Estados Unidos continúa apegado a la política del Islam político

Jerusalem Center for Public Affairs
26 de Julio de 2013

El Primer Ministro Biniamín Netanyahu, explicó su decisión de reanudar las conversaciones con los palestinos no solo sobre el mismo hecho –la importancia de los pasos hacia la paz con los palestinos-  sino, también, sobre el procedimiento que promoverá los intereses de Israel frente a Irán. Y, sin embargo, el examen sobre  la política regional de Estados Unidos eleva dudas si existe una probabilidad de acuerdo con Estados Unidos  en el sentido de promover los pasos hacia la paz con los palestinos a cambio de un más serio tratamiento frente a Irán.

Por algunos focos de sucesos en el Medio Oriente queda claro que, el gobierno del presidente Obama, se mantiene apegado a la política que extiende la mano al Islam, manifestada en el incentivo a los partidos de La Hermandad a que tomen el poder en la región. Cabe recordar que, la política hacia el islam político del presidente Obama, quedó inaugurada con su declaración en El Cairo diciendo que “Estados Unidos nunca más atacará un territorio musulmán”, o sea,  en todo lo referido a Irán, la opción militar no está sobre la mesa, a pesar  de las insinuaciones de “todas las opciones están sobre la mesa”.

En Egipto, por ejemplo, Estados Unidos exige al ejército liberar al presidente destituido Mohammed Mursi, considerándolo un presidente electo y legítimo.

Pero, signos muchos más amenazadores, provienen de Kurdistán. Por debajo del radar actúa Estados Unidos para conciliar entre el eje kurdo, conducido por Masud Barzani, y la conducción chiita de Bagdad, encabezada por Nouri al-Maliki. Se trata de un paso anticipatorio de la estrategia, mucho más amplia, de conciliación turco-iraní, el día después de la guerra civil en Siria.  Estados Unidos, en su carácter de padrino de esa conciliación, espera que el islam unido se convierta en patrón del fiel pacto.

Como parte de esa medida cabe seguir, con preocupación,  tras los acontecimientos en Kurdistán y Siria. El eje se acerca a la “autonomía administrativa” en el marco del estado sirio, es decir, no alcanzará la independencia (como el eje iraquí) sino el reconocimiento a un gobierno local, por parte del gobierno de  Assad. Durante la guerra, Assad le encomendó la administración de los asuntos del eje kurdo a  sus aliados, el partido PYD, ramificación del partido turco PKK. La autonomía administrativa de los kurdos es   moneda de cambio siria a los kurdos leales. PYD y PKK; son también partidos leales a Irán  y,  de aquí que,  la normalización de relaciones entre Barzani y los chiitas en Bagdad y la autonomía administrativa de los kurdos en Siria, no es más que la incorporación de los kurdos al arco chiita.

Un seguimiento de las páginas de Facebook kurdas revela que, los kurdos  mismos,  están atemorizados por esos procedimientos. PYD es una milicia armada que obtiene el apoyo  de Irán y Assad. Se trata de una hermana gemela del Partido Ba´at y es aún más radical e izquierdista que él. Dirige – como su hermana árabe –  los asuntos de Kurdistán, con despotismo y sin frenos. PYD es un partido odiado por los kurdos que prefieren a las fuerzas que organizaron la revuelta anterior contra Assad,  pero se vieron obligados a emigrar de Siria hacia la diáspora.  Cabe esperar una primavera kurda contra PYD si,  de verdad,  se convierte en la fuerza gobernante en el eje sirio.

Estados Unidos activa  ahora para que, el acuerdo Turquía-PKK, dé sus frutos  a fin que Turquía sea parte de ese procedimiento. Pero,  la situación en Turquía,  no se arregla con los proyectos norteamericanos  debido a que PKK no se apura por salir de Turquía, a pesar del acuerdo con Erdogan.

Lo que debe atemorizar a Israel, y no solo a Israel, es que Estados Unidos no aprenda la lección y se obstine en apoyar la concepción que colapsó. No solo que no se ve ninguna señal sobre la disponibilidad de hacer uso de la opción militar frente a Irán a la hora de ser necesario, sino lo contrario –con apego a la política del islam político, incorpora a los kurdos al arco chiita.