Daniel Barenboim dijo recientemente: «Es una infamia que hayan asesinado a tres niños israelíes, pero Israel no tiene derecho a responder con un bombardeo, administrando la culpabilidad colectiva». Es elemental estar bien informado sobre los acontecimietos cuando se quiere lanzar una opinión sobre los mismos. El gran músico y aficionado comentarista sobre asuntos del Medio Oriente, parece no saberque los bombardeos selectivos que la aviación israelí lleva a cabo en Gaza, se hacen con el fin de hacer callar la incesante lluvia de bombas que Hamás hace caer sobre sobre jardines de infantes y otros lugares civiles del sur de Israel, y no en venganza por el rapto y asesinato de los tres adolescentes israelíes.
En su nueva incursión en política,demostró que tampoco está informado que el operativo “Volved hermanos” que el Ejército de Defensa de Israel lleva a cabo en la Cisjordania (nombre actual de las bíblicas zonas de Judea y Samaria), no es un castigo colectivo sino una acción que tiene por objeto apresar a los hombres de Hamas allí infiltrados y arrasar sus instituciones, para detener los continuos ataques e intentos de rapto que Israel está soportando, amén de encontrar y castigar a los raptores y asesinos de Eyal Yifrach, Naftalí Frenkel y Gilad Shaer.
Cuando nos pareció que la genialidad de la batuta de Daniel Barenboim había silenciado definitivamente la mediocridad de sus labios, lamentablemente la realidad reciente nos demostró que todos estábamos equivocados. Así como el zorro pierde el pelo pero no las mañas, el insigne pianista y director de orquesta judío volvió a proferir su sarta de improperios en contra de Israel, su patria por adopción, sin mencionar el más mínimo error palestino.
¿Qué es lo que anida en su corazón que hace que desde que abrió su boca por primera vez para referirse al conflicto árabe israelí, inclinó su balanza a favor de los palestinos? Sin pretender que siendo judío simpatice con la causa israelí como sería justo, si tanto aboga por la paz como lo demuestra cuando dirige la orquesta Divan de su acertada creación, ¿porqué no es ecuánime cuando habla? La complicada personalidad de este genio de la música, dificulta dar una respuesta a estos interrogantes. No es descabellado suponer que lo que lo llevó a hacer estas últimas declaraciones en contra de Israel, es la intención de intensificar a su favor la opinión pública de España (de reconocida simpatía por la causa palestina), en donde está ofreciendo conciertos.
En este mundo no faltan quienes atacan injustamente a Israel, inspirados en su natural antisemitismo o influenciados por el fanatismo musulmán. Pero cuando esas mentiras son proferidas por un judío israelí, duele e indigna a los israelíes de tal manera, que inevitablemente hace que surja alguien que no pueda aguantar de proferir un insulto a su persona.
Natanya, Israel.
No puedo insultar a este personaje, porque faltan palabras en el vocabulario. Invito a este defensor de los derechos humanos, a que venga a tomar unos mates a mi casa, en Ashdod, mientras suena la sirena y así matizamos las caídas de las raquetas que nos obsequian los palestinos.