En la política y las relaciones internacionales nada es estático ni eterno. La experiencia ha demostrado lo conveniente que han sido para los pueblos egipcio y jordano los acuerdos de paz y cooperación establecidos con Israel, sin ir más lejos.
El mapa político del Medio Oriente ha ido cambiando paulatinamente. Así, lo que inicialmente fuera un bloque monolítico de los Estados árabes e Irán contra el Estado hebreo ya no es tal. No es que repentinamente esos Estados hayan reconocido el derecho de los judíos a habitar en sus tierras ancestrales, ni mucho menos, pero la conveniencia o el miedo hacen a veces que surjan insólitas alianzas y extraños compañeros de viaje.
Desde hace tiempo, y sobre todo luego de los horribles acontecimientos de la guerra en Siria, el crecimiento de la influencia de Al Qaeda, el fortalecimiento de grupos terroristas yihadistas como Hezbolá y la Yihad Islámica y el tácito apoyo de Rusia a un Irán cada vez más desenfrenado en su carrera armamentista y nuclear, las monarquías de la Península Arábiga, suníes, se ven cada vez más amenazadas por el empuje del chiísmo persa y de un fanatismo suní que les privaría de su poder absoluto.
Acaba de producirse un acontecimiento de gran importancia en las relaciones de Israel con sus vecinos árabes. El ministro de Energía y Agua del Estado judío, Silván Shalom, asistió el pasado sábado a una reunión de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena, por sus siglas en inglés) en los Emiratos Árabes Unidos, con los que Israel no mantiene relaciones diplomáticas. Era la primera vez que el Estado judío enviaba un ministro a una reunión de dicha organización, fundada en 2009.
Aunque hubo ciertas resistencias, al final venció la razón (y la conveniencia) y se produjo la histórica visita.
La importancia de la conferencia y su posible trascendencia se ve reflejada en la nutrida asistencia: más de 1.000 delegados de unos 150 países y más de 120 organizaciones internacionales. Entre los asistentes hubo ministros y jefes de Estado.
La visita de Shalom podría marcar una mejora en las relaciones entre Israel y los Estados del Golfo; y en cierto modo constituye la superación de las tensiones suscitadas por la muerte de Mahmud al Mabuh, un cabecilla de Hamás que fue ultimado bajo condiciones aún no esclarecidas en una habitación de un hotel de Abu Dhabi el 20 de enero de 2010. Entonces, la Policía de Dubái declaró que estaba en un 99% segura de que en la muerte estaba implicado el Mosad. Mabuh era uno de los fundadores del ala militar de Hamás, y como tal responsable de numerosos atentados contra israelíes. En su momento Israel dijo que no había pruebas que sustentaran la acusación de los dubaitíes.
En el 2003 los Emiratos recibieron una delegación israelí por primera vez, para una reunión del Fondo Monetario Internacional. A diferencia de otros Estados del Golfo, como Omán y Qatar, los Emiratos nunca han acogido una oficina comercial israelí. Lamentablemente, las que había en Omán y Qatar cerraron en 2000 y 2009, respectivamente.
Tengamos fe en que éste sea el comienzo de un proceso de colaboración y entendimiento en aras de la paz en la región. Total, soñar no cuesta nada.
YO CREO EN LA PAZ , EL ESPIRITISMO(ALLAN KARDEC) EN SUS DICE QUE LA TIERRA PASARÁ POR UN PROCESO DE REGENERACIÓN ESPIRITUAL, ALLÍ SÍ TODOS LOS PUEBLOS Y RELIGIONES LLEGARAN A UN ACUERDO