Desde dentro, parece un túnel inofensivo destinado a arqueólogos. Desde fuera, está claro que no se trata de restos de la época bizantina. Estamos en la tensa frontera entre Israel y la Franja de Gaza donde el brigadier general israelí Mijael Edelstein afirma a pocos metros de la entrada: «Es un túnel de terror construido en Gaza para atacar o secuestrar soldados y civiles en nuestro territorio. El grupo terrorista Hamas es el único responsable de los atentados que salen de Gaza».
El pasadizo subterráneo -de una longitud cercana a los dos kilómetros y con varias salidas a la superficie de Israel- podía haber hecho estallar una nueva escalada entre el Israel y Hamas, el grupo islamista que controla la Franja desde el 2007. Así lo cree el Tsáhal que anunció este domingo el descubrimiento de este túnel cerca del kibutz Ein Shlosha.
A menos de tres kilómetros de varias poblaciones israelíes, se esconde este pasadizo iniciado en una aldea cerca de Jan Yunes en la Franja. Es el tercer túnel que los militares israelíes desbaratan en 2013. Según fuentes militares, uno de los más sofisticados de los últimos años y en el que los palestinos usaron 500 toneladas de cemento y hormigón.
Tras la detección de explosivos por parte de la Unidad de Ingenieros, el Ejército ha invitado a la prensa al «lugar de los hechos». Su finalidad en la guerra (también mediática) contra Hamas, es «enseñar y demostrar que pese a la relativa calma en la frontera, los grupos terroristas siguen intentando sus ataques contra los militares y habitantes del sur de Israel. Este túnel es otra violación del acuerdo de tregua».
Un recorrido en parte del túnel -en algunos puntos llega a una profundidad de 18 metros- indica que está perfectamente diseñado para la circulación de explosivos y personas. En los tramos recorridos donde vemos también cables adosados a la pared, la altura supera los 190 centímetros. «Han estado unos dos años excavando este túnel. Han usado tanto cemento que parece el metro de Nueva York«, afirma un joven soldado enseñando bolsas de alimentos y de productos lácteos usados aparentemente por los excavadores.
En cada metro del paso subterráneo, patrulla militar y declaración de un oficial está presente la pesadilla del 25 de junio del 2006. La fecha en la que tres grupos armados palestinos crearon un túnel para penetrar en territorio israelí, atacar una posición militar, matar a dos soldados y, su logro estratégico más importante, capturar al soldado Guilad Shalit. Tras mantenerle en cautiverio durante más de cinco años, le canjeó por 1027 presos palestinos, muchos de ellos con cadena perpetua por graves atentados.
«El túnel de Shalit es muy parecido a éste y nos recuerda que debemos estar siempre en máxima alerta», nos dice un oficial del Comando Sur.
Un portavoz del brazo armado de Hamas resta importancia al descubrimiento del túnel: «La profunda determinación de los corazones y cerebros de los luchadores de la resistencia es más importante que los túneles excavados».
«Es una lástima que no sea el túnel de la paz sino del terrorismo. Hay toneladas de cemento aquí que ellos podrían haber usado para construir edificios y guarderías en Gaza en beneficio de la población palestina. Pero prefieren invertir su dinero y cemento para actos terroristas«, explica a ELMUNDO.es Haim Jelin, jefe del Consejo regional de Eshkol. De origen argentino como muchos habitantes de las agrupaciones agrícolas de la zona fronteriza, explica que el túnel se levanta cerca de los campos de cultivo.
Adelantos tecnológicos
Tras la retirada israelí de Gaza (2005), Israel desplegó sus mejores adelantos tecnológicos de seguridad en su frontera con ese territorio palestino y con Egipto. Robots que disparan, sensores que avisan, globos que fotografían y puntos de observación controlados básicamente por unas soldados acompañan la labor de las tropas en el terreno.
En respuesta al túnel, Israel ha ordenado hoy el cese de la entrada de material de construcción para el uso privado de la Franja que desde el 2007 al 2010 sufrió un férreo bloqueo. Hoy, unos 400 camiones con mercancías y ayuda humanitaria entran diariamente desde el paso fronterizo israelí de Kerem Shalom. Con excepciones, los habitantes no pueden salir por la terminal de Erez y a cuentagotas lo hacen por el paso egipcio de Rafah.
Israel teme que la fuerte presión de Egipto (cierre más habitual que nunca del paso fronterizo de Rafah, destrucción de la mayoría de túneles entre Gaza y el Sinaí egipcio), lleve a Hamas a lanzar un ataque contra el sur israelí. A tal punto que Israel ha pedido a El Cairo que afloje su cerco a Hamas, grupo protegido de los ilegalizados Hermanos Musulmanes.
Según el portavoz de la Guardia fronteriza egipcia, 1055 túneles han sido sellados en el 2013 por Egipto. El periodista israelí en temas palestinos, Avi Issajarof, comenta que «durante los años de profundo bloqueo israelí en gaza (2007-2010) se excavaron entre gaza y Egipto centenares de túneles. Toda una industria de Hamas en la que se empleó a 40.000 personas y suponía en algunas fases el 40% del presupuesto anual del Gobierno Hamas».
Volvemos al túnel. Mientras es fotografiado desde todos los ángulos posibles, varios carros blindados siguen su patrulla en la frontera. Un zeppelín en el aire no pierde detalle. Reina la calma. De momento.
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/10/13/internacional/1381676066.html
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