Como es bien sabido, Israel criticó en forma categórica la formación de un gobierno de unidad nacional palestina, apoyado por Al-Fatah y Hamas, gobierno que prestó juramento este lunes 2 de junio en Ramallah. De las advertencias del Primer Ministro Benjamín Netanyahu no parece desprenderse un anuncio de medidas punitivas concretas sino más que nada una condena a la Autoridad Palestina por unirse a Hamas y una exhortación a la comunidad internacional a no reconocer el nuevo gobierno, alegando que este «incentivará el terrorismo», en lugar de «fomentar la paz».
Cabe recordar que Israel condenó la alianza de inmediato, mucho antes de saberse si las partes lograrían formar el gobierno de unidad nacional que en efecto se formó cinco semanas después del anuncio original sobre el acuerdo Fatah-Hamas. Es más: reaccionó suspendiendo hasta nuevo aviso las negociaciones de paz con la Autoridad Palestina, acusando al Presidente Mahmud Abbas (Abu Mazen), de haber optado por Hamas como alternativa a la opción de diálogo con Israel.
En ese momento, consideramos demasiado apresurado cortar las negociaciones, un error táctico que podía empujar a Abbas más aún a los brazos de Hamas.
Pero sí entendemos el por qué del rechazo de Israel a dicho gobierno.
Cabe preguntarse por qué…cuál es la lógica de dicha reacción, si durante mucho tiempo la «queja» de Israel era que negociar con Abbas mientras Hamas gobierna la Franja de Gaza , equivale a hablar con la mitad, solamente, del pueblo palestino , lo cual hacía albergar serias dudas acerca de la representatividad de su interlocutor. Si ahora se unieron y hay un gobierno único, no uno de la ANP por un lado, en Cisjordania, y otro, de Hamas, en la Franja de Gaza ¿De qué se quejan entonces los israelíes?
Pues hacer este planteamiento tiene por cierto, a primera vista, una profunda lógica..Parecería que Israel busca excusas para no negociar.
Pero el análisis a fondo de la situación nos lleva a otro tipo de conclusión, y ni siquiera hay que cavar tan hondo para verlo. El «mérito» al respecto no es nuestro…sino de los propios miembros de Hamas, que dicen a viva voz lo que al parecer no todos, en Occidente, quieren escuchar, y lo que el Presidente Abbas sabe , pero procura ocultar al menos hacia afuera: que Hamas no ha cambiado y que continúa siendo una organización terrorista que apoya la violencia contra Israel, aunque ahora, por consideraciones tácticas, no traduzca su visión en un plan práctico y concreto de choque diario con Israel.
El jefe de Hamas en Gaza Ismail Haniyeh, que ostentaba hasta hace unos días el cargo de «Primer Ministro en el gobierno de Hamas», fue muy explícito. Según informó la agencia de noticias palestina «Ma´an», Haniyeh hizo declaraciones sobre sus expectativas acerca de los objetivos del gobierno de unidad nacional: «unificar al pueblo palestino contra el enemigo sionista, protección del proyecto de la resistencia, protección de las armas de la resistencia, liberación de Jerusalem, Cisjordania y el resto de Palestina».
Es imperioso «traducir»: lo que para Hamas es «resistencia», significa terrorismo, y «el resto de Palestina» significa el territorio soberano de Israel mismo, no los territorios en disputa, sino el Estado de Israel.
Ya días antes, según escribió «Al Hayyat al-Jadida», al dirigirse a una multitud de seguidores de Hamas en Rafah, Haniyeh dijo que la reconciliación tiene como propósito «unificar al pueblo palestino contra el enemigo principal, el enemigo sionista», y «continuar con la opción de la resistencia y la determinación».
Y en declaraciones en la televisión «Al Aqsa» de Hamas en Gaza, Haniyeh ya había hecho referencia explícita a lo que dijo también el domingo: «la resistencia palestina llevó a la retirada israelí de la Franja de Gaza y también liberará Jerusalem, Cisjordania y el resto de Palestina». Claro está que si ya había mencionado a Cisjordania, «el resto de Palestina» significa Israel. «Liberarlo», es destruir Israel, sacarlo de donde está…
El Presidente Abbas sostiene que el nuevo gobierno reconocerá a Israel, respetará los acuerdos firmados y se opondrá a la violencia, y que las negociaciones serán prerrogativa de la OLP, no del gobierno de unidad. Pero en Hamas, piensan diferente. «Consideramos que las negociaciones y las conversaciones de paz han llegado a un callejón sin salida y que la resistencia, que liberó Gaza y defendió Gaza, puede liberar Cisjordania y el resto de las tierras de Palestina, con la voluntad de Alá», dijo Haniyeh a la televisión «Al Aqsa». «Aquellos que liberaron Gaza, con la ayuda de Alá, pueden liberar Jerusalem, Cisjordania y el resto de Palestina».
En una alocución pública en Gaza, el Ministro del Interior en lo que era hasta esta semana el gobierno de Hamas, Fathi Hamad, declaró: «Lo que nos hace vibrar son los sonidos de los disparos, cohetes, cargas explosivas, los secuestros de soldados..Esa es nuestra música, ese es nuestro himno». Y agregó, dejando en claro que la disputa con Israel no es en torno a las fronteras un poco más allá o más acá de las así llamadas «fronteras del 67»: «Nuestros ojos aún se dirigen a Haifa, Acre, Safed, Galilea»-o sea, el territorio de Israel.
Y ante los aplausos de los presentes, exhortó categóricamente a cortar toda coordinación de seguridad «con el enemigo sionista».
Es la coordinación de seguridad que el propio Abbas quiere mantener, consciente de que no solamente le sirve a Israel para frustrar atentados en su contra, sino a él mismo, ante intentos de Hamas de avanzar en Cisjordania..por más que ahora, por diversas razones, le sirva una alianza temporaria con la organización.
Volvamos al último miembro de Hamas aquí citado. Fathi Hamad, que habla de la «música» que hace «vibrar» a Hamas, es el mismo que hace pocos años, en un acto en Gaza, dijo orgulloso: «Nosotros amamos la muerte, tanto como ellos (en referencia a Israel), aman la vida».
Pues Israel tendrá que seguir tomando medidas para garantizar su vida, mientras del otro lado haya quienes quieran sembrar muerte.
La esperanza es que lo comprenda también el Presidente Abbas, que vea que por más discrepancias que tenga con Israel para llegar a un acuerdo, será precisamente el logro de la paz con Israel lo que traería mejor vida al pueblo palestino. No una unión con Hamas. Al menos, no el Hamas que sigue hablando como le hemos citado aquí. Si fuera otro, un Hamas dispuesto a negociar y dejar la violencia, sería otro cantar.
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