En Nitzavim aparecen varios principios fundamentales del judaísmo:
LA UNION DEL PUEBLO JUDIO: Moshé le dice al pueblo al principio: “Hoy están todos ustedes parados aquí… sus ancianos, sus jueces… y el que recoge leña”
LA REDENCION: Tras advertir que cuando el pueblo abandone los preceptos de Di-s la tierra será desolada y ellos partirán al destierro, nos dice que finalmente se arrepentirán y volverán al Creador, entonces todos los exiliados serán reunidos y volverán con alegría a Eretz Israel.
LA PRACTICIDAD DE LA TORA: Nos dice que la Torá no está en los cielos ni más allá del mar, sino que está aquí, junto a nosotros.
LIBERTAD DE ELECCION: “he puesto ante ti la vida y el bien, la muerte y el mal… la vida y la muerte están ante ti, la bendición y la maldición, y tú elegirás la vida”
En la Parashá Vaielej son narrados los últimos eventos del último día de vida de Moshé, cuando le dice al pueblo: “Ya tengo ciento veinte años, y no puedo continuar”, entonces le transfiere el liderazgo a Ieoshua y termina de escribir un Sefer Torá que
entrega a los levitas para que lo guarden en el Arca del Pacto.
En cada séptimo año, año sabático, en la fiesta de Sucot el pueblo deberá reunirse en el Templo y el Rey leerá para ellos la Torá.
La Parashá concluye diciendo que llegará un momento en que el pueblo se alejará de Di-s, haciendo que Él oculte su rostro de Israel, pero sin embargo las palabras de la Torá no serán olvidadas por sus descendientes.
LA UNION HACE LA FUERZA
Cuántas veces hemos oído este refrán.
Recuerdo una historia que leí hace mucho tiempo: “Un padre que estaba agonizando, reúne a sus tres hijos. Le da una caña a cada uno y les dice: ‘Rómpanla’. Con suma facilidad los jóvenes rompieron las cañas. Luego el padre le dio a cada uno un manojo de cañas atadas bien juntas: ‘Rómpanlas’ les dijo. Por más que se esforzaron, no pudieron quebrarlas. ‘Así deben ser ustedes’ dijo el padre ‘mientras estén separados pueden ser quebrados por cualquiera, pero si están unidos como estos manojos, no habrá fuerza que pueda quebrarlos’”
Y esto es lo que nos enseña la parashá Netzavim: Moisés reunió a todo el pueblo, desde el más importante hasta el más humilde. Todos unidos como una sola entidad, sin diferencias. Y ésta es la única condición para que el pueblo judío subsista como tal a través de los tiempos.. Con verdadera unión, como el manojo de cañas de la historia.
SLIJOT
Este sábado por la noche las comunidades asquenazíes comienzan el recitado de Slijot (los sefaradíes comienzan desde Rosh Jodesh Elul). Son plegarias por el perdón Divino. He aquí una pequeña historia con respecto al tema.
“Era la primera noche de Slijot en Berditchev. Toda la comunidad aguardaba a su amado Rebe Rabí Levi Itzjak para comenzar, pero él se demoraba. Por fin llegó, se dirigió hacia al Arca de la sinagoga y dijo: “¡Amo del Universo! No soy más que un simple ser humano, un mortal, un anciano cuyas fuerzas flaquean y a quien le es difícil levantarse al amanecer para decir Slijot. Tú, en cambio, eres eterno, eres poderoso y no envejeces, ni siquiera duermes. Tus Slijot son muy breves, son simplemente una palabra: ‘¡SALAJTI —he perdonado! Por favor, di tus Slijot y dinos: ‘¡HE PERDONADO!’”
¿Los judíos creen en el pecado?
Por Yanki Tauber
Si pronunciamos la palabra «pecado» se evocarán diferentes perfiles en la mente de las personas. Para los del tipo del «fuego del infierno» la palabra les huele a vergüenza y carne achicharrada…
A los del tipo «hedonista» les suena divertido. Otros piensan que es un concepto completamente cristiano, mientras que otros lo atribuyen a los antiguos hebreos. Para los Sabios del Talmud, el pecado es, por sobre todo, un acto de estupidez. «Una persona peca exclusivamente si un hálito de estupidez penetró en ella»-dicen.
Hace unos años me dedicaba a redactar manuales de instrucciones de uso de electrodomésticos. Esos libritos de 30 páginas que vienen en la caja con los microondas, destornilladores eléctricos, etc. Era un trabajo muy aburrido, pero se pagaba bien y me permitía escribir mientras tenía alguno de mis hijos sentado sobre mi regazo. Lo mejor era que no tenía que firmarlos.
Cierto día me llegó una carta que reenvió una de las compañías para las que trabajaba, enviada por un cliente y decía así: «Señor, tengo en mi mano el manual que usted escribió y que recibí junto a mi video cámara. Estoy indignado por su impertinencia y audacia. Esta es mi cámara, por la que pagué con mi dinero. Tiene muchos botones, teclas e indicadores de luz. ¿Cómo se atreve a decirme qué botones apretar y qué hacer con ellos? Yo puedo apretar cualquier botón o pulsar las teclas a mi antojo. Y en cuanto a los indicadores de luz, puedo decidir yo- y no usted- qué es lo que indican; es más, si así lo deseo puedo ignorarlos. Atentamente, un cliente estúpido».
Por supuesto que no firmó así, pero podría haberlo hecho y sería lo correcto. No es necesario decir que no me molesté en responderle.
Los Sabios del Talmud no vieron demasiada diferencia entre mi tonto cliente y el pecador estándar. Desde su punto de vista, cuando una persona actúa contrariamente a las instrucciones de su Creador, de cómo debe vivirse la vida, seguramente cometerá un acto malo, malvado, egoísta, destructivo, desafiante, cobarde- de acuerdo al caso. Pero por sobre todo, lo que estará realizando es algo profundamente estúpido.
(Extraído de www.es.chabad.org)
Realmente cuanta sabiduria pone Di-s a nuestro alcance para poder vivir agradandole pero por sobre todo para que no nos dañemos, obedecerle solo nos beneficia a nosotros, y como diria el rabino arriba mencinado…»Tus SLIJOT son muy breves, son simplemente una palabra:»¡Salajti- he perdonado! Por favor di tus Slijot y dinos:»¡He perdonado