Feminismo e Islam, la gran derrota

La mayoría de los analistas coincide en que una de las consecuencias más decepcionantes de la llamada Primavera Árabe ha sido el retroceso de los Derechos de la Mujer. El ejemplo más típico es el de Egipto. Las mujeres estuvieron entre las activistas más decididas y valientes en el reclamo de libertades durante las protestas en la plaza Tahrir que culminaron con el derrocamiento del régimen de Hosni Mubarak. Pero en lugar de ser recompensadas por su lucha sufrieron una terrible decepción. Según un reciente estudio de la Fundación Thomson-Reuters, hoy Egipto es el peor lugar en el mundo árabe para las mujeres.

La investigación llevada a cabo por la Agencia Reuters se basó en una encuesta a 300 especialistas de ambos sexos de los 21 países de la Liga Árabe (incluyendo a Siria, a pesar de que este país perdió su carácter de país miembro en 2011). En sus conclusiones, los investigadores consideraron aspectos tales como “la violencia contra las mujeres, los derechos reproductivos, el trato a la mujer en el seno de la familia, su integración a la sociedad y actitudes respecto al rol de la mujer en la política y la economía”

Hubo varias sorpresas en la encuesta. El que Arabia Saudita no siguiera ocupando el primer lugar fue una de ellas. Otra fue que Irak figurara en el segundo lugar en el ranking anti-feminista. Nadie hubiera podido imaginar algo semejante cuando la caída del régimen tiránico de Saddam Hussein parecía prometer una era de genuina libertad para todos. Si bien muchos de los cambios negativos en el status de las mujeres tienen que ver con el crecimiento de las fuerzas islamistas conservadoras, algunos tienen que ver con el arraigado carácter patriarcal de las sociedades árabes. Por ejemplo, en Egipto, un 91% de las mujeres son víctimas de la mutilación genital, una práctica endémica, especialmente en las zonas rurales, aún durante la época de Mubarak, presuntamente secular.  Desde que levantaron cabeza las organizaciones islamistas, la situación ha empeorado y ha crecido el tráfico de mujeres y los matrimonios forzados.

“Hay aldeas enteras en las afueras de El Cairo y en otras partes de Egipto en las cuales la mayor actividad económica se basa en el tráfico de mujeres y en matrimonios forzados” dice Zahra Radwan, del Programa para el Medio Oriente y el Norte de Africa del Fondo Global para las Mujeres.

El informe señala que el gobierno islamista de la Hermandad Musulmana fue muy claro en sus posiciones anti-feministas. Por ejemplo, se opuso a una declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de la mujer a viajar y a tomar medidas anti-conceptivas, diciendo que tales medidas “contradicen principios establecidos del Islam” y llevarían “a la destrucción de la sociedad”.

¿ Porqué Arabia Saudita, el único país en el que no permite que las mujeres manejen automóviles figura en el tercer lugar y no en el primero?. Según los autores del estudio “Arabia Saudita tiene una conducta mejor que otros países árabes en lo que respecta al acceso de la mujer a la educación y al cuidado de su salud, a sus derechos reproductivos y en lo que atañe a la violencia de género”. Asimismo señalan los autores del estudio que muchas mujeres sauditas que tienen la oportunidad de viajar al extranjero vuelven con ideas consideradas subversivas en sus sociedades.”  Recientemente las mujeres sauditas ganaron el derecho de ejercer la abogacía y en el 2015 podrán votar en elecciones municipales. A juicio de los autores del estudio, muy pronto lograrán la eliminación de la prohibición de manejar.

Otra gran decepción es Siria, que figura en el cuarto lugar de la lista como peor lugar para las mujeres.  En Occidente, se esperaba que un estado democrático y progresista habría de sustituír a la dura dictadura de Bashar Assad. Pero en la cruenta guerra civil muchas veces las mujeres y los niños llevan la peor parte. Por otra parte, la intromisión de islamistas extranjeros en los combates ha creado un grave problema y como lo señala el informe de Thomson-Reuters “Muchas mujeres sirias están preocupadas por la influencia de los islamistas militantes que han tomado el control de algunas zonas tomadas por los rebeldes.” Pero el informe acota al mismo tiempo que las jóvenes en campos de refugiados, incluyendo hasta niñas de 12 años,  suelen ser víctimas de matrimonios forzados.

En una conferencia realizada en Londres bajo los auspicios de la Fundación, que es el arma humanitaria de la Agencia Reuters, Rolla Hallam, una médica británica de origen sirio, presentó el drama de las mujeres y niñas sirias que son violadas y son despreciadas por sus familias y sus comunidades. Contó entre otros horrores que su padre es ginecólogo y tuvo que hacer frente a los casos de dos niñas de 11 y 14 años que quedaron embarazadas como resultado de violaciones y sus familias las abandonaron y no quisieron saber nada con ellas.

También en Libia, donde el derrocamiento de Kaddafi, parecía prometer una era democrática, las mujeres están expuestas a secuestros y arrestos abusivos, violaciones y agresiones físicas .

El informe no es nada optimista respecto al futuro. Por ejemplo, señala que a pesar de su presunto apoyo a los valores de la democracia, el proyecto de la nueva Constitución egipcia se basa sobre todo en la Sharia. El informe menciona en este contexto el alto porcentaje de analfabetismo femenino que llega al 45%.

¿ Cuál es la reacción de las organizaciones feministas en Occidente frente a este panorama? Aparentemente una incomprensible resignación. El gran pretexto para la inacción es presuntamente que las mujeres musulmanas viven “en otra cultura”. Pero el sufrimiento de las mujeres golpeadas, lesionadas en sus derechos, obligadas a hacer lo que no quieren no tiene nada que ver con la cultura. Lo que está realmente en juego es la defensa de los Derechos Humanos, con mayúscula.