“Hashem hizo brotar del suelo (del Edén) toda suerte de árbol agradable a la vista y bueno como alimento”
“Y también el Árbol de la Vida en medio del jardín y el Árbol del conocimiento del Bien y del Mal”.
“De todo árbol del jardín podrán comer libremente, pero del Árbol del Conocimiento del bien y del Mal no podrán comer, porque el día que de el coman, morirán”.
Debe interpretarse que a “A partir del día que de él coman, deberán enfrentarse con la muerte”.
Esto es, tener conciencia de su finitud.
He reparado dentro de toda la metáfora del Jardín del Edén en algunas palabras de la Torá.
La impopular serpiente era “La mas astuta de todos los animales silvestres”.
Nótese que la serpiente le dijo a la mujer:”No, no morirán, Hashem sabe que el día que ustedes coman de él, se abrirán sus ojos y serán como Elokim, conocedores del bien y del Mal.”. Con cierta audacia, podemos deducir que aquellos que puedan diferenciar fehacientemente el bien del mal serán “Como dioses”, o tal vez allí resida la tan mentada “Semejanza”.
Desde el lugar de los científicos, la religión no existe, ya que no existen “pruebas científicas “de sus afirmaciones, de sus enunciados, dogmas o doctrinas.
Seguramente también resulta antipático para aquel que ha pasado su vida adquiriendo conocimientos, aquello de “Aquel que coma del árbol del conocimiento, morirá”.
Otros se han esforzado en conciliar Ciencia y religión.
De hecho, se creó en Jerusalem la Universidad para el estudio comparado de la ciencia y la Torá.
Claramente, ni la Torá ni el Judaísmo vienen regalados, si no que hay que hacer un permanente esfuerzo de interpretación para poder vivir la inmensa fuente de sabiduría que emana de los textos sagrados.
Desde un punto de vista algo menos místico, rellenar los espacios que manos humanas y falibles escribieron, ya sea por inspiración humana o divina.
Por eso sugiero que debería interpretarse que el cuestionado Árbol. No debe leerse como “Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal “, si no ÁRBOL DEL CONOCIMIENTO DEL BIEN Y DEL CONOCIMIENTO DEL MAL”.
Cada uno elige. Eso es el libre albedrío.
Mi primer Árbol era un conjunto de puñales.
Pero el que figura en la fotografía tiene hojas aceradas como dagas, y también agradables hojas y deliciosos frutos.
Como toda creación de Hashem, los árboles son hermosos,Y NO PUEDEN SERVIR PARA MATAR.
H.Vodovotz
“EL ÁRBOL DEL BIEN Y DE MAL “
Óleo de H. Vodovotz—–2005—-183x85cm.
NOTA
El cuadro reproducido se expondrá en el Museo Histórico Cornelio de Saavedra , Crisólogo Larralde 6309, durante una muestra individual de H. Vodovotz.
Inauguración:6 de Mayo de 2006- Duración : hasta el 6 de Junio de 2006-
Horarios:Lunes a viernes de 9 a 18 hs.
Sábados, Domingos y feriados de 10 a 20 hs.
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