El secuestro y horrible asesinato de tres adolescentes israelíes por terroristas de Hamas ha dejado tan conmocionada a la sociedad israelí como en su día el caso de Miguel Ángel Blanco a la española.
Tristemente no ha sido un hecho aislado: ni por el modus operandi de islamistas capaces de raptar a decenas de escolares nigerianas, ni en la historia de Israel, que ha sufrido el secuestro, tortura y desaparición de rehenes a manos de terroristas árabes. La más reciente experiencia anterior fue el secuestro por Hamas durante 5 años (!!) de Gilad Shalit, que sólo pudo ser liberado después de que Israel excarcelara a 1.027 terroristas palestinos condenados por crímenes atroces que incluían el asesinato de 569 israelíes. En este caso, el desenlace ha sido aún peor.
Tampoco es sorprendente que los autores de este último acto formen parte de Hamas, organización terrorista que controla con mano de hierro Gaza desde 2007 (la misma Gaza desde la que Angels Barceló emitió recientemente su programa en la cadena SER sin mencionar el pequeño detalle del brutal régimen que la gobierna). Hamas ha participado en los ataques más increíblemente salvajes, estallando bombas en autobuses y restaurantes. Hamas no se conforma con la creación de un estado palestino, sino que busca desde su carta fundacional la aniquilación de Israel y el genocidio de sus habitantes judíos. Es por eso que la UE y los EEUU consideran a Hamas una organización terrorista.
Aunque el secuestro provocó innumerables reacciones internacionales, incluidas muestras personales de cariño de los primeros ministros británico o canadiense, el gobierno español ha mantenido hasta ahora una actitud equidistante, impropia de un país amigo de la democracia israelí.
Resulta profundamente decepcionante que hasta ayer el ejecutivo del presidente Rajoy sólo haya emitido una simple nota de nuestra cancillería condenando el secuestro y cualquier acto de terrorismo. Por si ello hubiese podido ser entendido como una modesta prueba de solidaridad y empatía hacia la sociedad israelí, la nota incluía una felicitación a Abu Mazen por su rechazo del terrorismo (!!) y concluía con una estupefaciente exigencia de contención a Israel a la que se advertía preventivamente contra cualquier reacción desproporcionada. En esta llamada a la contención España se alineaba con las mociones de Irán y Arabia Saudita en Naciones Unidas, esos paladines de la moderación y los Derechos Humanos.
Supongo que el gobierno español puede estar tranquilo pues es poco probable que Israel responda proporcionalmente secuestrando y asesinando vilmente indefensos estudiantes árabes cuando vuelen del colegio. Tampoco Israel lanzará, proporcionalmente, quince mil cohetes sobre la población civil palestina como ha venido haciendo Hamas con las ciudades de Israel. Por cierto que ni España ni la UE pidieron proporcionalidad a los palestinos en la exigencia de mil criminales a cambio de un muchacho que hacía el servicio militar para liberar a Gilad Shalit.
Pero es esencial reiterar que los autores de este crimen abyecto forman parte de Hamas, una organización que hoy integra la coalición de gobierno de la Autoridad Palestina desde que su Presidente Abu Mazen, el celebrado anti-terrorista, prefirió la compañía de estas bestias sanguinarias a la continuación de las negociaciones de paz. El Abu Mazen que condena de boquilla el terrorismo mientras permite que en sus colegios se celebre indisimuladamente cualquier masacre contra la población judía.
A esa misma AP es a la que España dona generosamente millones de Euros de ayuda hasta haberse convertido históricamente en su tercer mayor donante de la UE, por encima del Reino Unido, Francia, Alemania o Italia. Esa ayuda se ha canalizado con dudoso control y ha alimentado la cleptocracia crónica de una AP que no ha tenido elecciones desde el 2006.
Desde hace años una serie de prestigiosas organizaciones ha denunciado el uso que de esas donaciones ha hecho la AP incitando al odio antijudío en sus escuelas, glorificando el yihadismo en los medios, o directamente financiando a las familias de los terroristas presos en cárceles israelíes (y cuanto más atroz el crimen y mayor la condena, mayor la subvención). Hoy esa práctica resulta francamente esquizofrénica pues el gobierno de España contribuye al mantenimiento de una autoridad formada también por terroristas, según la propia UE.
Considerando la alegría con que nuestra cancillería suele convocar al embajador de Israel cada vez que su gobierno aprueba la construcción de un puñado de viviendas en territorios disputados, resulta incomprensible que esta misma no haya tenido a bien llamar a consultas al «embajador» palestino en Madrid para pedirle explicaciones sobre la coalición con terroristas de su gobierno. Tampoco lo ha hecho ahora que, en territorio gestionado por la AP, miembros de esa organización que integra su gobierno han cometido este repugnante acto criminal. España puede además pedir explicaciones pues son nuestros contribuyentes los que pagan el sueldo del susodicho “embajador” y el alquiler de sus oficinas.
Es hora pues de que el Gobierno de España haga oír inequívocamente su voz a favor de la única democracia de Oriente Medio, que es Israel. También lo es de que el Ministro de Exteriores se exprese con la vehemencia a que nos tiene acostumbrados en otros asuntos, para conminar a la Autoridad Palestina a la ruptura inmediata de su gobierno con Hamas, a su vuelta incondicional a las negociaciones con Israel, al cese inmediato de su incitación al terrorismo y que España vincule de modo inequívoco cualquier cooperación futura con el régimen de Abu Mazen a comportamientos éticos incompatibles con la alianza, el encubrimiento y la colaboración con secuestradores y asesinos.
Pedirle peras al olmo. hace unos días en Guinea Ecuatorial se realizó un Congreso de la Unión Africana. Ente los asistentes habían varios delegados de organizaciones Jurdías Americanas, invitadas por el propio presidente de Guinea Ecuatorial. Estos ya estaban en el recinto de la asamblea cuando repentinamente la Liga Árabe exigió, para entrar al recinto de la Asamblea, que la delegación «Israelí» abandonara la asamblea. En la agenda de la asamblea estaba además una propuesta o resolución, para que se condenara el secuestro de los tres jóvenes israelíes. A pesar que la delegación de varias organizaciones Judas Americanas, trataron de explicar que ellos no eran Israelíes sino Judíos Americanos ( me hace recordar lo de Alemanes de fe Mosaica) La liga Arabe insistió que eso era lo mismo, ,Judíos o Israelíes; y los Judíos fueron obligados a abandonar el recinto. Los Judíos dejaron sentada su protesta ante tamaña humillación. El Presidente dela nación quiso desagraviar a los grupos de Judíos, ofreciéndoles un banquete en su residencia un banquete de desagravio, pero estos ya habían abandonado el país. Aquí no acaba el cuento.
Le delegación Palestina exigió que se borrara de la agenda la propuesta o resulición que condenaba e secuestros de los tres Jóvenes Judios. Y asi sucedió la propuesta fue borrada de la agenda.
Para cerrar con broche de Oro este congreso de la Unión Africana, estaban presentes el secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki Moon, el Ministro de asuntos exteriores de ESPAÑA y varios delegados de otras naciones Europeas. Nadie protesto, nadie comento, el acto antisemita y la humillación contra los Judíos invitados, promovido por La Liga Árabe y me imagino apoyado por la mayoría del congreso, Ya que de otra manera no se pude explicar esta situación.
Quien entiende a los ESPAÑOLES y su antisemitismo. Por un lado invitan a volver a España a los descendientes de lo Judíos Sefaradíes expulsados durante el Reinado de los Reyes Católicos y por el otro estas muestras de silencio cómplice antes actos de antisemitismo de esta naturaleza.
Del Secretario General de las Naciones Unidas habría que hacerle un mención aparte, por su comportamiento vergonzoso en el Congreso de la Unión Africana, or su silencio complice en actos antisemitas. Tampoco su protesta por el secuestro de los Jóvenes fue contundente, solo recalco lo de «Mesura por las Partes»