Arik, Comandante, has sido recordado por docenas de nombres y descripciones, sin embargo “Comandante” es el apodo que mejor te describe. Aquí y ahora, en la colina donde las primeras anémonas (kalaniot) de la temporada florecerán, podemos recordar con completa claridad el comandante que fuiste, a pesar de los muchos años que han pasado desde que te pusiste por última vez un uniforme militar.
Yo también he venido a saludarte, como el Jefe del Estado Mayor y teniente general de las Fuerzas de Defensa de Israel, como soldado de combate, como comandante del batallón de paracaidistas y de Tzáhal. De este Ejército que te siguió, mucho después de que ya no tuvieras rangos adornando tus hombros.
He venido a decirte que el ejército que defiende el pueblo judío, que fue tan querido por ti, seguirá siendo así, a tu imagen y con tu visión, por muchos años más.
El pragmatismo y la audacia, la creatividad que conduce a la acción y la determinación son los principios rectores de los comandantes y líderes, rasgos que encarnaste y reflejaste a tus soldados; rasgos que deben enseñarse en todas las escuelas para el liderazgo militar.
En todos tus años como comandante y líder, estos son los valores que te guiaron. Estos son también los rasgos que, en mi opinión, se requieren de cada comandante en el Ejército de Defensa de Israel. Supiste elegir los mejores soldados, los más valientes de los valientes, la futura generación, que se convirtieron en los más confiables, celebrados y símbolos superiores del ejército israelí – con tu abarcador liderazgo al frente de todos ellos.
En una discusión con los comandantes de hace más de una década, dijiste:
“Recuerdo situaciones en las que todos a mi alrededor habían perdido la esperanza, situaciones que fueron descriptas como la destrucción del Tercer Templo. Como comandante, en estas situaciones, miré hacia abajo, no hacia arriba, a los ojos de los guerreros que me rodeaban. En sus ojos entendí que teníamos fuerza. Que teníamos esperanza. Que íbamos a ganar”.
Estas son palabras que sólo pueden ser dichas por un comandante que entiende la importancia de su misión y sabe que no tiene mejores armas que la gente que dirige.
Número de identidad 38166 del Ejército, general de división Ariel Sharon, guerrero, comandante y general, en nombre de las generaciones de los soldados pasados, presentes y futuros, yo te saludo.
¡Bendita sea tu memoria!
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