráticas tienen que proteger intensamente a las muchas religiones, identidades y culturas de sus pueblos, también tienen que protegerlos de los ideólogos de la confrontación y de la muerte.
Esos Imanes salafistas, incluso aunque no levanten ellos mismos la violencia, alimentan permanentemente la violencia. Y cuando en nuestras sociedades nos preguntamos cómo es que gente nacida en Barcelona, en Londres o en París se haya ido a matar ciudadanos a Afganistán, Irak, Turquía o en el país en el que viven, hay que preguntarse qué hacemos con estos Imanes, con los congresos salafistas, con los discursos de odio que nos llegan por las televisiones pagadas por Qatar y compañía, etc…Ahí está la semilla del mal.
El problema es que en este tipo de situaciones, los extremistas logran imponer su voz, aunque sean minoría, porque los moderados, quedan amedrentados o no les importa. ¿Esto significa que la batalla está perdida? La demografía en Europa no ayuda en absoluto…
Yo creo que más que plantearlo en términos demográfico, hay que plantearlo en términos de financiación. Ninguno de los Imanes que han recorrido la piel de Europa, que se han asentado y se dedican a alimentar el salafismo entre las comunidades musulmanas europeas, vienen gratis. Detrás hay muchísima financiación de grandes dictaduras del petrodólar, que utilizan su riqueza ingente para alimentar una mirada extrema, integrista y rigorista del Islam.
Te daré un ejemplo: en Cataluña, que es un territorio pequeño, 7 millones de personas en 38.000 km2, hemos tenido centenares de congresos salafistas, en cada uno de los cuales se reúnen 2 ó 3 mil musulmanes para escuchar a los ulemas e Imanes que vienen de Arabia Saudí, de los Emiratos Árabes y de Qatar, y que vienen para decirles que sus mujeres no pueden ser libres, que deben ir tapadas y que las niñas deben dejar la universidad cuando sean casaderas, que a las niñas hay que taparlas, que la democracia no es buena y mucho más. Estos movimientos salafistas en Europa generan muchísimo dinero. Y ese dinero es la fuente de todo el mal. Es decir: si Arabia Saudí, y Emiratos y Qatar, estos países amigos nuestros, tan bonitos y tan simpáticos, no estuvieran financiando con miles de millones de dólares, el proselitismo del salafismo más radical, probablemente tendríamos la décima parte del problema que tenemos.
De manera que en el fondo, volviendo a lo esencial, el problema lo tenemos con estas dictaduras “amigas” y al final, lo tenemos en el petróleo.
Pilar, claro está que la financiación es clave..Quisiera de todos modos volver al factor demográfico..Sabemos cuáles son las tendencias en Europa, qué está pasando allí con el aumento constante del Islam. Mi pregunta es si acaso este proceso necesariamente conduce a un momento en el que, por las mayorías musulmanas eventuales en Europa, se diga “Europa está perdida” o si existe la posibilidad de que venciendo al salafismo, el cuadro pueda ser diferente ..
Es cierto que la demografía juega en contra porque es evidente que en situaciones de mujeres esclavizadas también se produce una natalidad generalmente mucho mayor, porque también forma parte de la ideología tener muchos niños, educarlos en el salafismo, etc…El tema no es menor, ni en Europa ni en el mundo globalmente. Si uno mira las escalas demográficas es evidente que el colectivo humano que crece es éste y no otro. Pero esto no tiene que significar ninguna derrota. Depende. Lo que tenemos que derrotar es la ideología. Y si derrotamos la ideología, habremos derrotado el problema.
A pesar de todo, Europa tiene unas ideas muy sólidas, los valores de la libertad son fundamentales y a mí me cuesta mucho imaginar que esto pueda ser derrotado en aras de ningún fanatismo islamista, como no lo fue ni con el stalinismo. Pero el reto es gravísimo.
De aquí a que la identidad musulmana fuera mayoritaria en Europa tendrían que pasar muchas décadas. Y en ese proceso habremos vencido la ideología. De modo que yo no tengo una mirada preocupante respecto al tema. Pero sí tengo que decir que Europa mató a 6 millones de judíos y ahora tenemos 20 millones de musulmanes. No sé si hemos ganado con el cambio….
Me parece que la aportación cultural, médica y científica de la población judía a Europa y al mundo fue la clave del éxito de las ideas más importante de la historia. La aportación musulmana a Europa en este momento aún no se nota en el terreno de las luces aún no se nota. Quizás algún día sí. Esto, con la excepción de algunas mujeres que son extraordinarias y que están luchando por sus libertades. Pero sí que se nota mucho en el terreno de las ideas oscuras. Es decir: luz, poca de momento, mucha oscuridad. ES evidente que la historia es trágica a todos los niveles.
Pero nunca olvidemos que las primeras víctimas del islamismo son los propios musulmanes, porque los envían a morir o a matar, porque los esclavizan con ideas fanáticas y totalitarias o porque directamente los matan cuando son disidentes. De manera que yo tengo una gran empatía con los musulmanes como colectivo, porque es a ellos que va dirigida en estos momentos la ideología más fanática y más trágica de la historia.
Me parece que nosotros somos víctimas colaterales, pero las víctimas principales son ellos…y ellas principalmente.
Y esto que mencionas es sumamente importante, porque tú ya bien has dicho: hay 20 millones de musulmanes en Europa…y no son todos terroristas ni fanáticos…Generalizar sería injusto y más que nada por lo que tú misma has destacado: los musulmanes no radicales son las primeras víctimas del fanatismo islámico.
Exactamente. Desgraciadamente una parte de la identidad islámica ha generado una revolución violenta y totalitaria. El pueblo europeo era un pueblo de luces, porque amaba la cultura, al individuo, las libertades. La entidad musulmana aún no nos aporta luces, primero porque proviene de países dictatoriales donde no han sido educados en libertad y seguro porque beben en este momento de unas fuentes muy peligrosas. Por lo tanto digo que una masa humana muy vulnerable a la ideología totalitaria, también es la primera víctima de esas ideologías.
Cuando tú investigaste el tema del islamismo en España, te habrás topado con la otra cara de la moneda, musulmanes que sufren del radicalismo y sufrieron decir con qué no están de acuerdo
De hecho mi libro sobre la amenaza islamista en España es un gran homenaje a los hombres y mujeres musulmanas con muchísimo riesgo en su vida. Y tengo que decirte que en este sentido que ciertamente he tenido críticas de la izquierda más irredenta y fanática en este tema y por otro lado apoyo de musulmanes, más que nada mujeres, que son de identidad musulmana y bregan por la defensa de las libertades.
Es muy importante, lo reclamo en Barcelona, en Montevideo, en cualquier lado, es que hay un gran error que se comete, que cuando buscamos interlocutores visualizamos en primera línea a los Imanes. Eso ya es una segregación porque vemos a todo el mundo musulmán como religioso y además, porque segregamos así a la mujer. Lo que hay que hacer es tomar de interlocutores a esos hombres y mujeres musulmanes que luchan por la democracia, por la libertad, que luchan contra la mutilación genital, que se enfrentan a la lapidación… y al velo. La lucha contra el velo en Francia la libran fundamentalmente mujeres musulmanes, más que nada iraníes exiladas. Eso es muy importante recordarlo porque si no, cometemos errores como que cuando un ayuntamiento quiere hablar con musulmanes, habla con los Imanes. Error. Sería como hablar con el Opus Dei si uno quiere hablar con el mundo cristiano. Tratemos a los musulmanes de forma sectaria y generalmente misógena porque ahí excluimos a todas las mujeres y excluimos a los hombres libres.
Y entre el poder que las dictaduras de los petrodólares dan a los Imanes integristas y el poder que las democracias les damos, estamos atrapados y termina así apareciendo un tipo y degollando a un pobre soldado en Londres. Es que ese chaval previamente ha tenido centenares de días escuchando barbaridades en pleno Londres, en boca de un loco integrista que le ha comido el cerebro.
Y luego algunos alegan que el problema de fondo es la desesperación social…
La marginalización especialmente de algunos sectores de la inmigración en países occidentales, es evidente. Pero también la tienen los rusos, rumanos, los chinos.¿Por qué en este caso derivan hacia el islamismo integrista? Porque hay toda una corriente política y económica muy poderosa que alienta ese discurso. Evidentemente la marginación puede traer violencia, delitos, asesinos, de todo tipo y condición. Y no hay nada peor que vivir en una sociedad rica, como pobres.
Aunque utilizan personas que pueden vivir en la marginación o que pueden estar desesperados porque no pueden conseguir una vida, los envían a la muerte. O sea que es una verdadera locura.
Yo no tengo la solución a que las sociedades ricas resuelvan sus problemas de marginación en las periferias. Lo que sí tengo que decir es que hay que quitar de raíz el discurso radical. Y para ello no hay que permitir mezquitas financiadas por el wahabismo. Sería tanto como decir que donde hay inmigración polaca o rusa permitiéramos líderes políticos de extrema derecha diciendo que hay que destruir a los ciudadanos de izquierda, a la democracia o a los ministros. ¿Por qué lo que no permitimos con otras religiones e ideologías lo permitimos con el Islam? Porque tenemos una empanada mental con la religión y con la identidad. Y la religión no es identidad. Es ideología.
¿Tu libro ha despertado conciencias? ¿Ha ayudado a abrir ojos?
Fue muy curioso. Tuvo poco ruido mediático porque en España no se habla abiertamente de estas cosas pero al mismo tiempo se ha vendido como rosquillas, lo cual significa que hay un gran interés. Ha servido como fuente de información para la policía. Me lo han hecho saber. Y es usado como un manual para conocer el fenómeno y conocer los datos. Es una referencia que perdura en el tiempo, así que creo que ha aumentado conciencia.
Pero no he conseguido cambiar las políticas. Es una guerra difícil. Porque tenemos el alma vendida al petróleo, con el alma vendida a saudíes, a qataríes…Tenemos el alma vendida. El problema es que está vendida al demonio.
UNA INICIATIVA SINGULAR
“Te cuento que un grupo de mujeres de Barcelona-que ahora se ha hecho extensivo a toda España- que venimos de campos ideológicos muy diversos, algunas militantes feministas y otras no, confrontándonos con bastantes mujeres feministas de izquierda que no están de acuerdo, acabamos de crear una organización que se llama “Burka Mutila”.Está en Internet. Tenemos abierta una página de peticiones, porque queremos conseguir que se prohíba el “burka” y el “niqab” en España., empezando por Cataluña, donde el Parlamento lo debatió hace poco y aceptó la previsión.
Pensamos que es el campo de batalla de un discurso más profundo sobre la defensa de la libertad de la mujer. Este tipo de iniciativas no sólo las emprendemos mujeres occidentales. Hemos conseguir el apoyo de muchas mujeres musulmanas, algunas desde el anonimato y otras dando la cara.
ES decir: la lucha por la mujer musulmana es una lucha, ante todo, por ellas y luego, es una lucha por todos, también por la democracia. Esto es muy importante recordarlo porque si no, estaríamos en un choque de civilizaciones con el que no estoy de acuerdo. Yo creo que el tema no es la civilización, la identidad ni la religión sino la ideología,.Es eso lo que hay que combatir.
Y esta iniciativa que te acabo de contar, por primera vez, tendrá continuación, porque iremos al Parlamento y un grupo de hombres amigos nuestros se pondrán burkas en un simbólico mensaje.”
Pilar, he llegit la teva entrevista i et felicito de debò. Et considero un referent per a moltes dones; valent, aixerida i sincera.
Bona estada per aquelles terres i, que sapiges, que et trobo a faltar a Can Cuní.