Nos enseñaron sobre el enemigo sionista. Pero cuando vimos a los sionistas, nos dimos cuenta de que no eran nada parecido a lo que nos habían dicho’
La instalación ha tratado a 700 sirios, desde niños hasta ancianos, derrumbando los estereotipos acerca de ‘los sionistas’, mientras continúan los enfrentamientos al otro lado de la valla
Por primera vez, el ejército israelí permitió cámaras dentro de un hospital de campaña secreto en la frontera con Siria.
El viernes por la noche, el Canal 2 Noticias transmitió la filmación de la vallada instalación en los Altos del Golán, que ha tratado a más de 700 pacientes sirios desde que fue establecida hace menos de un año.
El hospital, cuyo personal son soldados de uniforme, incluye una sala de urgencias, una unidad de cuidados intensivos, un quirófano, un laboratorio móvil, una farmacia y un centro de rayos x. Trata a pacientes sirios que cruzan la frontera sin importar su credo – o de dónde están sus lealtades.
El informe aclaró que el tratamiento, alguna vez esporádico, de nacionales sirios en Israel, se ha convertido ahora en rutina: heridos cruzan la frontera y los equipos médicos de las FDI desplegados en los Altos del Golán les dan un tratamiento preliminar. Los que están lo suficientemente bien son enviados de vuelta a través de la frontera, y los que requieren tratamiento adicional son evacuados al hospital militar, le dijo a Canal 2 un comandante de campo de las instalaciones. Así, el hospital trata alrededor de cien sirios por mes.
El Mayor Itay Zoarets, cirujano jefe, describió la situación como «surrealista».
Dijo que si bien los soldados y los comandantes del cuerpo médico de las FDI fueron sometidos a un riguroso entrenamiento para aprender a tratar heridas de batalla, el ejército israelí no se había encontrado con este tipo de lesiones desde las últimas grandes guerras.
Los sirios heridos, dijo, sufren de graves lesiones en la cabeza y el estómago, así como amputaciones y una variedad de otras lesiones. Los casos extremos son trasferidos a hospitales civiles israelíes en el norte y centro del país.Los pacientes cruzan la frontera imbuidos de groseros conceptos erróneos sobre Israel y su gente.
«Dicen que antes de la semana anterior, antes que vinieran, pensaban que éramos el Gran Satán, los enemigos, y buscaban la cola entre nuestras piernas», dijo Zoarets.
Agregó que el hospital de campaña se mantuvo en secreto cuando se estableció – incluso dentro del propio ejército israelí.
«Al principio no sabíamos a dónde íbamos», dijo. «Acababan de establecer un equipo médico sin esbozar la misión… El ejército llamaba, así que vinimos».
Una enfermera del hospital, Capitán Shirin Parizadeh, dijo que si bien los pacientes sirios estaban «recelosos» del equipo médico israelí», eso es algo que superamos juntos».
Firas, un combatiente rebelde que estaba siendo atendido en el hospital en el momento de la filmación, criticó al gobierno del presidente sirio, Bashar Assad, por descuidar y oprimir al pueblo de Siria.
«Todos los días hay bombardeos aéreos de ciudades. Cada ciudad es bombardeada tres o cuatro veces por aviones de combate», dijo Firas, que desertó del ejército de Assad para unirse a los rebeldes que luchan para derrocarlo.
«Bashar [Assad] no cuidaba de nosotros. Aquí, en Israel, estamos siendo atendidos. Bashar no se preocupa por nosotros, mientras que Israel lo hace. Bashar nos dispara proyectiles, no se preocupa por nosotros en lo absoluto».
Otro paciente, Latif, dijo: «Nos enseñaron acerca del enemigo sionista, el opresor sionista. Pero cuando vimos a los sionistas [nos dimos cuenta de que] no eran nada parecido a lo que nos habían dicho. Son seres humanos como nosotros, humanos, e incluso más que eso».
Ahmed, quien también estaba siendo atendido en el hospital en el momento de la filmación, dijo que a raíz de la sublevación contra Assad, «llegamos a comprender quién es un enemigo y quién es un amigo. »
Dijo que a medida que la lucha continuaba, muchos sirios comenzaron a dudar de lo que les habían enseñado acerca de los países que los rodeaban.
«El régimen nos convenció de que todos alrededor nuestro eran nuestros enemigos», dijo. El Coronel Tarif Bader dijo que, si bien la decisión de proporcionar ayuda humanitaria a las poblaciones fuera de Israel fue siempre un dilema, en este caso fue «la decisión correcta» – de la que estaba orgulloso de ser parte.Añadió que la mayoría de los pacientes sufrieron «graves heridas de guerra». Entre ellos había hombres tan viejos como de 83 años, así como niños pequeños, a los que otro miembro del personal describe como fuertes y comunicativos. «No parecen asustados», dijo.
El personal describe los muchos momentos que hicieron del trabajo en el hospital de campaña una experiencia surrealista. Una vez, cuando un proyectil de mortero cayó cerca del hospital, dijeron, los soldados y los sirios por igual corrieron hacia el pequeño refugio que la pequeña base tenía para ofrecer.
«Es una situación increíble», dijo Zoarets de sus experiencias, antes de ser llamado para atender a un recién llegado.
El analista político Ehud Ya’ari dijo que este hospital es sólo la punta del iceberg, aludiendo a las muchas conexiones que Israel ha forjado a través de la frontera y los esfuerzos que ha hecho para evitar que los enfrentamientos en los que están involucradas fuerzas vinculadas con al-Qaeda – – enfrentamientos que han tenido lugar al otro lado de la frontera cercana al hospital de campaña – se extiendan a Israel.
El levantamiento sirio comenzó en marzo de 2011, con llamamientos para reformas, mayormente pacíficos, y se transformó en conflictos armados en respuesta a la represión militar. Desde entonces se ha transformado en una guerra regional subsidiaria, con Irán y Arabia Saudita apoyando a lados opuestos, y hasta ahora se ha cobrado la vida de más de 130.000 personas.
Combatientes extranjeros y extremistas islámicos han infiltrado a los rebeldes de la oposición, provocando luchas internas que han socavado la rebelión contra Assad y han exacerbado la crisis humanitaria provocada por el conflicto.
The Associated Press contribuyó a este informe.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Difusion: Porisrael.org
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