Acabamos de ingresar en una nueva era en Medio Oriente y su relación con el mundo. En la historia del mundo, no todos los días se puede anunciar un cambio de este tipo; hoy en día se puede. Esto no es una broma – indudablemente no – y como se puede ver, no es una exageración.
Durante las últimas siete semanas he estado en Estados Unidos, mayormente en Washington, DC; he hablado con, y escuchado a, mucha gente. Como resultado, estoy en condiciones de describir, con un alto grado de seguridad, cuál será la política de EE.UU. respecto a Medio Oriente durante el resto del mandato de Obama, y tal vez durante mucho tiempo en el futuro.
En resumen, la administración ha cruzado una línea y ahora está apoyando a los «malos”.
Esto es literalmente cierto en Egipto, Siria, Sudán, la Autoridad Palestina, Bahrein (con EE.UU. apoyando a la oposición), Qatar y Turquía. De alguna manera, como veremos, la guerra contra el terrorismo se ha convertido en la guerra a favor del terrorismo. ¿Demasiado extremista? Por el contrario, este no es un análisis conservador o liberal sino, simplemente, un análisis preciso. Durante las próximas semanas, publicaremos aquí un análisis serio de la política de Obama en Medio Oriente para el segundo mandato.
La posición real de la administración Obama sobre Israel es que Netanyahu e Israel se niegan a ser moderados y flexibles, a diferencia del líder de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas. Esto a pesar de la liberación, por parte de Netanyahu, de 100 asesinos terroristas a cambio de nada , y la constante inflexibilidad de Abbas, la escalada de demandas y el rechazo de la estrategia de EE.UU. en el proceso de paz. La administración Obama también considera a Netanyahu menos moderado y flexible que el Primer Ministro de Turquía, Recep Erdogan, a pesar del último envío a prisión de intelectuales y periodistas, la traición a la estrategia de EE.UU. contra Irán, el apoyo a islamistas anti-estadounidenses y el envío de ex oficiales del ejército a largos periodos de prisión con falsas acusaciones.
Durante los próximos meses, e incluso años – si me son concedidos – proseguiré con estos temas. Podría usted no creer lo que lea aquí hoy o mañana, pero finalmente verá que ocurre.
Para ser absolutamente claro, estas políticas ocurrirán, y ya están ocurriendo. El presidente es un ideólogo cerrado y no aprenderá, y con el actual Congreso de «clase dominante» elitista y los medios de comunicación, notablemente, cobardes y partidistas, nada cambiará. La situación sólo empeorará y la posición de la administración será más evidente.
En las próximas semanas, describiré ocho cosas que, casi seguro, sucederán durante el resto del mandato de Obama, y sugeriré cómo minimizar el daño a los intereses de Estados Unidos y de los próximos pueblos y gobiernos aliados de Medio Oriente.
La primera sugerencia:
1. Israel no puede depender de Estados Unidos.
Esto no quiere decir que Obama, y otros, no proporcionarán ayuda militar y/o digan palabras bonitas en cada acontecimiento. Pero no hay ningún compromiso que pueda suponerse que se cumplirá ni ninguna iniciativa israelí que realmente se implementará. La idea de que Obama y su equipo son los mejores amigos de Israel es un insulto mortal. Estados Unidos ha socavado a Israel en muchos temas: Egipto (apoyando a un gobierno hostil de la Hermandad Musulmana); Túnez (ídem); Sinaí (permitiendo una insurgencia); Hamas (por el deseo de mantener a la Hermandad – un aliado de Hamas – en el poder en El Cairo); Turquía (apoyando al gobierno islamista anti-Israel); Siria (apoyando a los islamistas sirios radicales); Europa (por no apoyar la posición israelí en el proceso de paz); Estados Unidos mismo (alentando a las fuerzas anti-Israel entre la comunidad judía y dentro del electorado de Obama); palestinos (por la falta de crítica o presión sobre la Autoridad Palestina).
Y esa es una lista parcial.
Además, el más peligroso, el insultante argumento viene del Secretario de Estado John Kerry. Reiteradamente ha dicho lo siguiente (este también es un tema de los partidarios de la administración, incluyendo judíos):
El mayor peligro para Israel es si Israel no consigue pronto la paz.
Esta es una mentira absurda. El mayor peligro para Israel sería aceptar un acuerdo de paz peligroso e inviable que la otra parte no implementaría. En otras palabras, el mayor peligro para Israel sería escuchar los malos consejos de Obama, Kerry y sus partidarios.
¿Quién debe conocer más acerca de la situación y ser más consciente de los verdaderos intereses de Israel, Israel o Estados Unidos? ¿Piensa la gente que Obama sabe mejor que los israelíes, que se preocupa más? Eso es absurdo e insultante. Por supuesto, la gente supone que los estados y los liderazgos políticos anteponen sus propios intereses, sea que entienden o no esto. Y eso sienta las bases para desautorizar a la democracia de Israel.
Por ejemplo, una encuesta realizada por el pacifista Instituto de la Democracia Israelí (IDI) mostró que un 65,6 por ciento de los israelíes interrogados no esperaba ver un acuerdo en las conversaciones entre Israel y los palestinos dentro de un año. Y si se tiene en cuenta el «no sabe» y » no contesta», el porcentaje aumenta. Llamativamente, la historia de Reuters sobre el sondeo señala lo siguiente:
Las conversaciones se reanudaron el mes pasado, después de un paréntesis de tres años.
En realidad, a excepción de una semana, no ha habido conversaciones reales durante 13 años. El artículo también señala:
Incluso si el gobierno israelí lograra desafiar a los escépticos y asegurar un acuerdo, la encuesta… sugirió que sería muy difícil de vender a su pueblo.
Obviamente, esto es incorrecto, ya que el gobierno y la gran mayoría del pueblo de Israel están de acuerdo entre sí. Pero el gobierno de EE.UU. y sus partidarios creen que el gobierno israelí – en colaboración con Obama – traicionaría las creencias, las aspiraciones y la seguridad del pueblo israelí.
Esto no sólo incluye los asentamientos judíos, incluso para aquellos que están dispuestos a rendirse a cambio de una paz real y duradera. De hecho, el 55,5 por ciento del pueblo israelí y el 63 por ciento de los judíos israelíes dijeron que estaban en contra de que Israel acuerde volver a las líneas de 1967, aunque haya intercambio de tierras que permitan que algunos asentamientos judíos en la Margen Occidental y Jerusalén oriental sigan siendo parte de Israel. No son los términos aparentemente ofrecidos, sino la credibilidad de Estados Unidos y los palestinos. Eso sí, la cifra es aún mayor, ya que la mayoría de la gente siente que esto, simplemente, no va a funcionar en términos de proporcionar una mayor seguridad y estabilidad.
Israel no es ingenuo. Estaba caminando por un callejón oscuro y pensaba que tenía el apoyo del viejo y bondadoso Tío Sam – tal vez un poco gruñón últimamente -, y entonces buscó su apoyo sólo para encontrar otro enemigo. Sin embargo, nunca se escuchará a un político israelí admitir eso.
Léase la carta abierta de Netanyahu, sin precedentes, sobre las conversaciones y la liberación de prisioneros. Se lee como si se viera un fantasma; está tratando de señalar algo muy triste y serio y no hay implicación de que cree en alguna posibilidad de compensación por esta concesión. Enfrentado con un esfuerzo inútil de una liberación unilateral de prisioneros palestinos, el gobierno del Primer Ministro Binyamin Netanyahu accedió al mismo porque se dio cuenta de que la indiferencia de Estados Unidos con respecto a los intereses de Israel es extremadamente alta. Se dio cuenta de que el Congreso estaba hipnotizado sobre que la comunidad judía, en su culto a Obama, estaba mayormente neutralizada; y que en lugar de luchar contra la hostilidad europea, la Casa Blanca la estaba dirigiendo.
Mirando por encima del hombro en la brumosa noche, se dieron cuenta de que un monstruo los seguía. Si se lee la carta abierta de Netanyahu, sin precedentes, al pueblo israelí de por qué los prisioneros terroristas fueron puestos en libertad, se obtiene la clara señal. Se dieron cuenta de que la administración Obama era extremadamente peligrosa y que era necesario ganar tiempo.
Por supuesto, las negociaciones no van a ninguna parte, porque los palestinos saben que tienen una mano fuerte, y van a exagerarla. Pero la voluntad de la administración de castigar a Israel para ganar puntos de relaciones públicas y para apuntalar la nefasta alineación de EE.UU. con los islamistas, debe tenerse en cuenta, y durante los próximos años.
Texto de la carta abierta de Netanyahu al pueblo de Israel
JPost.com
28/07/2013
Carta abierta del Primer Ministro Binyamin Netanyahu a los ciudadanos de Israel antes de la votación sobre la propuesta de liberar 104 prisioneros palestinos. Primer Ministro Binyamin Netanyahu
Primer Ministro Binyamin Netanyahu
El siguiente es el texto de una carta abierta a los ciudadanos de Israel del primer ministro Binyamin Netanyahu publicadas el sábado por la noche, antes de la propuesta de reanudar el proceso diplomático que se presentó al gabinete el domingo:
De vez en cuando, los primeros ministros están llamados a tomar decisiones que van en contra de la opinión pública – cuando el asunto es importante para el país.
Con el fin de tomar decisiones que son apoyadas por el público, los primeros ministros no tienen necesidad de hacerlo.
En estos tiempos, me parece que es muy importante que el Estado de Israel entre en un proceso diplomático. Esto es importante, tanto con el fin de agotar las posibilidades para poner fin al conflicto con los palestinos como con el fin de establecer la posición de Israel en la compleja realidad internacional que nos rodea.
Los importantes cambios en nuestra región – en Egipto, Siria e Irán – no sólo crean desafíos para el Estado de Israel, sino que también nos crean considerables oportunidades.
Por estas razones, creo que es importante que el Estado de Israel entre en un proceso diplomático que continuará durante al menos nueve meses – con el fin de comprobar si es posible llegar a un acuerdo con los palestinos durante este tiempo.
Pero incluso con toda la importancia que le atribuyo al proceso diplomático, no estuve dispuesto a aceptar las demandas de los palestinos de retiros y congelamientos como condiciones previas para entrar en negociaciones.
Tampoco estuve dispuesto a aceptar su demanda de liberar a prisioneros palestinos antes del inicio de las negociaciones. Sí estuve de acuerdo en liberar 104 palestinos, en etapas, después del comienzo de las negociaciones y de acuerdo con las circunstancias de su progreso.
Esta es una decisión incomparablemente difícil; es dolorosa para las desconsoladas familias de las víctimas y es dolorosa para toda la nación y también es muy dolorosa para mí.
Choca con el incomparablemente importante valor de la justicia.
Se trata de una clara injusticia cuando personas depravadas, aunque la mayoría de ellos, como en este caso, hayan estado en la cárcel durante más de 20 años, son liberados antes de que hayan terminado de cumplir sus condenas.
La decisión es siete veces difícil para mí porque mi familia y yo personalmente conocemos el valor del duelo derivado del terrorismo. Conozco el dolor muy bien. He vivido con él todos los días durante los últimos 37 años.
El hecho de que los anteriores gobiernos israelíes hayan liberado más de 10.000 terroristas no lo hace más fácil para mí hoy, y no lo hizo más fácil cuando decidí traer de vuelta a Gilad Shalit.
El regreso a casa de Gilad Shalit implicó una decisión incomparablemente difícil para mí – liberar terroristas. Pero creí que el valor de traer de vuelta a casa a los hijos requería superar esta dificultad.
Las personas en posiciones de liderazgo deben elegir entre opciones complejas y, a veces, la decisión necesaria es especialmente difícil cuando la mayoría del público se opone a ella.
Así que decidí poner fin a la operación Pilar de Defensa después de la eliminación del architerrorista Ahmed Jabari y después de los duros golpes que las FDI le infligieron a Hamas y a otras organizaciones terroristas.
Tomé la decisión de poner fin a la operación a pesar de que la mayoría del público apoyaba la acción continua, lo que habría requerido entrar en el terreno de la Franja de Gaza. Como primer ministro, pensé que el objetivo de disuasión había sido mayormente logrado por medio de las decididas acciones que llevamos a cabo.
Hoy, casi un año después de poner fin a la operación Pilar de Defensa, somos testigos de la situación más tranquila en el sur en más de una década. Por supuesto, esta tranquilidad puede desgastarse en cualquier momento, pero mi política es clara en todos los frentes: Frustraremos, en lo posible, las amenazas contra nosotros en el momento oportuno. Reaccionaremos enérgicamente contra cualquier intento de dañar a nuestro pueblo.
En los próximos nueve meses, consideraremos si existe un elemento palestino frente nuestro que, como nosotros, realmente quiere poner fin al conflicto entre nosotros.
Tal conclusión será posible sólo bajo condiciones que garanticen la seguridad de los ciudadanos de Israel y aseguren nuestros intereses nacionales vitales.
Si tenemos éxito en la consecución de un acuerdo de esa paz, lo someteré a un referéndum. Una tal trascendental decisión no puede ser tomada por una ajustada votación en la Knesset.
En un tema tan crucial, todo ciudadano debe poder influir directamente en nuestro futuro y nuestro destino.
La mejor respuesta que podemos darles a esos mismos vulgares asesinos que buscaban derrotarnos a través del terrorismo es que, en las décadas que estuvieron en la cárcel, construimos un glorioso país y lo convertimos en uno de los países más prósperos, avanzados y fuerte del mundo.
Prometo que seguiremos del mismo modo.
Atentamente,
Binyamin Netanyahu
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
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