Pablo Cal
Traducción del hebreo: Marcelo Sneh
Porisrael.org
Me pregunto: ¿a qué se debe tan enérgica oposición a la exportación de gas?
Ustedes están librando una batalla campal contra la exportación de gas a países extranjeros, valiéndose de expresiones tales como “despojo”, “omisión”, “negligencia”, “desastre”… ¿De dónde obtuvieron los datos? Todavía no he visto ningún relevamiento confiable que sostenga que la venta del gas provoque un desastre económico. Existen las publicaciones de los centros de lucha, que sostienen que los “tycoons” (magnates) harán todo lo que esté a su alcance para pagar lo menos posible en concepto de regalías, y los argumentos de que hasta que no se aclaren los alcances del gas y del consumo de gas en Israel para los próximos años no podrá llegarse a tan importante resolución.
A mi modesto y leal saber y entender, lo que tendrían que hacer ustedes es dejar de oponerse y concentrarse en orientar las ganancias que resulten de las regalías del gas en beneficio económico de toda la población:
¿Ustedes consideran que el descubrimiento del gas constituye una excelente oportunidad para la independencia energética del Estado de Israel por muchos años y temen que quizás la venta del gas podría ser una amenaza contra esa independencia? Mejor preocúpense que las ganancias resultantes de la energía sean dirigidas en beneficio de nuevas infraestructuras energéticas, basadas en fuentes de energía renovable. Cubran el Negev de usinas termo-solares, hagan de Israel un país pionero en la materia. ¿Ustedes sostienen que los magnates harán todo lo posible para reducir el precio de venta del gas hasta el piso, adeudando de este modo regalías ínfimas? Ocúpense de fijar un precio mínimo derivado de la cotización representativa del gas en los mercados de mercancías del mundo.
Es cierto, quizás no sea popular pensar de esta manera, pero sin la intervención de estos magnates no hubiésemos encontrado el gas. Si se les hubiese comunicado, antes del descubrimiento, que Israel se propone embarcarse en una aventura en alta mar con una inversión de billones en perforaciones, estudios y rastreos en favor de una cierta probabilidad de encontrar gas, ¡Hubiesen sido los primeros en elevar airadas voces de protesta y oposición!
Pensemos por un momento en una situación en la que efectivamente, el Estado de Israel se embarca por sí solo en una empresa semejante, sin la ayuda de empresas intermediarias y efectivamente llega a descubrir el gas. Primero, hubiese llevado decenios hacer todas las perforaciones y todos los rastreos y estudios. Después de descubrir el gas, llevaría otros muchos años hasta levantar las correspondientes plataformas en alta mar. Y también después de iniciada la extracción y la producción del gas, todo el sistema sería tan ineficiente (al mejor estilo de las demás empresas estatales – Puertos, Compañía de Electricidad, etc.), que todas las posibles ganancias del gas se perderían en el tráfago de las pérdidas de otra deficiente empresa estatal que estaría al frente de tan pingüe negocio. Es cierto, estas son todas especulaciones, pero creo que en algo estaremos de acuerdo: seguramente lo antedicho no está para nada reñido con la realidad.
Esos mismos magnates son los que invirtieron el dinero y encontraron los yacimientos de gas y ahora ellos exigen, y yo creo que con más que justa razón, sus ganancias. Bienvenida la designación y la actuación de la Comisión Shishinsky, que sin ella seguramente se hubiese producido un despojo que seguramente nos hubiese afectado a todos nosotros. Pero ahora las condiciones dadas son justas, y tanto el Estado de Israel como los magnates se verán beneficiados con el proceso, y al final de cuentas todos saldrán beneficiados.
Bibi dijo esta semana que “la amenaza más grande contra el cargo (de Gobernador del Banco de Israel) es la ola populista de ensañamiento contra el sector privado que carga con todo el yugo de la economía”. Si ustedes fuesen una oposición auténtica y fiel a sus valores, deberían concentrar sus energías en luchar para que todos los ingresos y todas las regalías producto de ese gas sean orientados en beneficio del desarrollo de infraestructuras más modernas, en mejorar la educación y en varios otros aspectos tan importantes para toda la población. Creo que tanto a corto como a largo plazo todos los ciudadanos de Israel se verán beneficiados por todo este proceso, más aún que si todos los recursos naturales de gas permanezcan en Israel, ya que la expectativa de todo visionario que se precie de serlo es que dentro de 20 años los combustibles fósiles tales como el gas, la nafta y el carbón serán casi inútiles y superfluos, y entonces todos esos yacimientos que mantuvimos en nuestro poder tendrán el mismo valor que la cáscara de un maní.
Fuente: Porisrael.org
Difusion: porisrael.org/diariojudio.com
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