Andrew C. McCarthy y yo venidos siendo aliados desde hace mucho tiempo, combatiendo el azote islamista en idéntica trinchera durante dos décadas. Pero alianza no significa resolución inamovible y hoy responde de forma crítica en la tribuna de NRO «¿Puede evolucionar el islamismo?» a mi anterior columna de NRO «El auge del islam ‘moderado’«.
En ella yo escribía que si bien el islamismo – el movimiento utópico radical que aspira a la implantación homogénea y global de la ley islámica al servicio de un califa – sigue siendo mayoritariamente violento y tiránico, sucesos acaecidos en varios países insinúan la ligera posibilidad de que esta ideología evolucione en una dirección más moral y benigna. A lo cual, Andy responde poniendo tres reparos principales, a los que replicaré brevemente:
1. Andy observa: «La democracia occidental se aleja cada vez más de la cultura de libertades individuales amparadas por una administración pública de competencias limitadas. Que hoy parezca concebible que el islamismo se democratice es algo que sólo puede deberse a la cabida de una administración más centralizada e intrusiva en la democracia moderna».
Yo respondo: El de democracia es un concepto realmente flexible y los últimos acontecimientos vienen siendo en su mayor parte negativos; piense en la naturaleza pseudo-democrática de la Unión Europea. Pero no hablo tanto de una forma invertida de democracia como de una evolución paulatina en algo civilizado; no me estoy poniendo técnico al hablar de democracia, sino político al hablar de libertades y estado de derecho.
2. Andy discrepa de mi postulado de que «El islamismo ha evolucionado significativamente durante los 13 últimos años», distanciándose de la violencia en favor de la actuación en el seno del sistema. Él concluye que el islamismo «no ha cambiado en absoluto a nivel material», sino que simplemente hay más sensibilización hoy con los islamistas no terroristas.
Yo replico: Conocía islamistas no violentos hace 13 años; de hecho, esto queda implícito en mi afirmación en 2001 de que si bien «cobran apariencia pacífica… todos han de ser considerados asesinos en potencia». Hoy concluyo que «estas palabras suenan arcaicas» porque a estas alturas me doy cuenta de que ciertos islamistas no son asesinos en potencia. Los hay verdaderamente políticos carentes de intención de hacer uso de la fuerza. Andy no ha extraído esta conclusión pero sospecho que la extraerá con el tiempo.
3. Andy plantea un tema que no discutí, a saber, las implicaciones legislativas de la posible regularización del islamismo. Él aduce que no reviste implicaciones, afirmando que no hay decisión peor que «considerar un pequeño rayo de esperanza que el islamismo pueda mejorar como excusa de más colaboraciones y concesiones a los islamistas. El islamismo es la ideología de nuestros enemigos y… ha de ser derrotado, no integrado».
Yo replico: Estamos de acuerdo. Que yo vea «un pequeño rayo de esperanza» no significa que los países occidentales deban salir corriendo detrás de los movimientos islamistas, a la espera de que se moderen. No, es verdaderamente la ideología de nuestros enemigos lo que hay que derrotar y condenar al ostracismo, igual que lo fueron el fascismo y el comunismo en otros tiempos.
http://es.danielpipes.org/blog/2014/05/trayectoria-islamismo
Original en Inglés: Islamism’s Trajectory
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