Hoy, muy temprano por la mañana, recibí en mi casilla de correo un mail enviado por el portal «Judaísmo Hoy». Ante la escala de violencia en la zona, el autor (anónimo) me recomendaba (adjunto texto original):
«¡Es hora de despertar!»
«En respuesta a la situación alarmante que estamos pasando aquí en Israel le pedimos a todos nuestros lectores que reciten salmos diariamente. Para aquéllos que saben hebreo, les pedimos que los lean del Libro de Tehilim.
Al publicar estas líneas hemos escuchado en la radio el último informativo. Los terroristas de Gaza estan apuntando con misiles de larga distancia a Jerusalén, Zihrón Yaakov, Raanana, Cesárea, Herzlía, Tel Aviv, Beer Sheva, Ashdod y Ashkelón. Gracias a Dios varios de los cohetes han sido interceptados. Cinco terroristas se infiltraron por mar en un kibutz cerca de Ashkelón y fueron eliminados por el Ejército.
Quiera Dios que el mérito de nuestras plegarias traiga rápidamente la redención y que la paz reine sobre nosotros y sobre todo el pueblo de Israel.
El llamado es muy fuerte, dentro de todo, gracias a Dios, estamos viendo «milagros» momento a momento.
Me parece que todavía no queremos entender que HAY UN PROTECTOR SOBRE ISRAEL. Han caído en las ciudades del sur miles de cohetes, katiushas y morteros y gracias a Dios los pocos daños han sido solamente de bienes materiales.
«La tzedaká, La tefilá y la teshuvá anulan el mal decreto» (Tefilá de Yom Kipur)
Por favor, sigan pidiendo por nosotros, reciten estos salmos diariamente acordándose que de todos nosotros y de nuestras acciones depende en estos momentos difíciles la redención y salvación de Israel.
Les transcribimos algunos salmos en español, aquellos que leen hebreo pueden bajar el Libro de Tehilim en formato PDF».
Hasta aquí el texto sin firma de alguien que, después de todo, tiene buenas intenciones.
No obstante, mi memoria de diablo, que según Martín Fierro sabe más por ser viejo, me recordó un curioso episodio de la Guerra de Independencia de Israel en 1948-49.
Una vez acabado el prolongado sitio árabe a la ciudad de Tzfat (Safed), en la Alta Galilea, los medios entrevistaron a los Grandes Sabios de la Cabalá, residentes en dicha localidad, curiosos por saber cómo hicieron para soportar semejante asedio.
«Muy simple», respondieron. «Una mezcla de trabajo y milagro».
«¿Cómo es eso exactamente?», insistieron los periodistas.
«Muy simple», repitieron. «El trabajo es que rezamos; el milagro es que llegó el Palmaj».
Ciudadanos de Israel: No dejen de leer el Libro de los Salmos. No puedo negar que es uno de mis preferidos del Tanaj. Pero por favor, leanló después de haber cumplido con todas la indicaciones de seguridad del Comando Civil del Ejército.
Así, se sentirán un poco más seguros cuando lean: «Los malvados no triunfarán porque Dios (y también un poco nuestros soldados) cuida el camino de los justos» (Salmos; 1; 5-6).
no las plegarias ayudaron, solo la inteligencia de nuestros cientificos, y la valentia de nuestros soldados,