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| viernes noviembre 22, 2024

En las entrañas de un drone muy pequeño


Sur de Israel. Desierto del Néguev. Entramos en la base de la Fuerza Aérea Ilan Ramon. En este centro que lleva el nombre del primer astronauta israelí (fallecido en el 2003)  la tecnología es reclutada para activar el drone de vigilancia más pequeño en las filas del Ejército de Israel: Skylark. En hebreo, tiene un nombre bíblico, «Rojev Shamayim». Es decir, jinete en los cielos. Cabalga para espiar de día y de noche.

Es tan pequeño que se guarda en una estantería. Como si fuera una tienda de Ikea, el Skylark está repartido en varias cajas. Abrir, montar y usar. Equipado con mini cámaras que ofrecen imágenes de gran resolución, este aparato mide tres metros y pesa menos de siete kilogramos. Aunque a nivel operativo es relativamente nuevo, Israel ya lo considera básico en su estrategia de vigilancia y combate.

«Se trata de un mini aparato no tripulado que necesita muy poco personal para ser activado y nos ayuda mucho en el terreno. Muchas veces, las  tropas están ante una colina y no saben que hay al otro lado. Es cuando el soldado saca el Skylark y en pocos segundos vemos en tiempo real lo que nos espera«, nos dice el Mayor Aviv Koltunoff, oficial de la unidad de la artillería especializada en el uso de este simple y a la vez sofisticado sistema diseñado por la empresa israelí Elbit Systems.

 

Los soldados montando el drone (Sal Emergui)

Mientras montan las piezas en menos de cinco minutos, Koltunoff aclara:»No es simplemente venir, lanzar el pequeño drone y filmar sino instruir al oficial en el terreno para actuar, encontrar al enemigo armado y guiarle sobre dónde es mejor atacarle y sorprenderle».

 

Un espía aéreo muy pequeño (S.E)

Skylark puede estar volando entre una y dos horas. La distancia entre el soldado que lo lanza y el ordenador que lo dirige puede llegar a los quince kilómetros. Alcanza los 1000 metros de altitud aunque, como confiesan en la base, «cuánto más alto esté, menor calidad de imagen tendremos».

El comandante de batallón  suele fijar sus ojos en el terreno. Con este pequeño aliado aéreo que llevan cuatro soldados en varias bolsas, dispone de un «Gran Hermano». El sistema sabe detectar en tiempo real una emboscada en forma de artefacto explosivo o túnel minado. «No quiero dar detalles pero Skylark ya ha evitado emboscadas de grupos terroristas en varias operaciones», afirman a ELMUNDO.ES.

 

 

El Mayor Koltunoff con el drone militar más pequeño (S. E)

Un drone de este tipo voló hace unos días al primer plano de la actualidad al caer en campo abierto en la Franja de Gaza. Atento al error israelí, el brazo armado del grupo islamista Hamas envió rápidamente sus efectivos y exhibió el  «trofeo». No sólo para apuntarse un tanto en la guerra psicológica sino conocer de cerca y al detalle el pequeño aparato israelí capaz de vigilar sus movimientos. Un Skylark en manos de Hamas es un regalo en sus esfuerzos por tener su propia colección de drones.

 

 

 

 

 

 

El brazo armado de Hamas enseña el drone israelí que cayó por error.    

                          

Ante su éxito, el Ejército ha potenciado la unidad. a demanda ha acelerado los cursos de instrucción. Asistimos a uno de ellos. La soldado Sharon es la protagonista. No está sola. Jóvenes mujeres militares se encargan de enseñar cómo se lanza el Skylark o se usa el joystick. Los ejercicios de simulación utilizan planos reales de lugares como estrechas callejuelas de la localidad palestina de Nablús o barrios de una aldea chií del sur del Líbano.

 

La instructora del sistema (Sal Emergui)

«Nosotras nos ocupamos de instruir a los soldados para que estén preparados en tiempo real. El entrenamiento del sistema es básico para que luego sea eficaz», comenta a ELMUNDO.ES  la soldado responsable de la sala dominada por una gran pantalla. Su trabajo cuenta con la asistencia  de un  representante de Elbit System que conoce mejor que nadie las entrañas del juguete que han fabricado.»Nuestra misión es que no haya errores en el uso del avión sin piloto. Skylark tiene aplicaciones militares pero por supuesto también civiles»,  nos explica.

La unidad «jinete en los cielos» refleja también la orientación del Tsáhal y otros ejércitos, cada vez más entregados a la tecnología. Imaginar el pequeño drone activado exclusivamente por un robot que avanza en tierra no es ciencia ficción.

 
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