Las FDI tienen como objetivo a ‘lanzacohetes independientes’

Análisis: En lugar de respuestas automáticas contra Hamas, la nueva política de Israel se centra en asesinatos selectivos de individuos directamente implicados en el lanzamiento de cohetes.

Al igual que un equipo de baloncesto que pasa a la defensa hombre a hombre, el establishment de defensa de Israel ha pasado de una respuesta automática por ataques con cohetes desde la Franja de Gaza a asesinatos específicos. Si es posible, asesinatos de activistas implicados en lanzamiento de cohetes, y si es necesario asesinatos «especiales» de células de lanzamiento, mientras se preparan para disparar cohetes o inmediatamente después.

La razón de este cambio es el hecho de que las respuestas automáticas de castigo y disuasión con las que Israel golpeaba a Hamas y a la Jihad Islámica toda vez que caían cohetes en el Neguev fueron ineficientes y equivocadas. Esa es también la razón por la cual no se logró la disuasión y el disparo de cohetes continuó.

En una situación absurda creada recientemente, Hamas y la Jihad Islámica están haciendo casi todo lo que está en su poder para impedir que las organizaciones rebeldes disparen cohetes contra Israel. No están haciendo eso porque se han vuelto sionistas, sino porque el gobierno actual de Egipto, y principalmente el ejército egipcio, les han dejado muy claro que no deben provocar una exacerbación con Israel, lo que obligaría a Egipto a intervenir en su favor.

Otra razón es que, incluso sin el conflicto potencial, los habitantes de Gaza están en serios problemas con el gobierno egipcio, que está imponiendo un asedio efectivo sobre la Franja y destruyendo sistemáticamente los túneles de contrabando desde y hacia Gaza.

Al menos eso es lo que dicen. Hay quienes dicen que, en algunos casos, Hamas está haciendo la vista gorda a los ataques terroristas a lo largo de la valla y a los lanzamiento de cohetes con el fin de presionar a los egipcios a aliviar el asedio, por lo que no necesitarían mercancías y combustibles procedentes de Israel, pero Israel tiende a creerles a Hamas y a la Jihad Islámica, y la inteligencia muestra que efectivamente están trabajando en el terreno para evitar el lanzamiento de cohetes.

Solución al terrorismo sin una dirección de remitente

En tal situación, no tiene caso destruir un campo de entrenamiento de Hamas o golpear uno de sus otros activos en respuesta a los cohetes disparados por un elemento rebelde, pero en la Franja hay un creciente fenómeno de terrorismo sin una dirección de remitente, que tenía que ser manejado separadamente, además de intentar forzar a Hamas para evitar los disparos.

Esta solución es la de asesinatos selectivos, que tienen varias ventajas: Golpean a la gente directamente implicada – si no a las propias células de lanzamiento – a continuación a los involucrados en atar los cabos que finalmente hacen que un lanzamiento sea posible. En segundo lugar, tienen legitimidad internacional – los estadounidenses utilizan el mismo método contra al-Qaeda. En tercer lugar, esta actividad ha demostrado ser eficaz tanto cuando lo utilizaron los estadounidenses como cuando lo hicimos nosotros, pero con una condición: la ejecución intensiva y sistemática, lo que crea un poderoso y disuasivo efecto, en lugar de una respuesta esporádica con grandes intervalos de tiempo entre un asesinato otro.

Esto requiere precisa inteligencia en tiempo real, así como una oportunidad operativa en la que el activista de lanzamiento y sus ayudantes no estén rodeados de ciudadanos no involucrados. Esta es una acción compleja que requiere aptitud e integración de muchas agencias de recolección de inteligencia, sobre todo cuando se trata de Gaza, donde las FDI no están físicamente presentes. Sin embargo, una situación recientemente creada en la Franja hace más fáciles los asesinatos selectivos. Puede ser referida como «privatización de la producción, la compra y los sistemas de lanzamiento de cohetes y artefactos explosivos».

A principios de la década pasada, sobre todo durante y después de la segunda intifada, Hamas y la Jihad Islámica tenían casi el monopolio sobre el mantenimiento y fabricación de cohetes. Estos cohetes, especialmente los Grad, llegaban de Irán o eran financiados por Irán a través de los túneles de contrabando en el Sinaí directamente a estas organizaciones, que también los lanzaba. Las pequeñas organizaciones y otros grupos armados, entre ellos el Frente Popular Palestino, no tenían acceso a los cohetes, sobre todo no a los cohetes de largo alcance.

Distribuidores independientes

Recientemente, debido a la actividad de Egipto en contra de los túneles, un gran sistema de producción de cohetes de todo tipo – incluyendo cohetes pesados – se ha desarrollado en la Franja. Junto a este sistema hubo un desarrollo de expertos de lanzamiento, que en un principio trabajaron como parte de Hamas, la Jihad Islámica o Fatah, pero con los años se convirtieron en «distribuidores independientes» que ofrecían sus servicios a cualquiera. Saben dónde se producen los cohetes y pueden obtenerse «por izquierda» – de uno de los fabricantes que estaría encantado de hacer un poco de dinero extra – saben quién los necesita y también cómo lanzarlos.

Se han convertido en un factor que ofrece sus servicios a todos los grupos, una organización institucionalizada como el Frente Popular para la Liberación de Palestina u organizaciones salafitas y jihadistas en la Franja y en el Sinaí.

En abril de 2013, por ejemplo, Israel mató a un palestino que suministraba cohetes y conocimientos para la organización jihadista Ansar al-Bayt Maqdis, que disparaba cohetes contra Eilat. Otros como él están activos en la Franja, y dos de ellos fueron asesinados esta semana como parte de la nueva política de las FDI y el Shin Bet, a la que aludió el Primer Ministro Netanyahu.

Esta política tiene dos ventajas que son ya evidentes: No crea tensiones en nuestras relaciones con Egipto y no fuerza a Hamas y a la Jihad Islámica a entrar en rondas de escalada con Israel, ya que estas células de activistas que disparan no son miembros claros de sus organizaciones y están, de hecho, actuando en contra de sus intereses.

Una respuesta podría venir de las organizaciones salafitas y jihadistas, que no tienen los adecuados conocimientos, experiencia y brazos, pero están motivados para buscar venganza por un asesinato de «proveedores» de estos bienes.

Hamas aún no ha decidido

Es importante señalar que pocos entienden realmente a estos lanzadores de cohetes, operativos semi-independientes que trabajan completamente fuera de su propia voluntad por un poco de dinero extra. La mayoría de ellos son lanzadores veteranos que alguna vez fueron líderes de células terroristas o de divisiones de grupos terroristas más grandes, como la Jihad Islámica Palestina.

La mayoría decidió salirse con sus seguidores y su arsenal de cohetes. Otros fueron despedidos debido a las luchas internas con el liderazgo, y ahora están actuando como independientes con el fin de causarles problemas a Hamas y a Egipto.

Israel, como siempre, es la víctima.

Y lo que también es importante tener en cuenta es que Hamas no tiene problema con estos combatientes independientes, siempre y cuando no le causen problemas a la propia organización.

Hamas no arresta a estos activistas rebeldes. En cambio despliega a sus miembros para detener el lanzamiento de cohetes cuando los cohetes mismos están siendo disparados, y lo único que hace es tratar de convencerlos de no disparar.

Hamas aún no ha decidido si está listo para enfrentarse con los salafistas y jihadistas con el fin de complacer a los egipcios, o si se está dispuesto a dejarlos estar y enfrentar a los egipcios. Pero mientras los grupos radicales no desafíen el trono en Gaza, Hamas estará satisfecho.

http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4479768,00.html
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld