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| lunes diciembre 23, 2024

Israel no es un país del tercer mundo


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Tormentas de nieve paralizan grandes ciudades como Londres, Washington y nadie grita “fracaso»

Moisés nos trajo muchos problemas cuando nos condujo a este pedazo de tierra, en el extremo oriental del mar Mediterráneo. En una cuestión dio en el blanco: El clima. Durante la mayor parte del año aquí está entre agradable y soportable, y mayormente estable y previsible. Las fuerzas de la naturaleza, que a menudo se enloquecen en otros países, se convierten en perritos falderos cuando nos visitan. A veces, una ola de calor, a veces granizo, a veces heladas en los valles. No gran cosa.

Una vez cada 50 o 100 años somos golpeados por una verdadera tormenta, de acuerdo a los estándares europeos del norte. Eso es lo que ocurrió aquí durante el fin de semana. El resultado fue frío, humedad y dificultades. Cientos de miles sufrieron cortes de energía, algunos durante días. Las carreteras estuvieron bloqueadas, los ríos se desbordaron, muchos tuvieron necesidad de ayuda, y la ayuda no siempre llegó.

Inmediatamente, como un reflejo condicionado, las radios y los canales de televisión fueron conquistados por la palabra mágica: Fracaso. Fue seguido inmediatamente por su joven, vibrante hermano: La comisión estatal de investigación. El dedo apuntó hacia la Corporación Eléctrica de Israel, la policía, el Comando de Frente Civil, el sistema de bienestar social, los alcaldes. «Israel es un país del tercer mundo», se quejaban comentaristas y expertos instantáneos en desastres naturales.

Dudo de si saben mucho acerca de lo que sucede en la vida real, en el primer mundo y en el tercer mundo.

Cubrí los dos desastres naturales que afectaron a Estados Unidos en la última década – el huracán Katrina en 2005 y la Super Tormenta Sandy en 2012. Casi 1.900 personas murieron en Katrina, Sandy tuvo varias decenas de muertes. Katrina fue principalmente un desastre provocado por el hombre. El Cuerpo de Ingenieros no reforzó adecuadamente las presas que habrían evitado la inundación de Nueva Orleans, y la administración Bush no se apresuró a ayudar a las víctimas. En Sandy las autoridades brindaron una rápida respuesta, pero no fue suficiente para evitar el daño. Decenas de miles de personas a lo largo de la costa este fueron separados de la fuente de energía. Muchos tuvieron que esperar semanas antes de ser reconectados. En algunos lugares el daño no ha sido reparado hasta hoy en día.

Pero ¿Por qué hablar de súper tormentas? Ciudades ubicadas cerca del Círculo Polar Ártico, en Canadá, en el norte de EE.UU. o en el norte de Europa, funcionan muy bien incluso cuando están cubiertas de nieve. Es su rutina de invierno. Otras respetables ciudades como Londres, como Washington, se paralizan cuando son golpeadas por una tormenta del tipo que nos golpeó este fin de semana. Los aeropuertos cerrados. Las carreteras bloqueadas. El suministro de electricidad cortado, como lo está Internet, y nadie grita «fracaso».

En cuanto al tercer mundo, un técnico eléctrico sólo se empapará en la nieve después que los ciudadanos desconectados llenen sus bolsillos con un soborno; en Israel el técnico llega, se disculpa por no haber venido antes; y los soldados y oficiales de policía visitaron los hogares no para saquearlos sino para preguntarles si pueden ayudar. No, Israel no es un país del tercer mundo.

No hay cero fallas cuando se trata con la Madre Naturaleza

La nieve también golpeó a la Oficina del Contralor del Estado. Desde la sitiada Jerusalén, la oficina anunció que nombraría a un equipo para investigar las fallas por la tormenta. Se supone que una investigación es lo que un Contralor del Estado hace como parte de su trabajo. El problema no está en la investigación, sino en cuán rápido será hecha pública. El Contralor parece estar tratando de montar una ola populista de un día, para robar un titular.

Se nos debería permitir exigir que en su investigación, esta vez, el Contralor no se conforme con reprimendas y consejos, sino que adjunte una etiqueta de precio a cada consejo. ¿Los cables eléctricos subterráneos son mejores que los cables eléctricos sobre el suelo? Eso está bien, pero ¿cuánto va a costar la excavación? ¿La poda de árboles antes del invierno en todo Israel reducirá la posibilidad de cortes de energía? Bueno, pero ¿cuál es el costo? ¿Todas las ciudades a más de 400 metros de altura deben comprar quitanieves en una cantidad capaz de hacer frente a 1 metro de nieve? Bien, pero ¿quién pagará por ello? ¿Cada ciudad, ante cada aviso de tempestad, establecerá un cuartel general de emergencia junto con el Comando de Frente Interno, el municipio, la policía, el Ministerio de Servicios Sociales, el Magen David Adom y los servicios de bomberos? Muy bien, pero ¿qué pasará después de que el pronóstico del tiempo no se verifique dos veces? ¿Las empresas privadas reemplazarán al Electric Corp? Imponente, pero sólo una persona crédula creerá que una empresa privada se prepara para una nevada en forma gratuita.

No es la nieve la que amenaza a Israel, son otros peligros masivos en la lista de los desastres naturales, un terremoto, y por supuesto, el golpe que se espera sufrir en el frente interno en caso de una guerra. Para ésto el establishment debe prepararse, y prepararse en serio.

El lado positivo de un evento de este tipo es la oportunidad que le da a la gente para ayudar a otros. Los israelíes revelan sus mejores cualidades en tiempos de necesidad: están involucrados, son habilidosos, son multi-activos. Y hubo un lado positivo, tal vez incluso valiente, en la decisión de Netanyahu para que los Ferrocarriles de Israel operen trenes desde Jerusalén durante el Shabat. Dudo de que una tal decisión hubiera sido posible en una coalición basada en los partidos haredi.

En el trato con la Madre Naturaleza no hay cero fallas. Esto no les da consuelo a los que pasaron el fin de semana en una casa fría o varados en un automóvil. Pero el sol ha salido, y el sufrimiento se convertirá en una experiencia, y el fracaso nos molestará tanto como la nieve del año pasado.

 

http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4465825,00.html

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

 
Comentarios

 
          Muy buen resumen de la situacion por Naum Barnea. Considero que si habria que evaluar lo realizado y las prioridades para el futuro, pero es cierto que no puede no haber 100% cuando la Naturaleza nos quiere atacar.

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