La semana pasada, el Viceprimer Ministro de Hungría, Tibor Navracsics, reconoció públicamente la responsabilidad húngara por el Holocausto en Hungría.
Navracsics hizo estas declaraciones en una «Conferencia sobre la Vida Judía y el Antisemitismo en la Europa Contemporánea», de carácter internacional, organizada por el Instituto Tom Lantos a principios de octubre. La conferencia, a la que asistí como participante, se llevó a cabo simbólicamente en la Cámara Alta del parlamento húngaro, el lugar donde 70 años antes, el gobierno húngaro decidió traicionar a su población judía entregándola a los nazis.
Navracsics declaró también que Hungría combatiría el antisemitismo y delineó un detallado plan de acción, incluida legislación, para combatir el racismo, proteger a los ciudadanos y salvaguardar la democracia. Por cierto, recientemente ha habido un aumento de incidentes antisemitas en Hungría. Esto incluye el peligroso crecimiento del partido político de extrema derecha, Jobbik, que tiene 43 escaños en el Parlamento húngaro y cuyos miembros han atacado verbalmente a los judíos durante sus discursos ante el Parlamento.
El anuncio de Navracsics, en nombre del gobierno húngaro, continúa con un importante proceso en Hungría. El gobierno ya destina recursos para la construcción de centros conmemorativos, la renovación de la Gran Sinagoga judía, el Museo de la Vida Judía en Budapest y la reparación de las instalaciones de la comunidad judía húngara.
Representantes de otros países en la conferencia transmitieron esfuerzos similares que tienen lugar en otras partes de Europa. Sir Andrew Burns, el primer enviado especial del RU para asuntos del post-Holocausto, declaró que el gobierno británico está comprometido a la prevención de actividades antisemitas y racistas. Además, el Viceministro de Relaciones Exteriores de Grecia, Sr. Kyriakos Gerontopolulos, compartió las últimas noticias sobre la represión contra el partido político neonazi Amanecer Dorado.
Estos ejemplos, y el hecho de que la Unión Europea invierte en ámbitos, como la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), para luchar contra el antisemitismo, indican una tendencia prometedora en la lucha europea contra el antisemitismo.
Por otra parte, sin embargo, como lo muestra la investigación de ONG Monitor, la UE y los gobiernos europeos siguen financiando ONGs (organizaciones no gubernamentales) que están involucradas en actividades y retóricas antisemitas. Por ejemplo, Miftah, una ONG palestina fundada por la política palestina Hanan Ashrawi, publicó un artículo repitiendo antiguos libelos de sangre antisemitas contra el pueblo judío. En abril de 2013, apareció un artículo en lengua árabe alegando que «los judíos utilizan la sangre de cristianos en la Pascua judía”. Miftah es financiada por los gobiernos europeos de Austria, Dinamarca, Alemania, Irlanda, Noruega, Suecia y Suiza, a través de diferentes marcos de financiación.
El Comité Israelí contra la Demolición de Casas y la Coalición de Mujeres por la Paz, ONGs israelíes marginales, son otros ejemplos: Representantes de CWP e ICAHD participaron, el 12 de mayo de 2010 en Bruselas, en un mitin por desinversión contra Israel. El evento mostró un episodio antisemita, cuando un líder del mitin bebió sangre falsa de un vaso de vino – una evidente referencia al libelo de judíos bebiendo sangre cristiana como si fuera vino – para resaltar la presunta brutalidad de Israel. Ambas ONG son financiadas indirectamente por los gobiernos de Dinamarca, Francia, Irlanda, Noruega, Suecia y Suiza. Esta financiación contradice las políticas exteriores declaradas de estos gobiernos. La pregunta es ¿Por qué los gobiernos europeos siguen financiando a ONGs involucradas en actividades antisemitas que contradicen sus políticas declaradas?
Un paso importante que los gobiernos europeos pueden tomar es detener el flujo de fondos a las ONG que participan en actividades antisemitas. Pero, Europa puede hacer más que seguir el ejemplo de Hungría. ¿Los Estados miembros de la UE promoverán una legislación para combatir y contrarrestar los crímenes de odio, el racismo y el antisemitismo, por medio del derecho penal, de acuerdo con la Decisión Marco del Consejo de 2008, como ha sido mencionado por Michael Whine, Director del Gobierno y Asuntos Internacionales en el Community Security Trust? ¿Los gobiernos europeos responderán inmediata e integralmente a cada ataque contra judíos, como sugirió Ira Foreman, la enviada especial del Departamento de Estado de EE.UU., para monitorear y combatir el antisemitismo, durante su intervención en la conferencia?
Herman Van Rompuy, Presidente del Consejo Europeo, dijo en un mensaje de vídeo a los participantes en la conferencia que «ser antisemita es ser anti-europeo y estar opuesto a la cultura europea». Tiene que quedar claro que un ataque contra el pueblo judío es un ataque a la democracia europea. Si la Unión Europea desea preservar su carácter cultural, debe proteger del racismo a todos sus ciudadanos, por medio de legislación y de su enérgica aplicación. Al menos una cosa quedó clara en esta conferencia: los participantes reconocieron que los ataques antisemitas contra judíos, contra el pueblo judío y contra el derecho de la nación judía a la igualdad soberana (Israel), todos, son parte de la misma amenaza.
* La autora es Directora Adjunta de Comunicaciones de NGO Monitor y participó en la conferencia celebrada en Budapest.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
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