Debido a que Pinjás, el hijo de Eleazar y nieto de Aarón ejecutó a Zimri ben Salu, príncipe de la tribu de Simón y a Cozbi bat Tzur, princesa de Midian, deteniendo de esta manera la plaga que se había desatado en el campamento de Israel, Di-s establece con él y sus descendientes un pacto de sacerdocio eterno.
Es realizado un censo de los israelitas, que arroja como resultado 601.000 hombres mayores de 20 años.
Di-s da instrucciones con respecto al reparto de la tierra. Las hijas de Tzelofjad se presentan ante Moshé y reclaman que, dado que su padre murió sin dejar hijos varones, se les de parte en la herencia de la tierra. Moshé consulta a Di-s y la respuesta es que al no haber hijos varones heredan las hijas, sino los hermanos, o los tíos, pero que la heredad de cada familia permanezca para esa familia.
Di-s le ordena a Moshé que suba al Monte Nevó y vea la Tierra de Israel antes de morir, pues por lo ocurrido en Meribá el no entrará a ella. Ante el requerimiento de Moshé de que no deje sin guía a Israel, el Todopoderoso le ordena que invista a Ieoshua bin Nun como su sucesor y encargado de conquistar la tierra y repartirla.
La Parashá termina enumerando los sacrificios diarios, de Shabat, de Rosh Jodesh y de las festividades.
APRENDAMOS DE PINJAS
Pinjás, era un hombre de entrega total en su misma esencia. Por ello se puso en peligro en un asunto donde no hay obligación de ponerse en peligro, al punto de que si hubiera consultado si debe actuar como lo hizo, no se le indica que lo haga . Pero siendo que todo su ser es entrega total, no formuló preguntas sino que entregó su vida para celar el celo de Di-s.
Esto es lo que debemos aprender de Pinjás: Ser judíos de entrega del alma en nuestra misma esencia, y ocuparnos de fortalecer la observancia de los preceptos y la difusión de la Torá en un espíritu de entrega total permanente. Esto significa, que no se tiene absolutamente en consideración dificultad ni obstáculo alguno, sino que se entrega totalmente a cumplir con la Voluntad Divina. Entonces uno se hace merecedor de que Hashem le da éxito a su trabajo de una manera de «maravilla», y causamos así en la práctica la verdadera y completa redención.
Este jueves 12 de Tamuz (10 de julio) recordamos la liberacion de Rabi Iosef Itzjak Schneerson Ztz´´l de la cárcel soviética. El gobierno de Stalin lo detuvo por seguir expandiendo el judaísmo y lo condenó a muerte. La sentencia fue conmutada por trabajos forzados en Siberia, luego se cambió la sentencia por el exilio en Kostrama, una pequeña aldea en Siberia y, finalmnente el 12 de Tamuz fue liberado y posteriormente se le autorizó a abandonar la URSS.
El primer interrogatorio
El primer interrogatorio tuvo lugar el jueves, a las diez de la noche.
El Rebe ya observaba dos días de ayuno total en señal de protesta por habérsele quitado sus Tefilín. Enfermo, dolorido, débil y quebrantado a causa de la violencia física y más debilitado aún por el ayuno que observaba, fue conducido al interrogatorio.
Había tres personas presentes: dos rusos y el judío, Lulov, de 23 años de edad. Lulov, y otro judío, Nájmanson, habían detenido al Rebe en su hogar. El jefe de los interrogadores era un ruso de nombre Dachtriov. El Rebe fue conducido a un gran salón.
Los muros eran de mármol con enormes caños embutidos, célebres «muros con oídos» pues merced a estos caños la conversación entre el interrogador y el prisionero podía ser escuchada por los agentes de la G.P.U. que la transcribían en habitaciones vecinas.
Al entrar el Rebe, éste se volvió hacia los interrogadores y observó:
– ¡Es la primera vez que entro en una habitación sin que nadie se ponga de pie!
– ¿Sabes dónde te encuentras? -le preguntaron sus interrogadores.
-Sin duda, -respondió el Rebe- Tengo plena conciencia de que me encuentro en un sitio en el que no es menester tener una Mezuzá. Hay varios sitios de esa índole que no requieren una Mezuzá, por ejemplo, un establo o un cuarto de baño.
Los interrogadores, y en particular el judío, Lulov, trataron al Rebe de manera ruda y despectiva. Se burlaron y mofaron airadamente de él.
-Basta de mofas -les dijo el Rebe- Y devolvedme lo que me pertenece. No tenéis derecho a acusarme.
– ¡Silencio! -exclamó Lulov airadamente. Extendió su mano y dijo- ¿Ves este brazo que se extiende delante de ti? Desde que tengo 14 años ha estado consagrado a la sagrada tarea de aniquilar a quienes se te asemejan, y que se oponen al adelanto. Los destruiremos a todos. ¿Pides Talit y Tefilín? Los arrojaremos a la basura.
El Rebe golpeó la mesa con el puño y exclamó:
– ¡Criatura vil!
Sus rostros asumieron entonces un aire sombrío y el funcionario de categoría superior comenzó a dar lectura a diversas acusaciones, y a enumerarlas detalladamente:
- Se te acusa de ser contrarrevolucionario;
- Los judíos de la U.R.S.S. te consideran su autoridad religiosa más alta y ejerces considerable influencia sobre ellos.
- Ejerces también influencia sobre los intelectuales judeo-soviéticos así como sobre la burguesía de los Estados Unidos;
- Tenemos plena conciencia de que tu influencia se extiende sobre toda Rusia mediante tu red educacional así como mediante otras instituciones religiosas;
- Has establecido comunicaciones secretas mediante mensajeros que viajan a países extranjeros en aras del fortalecimiento de la religión en Rusia.
Lulov, que solía tartamudear, exclamó airadamente: «M-M-Mas dentro de 24 horas serás fusilado». No era una mera amenaza, la situación era muy grave. Un destacado comunista que participó en un intento de liberar al Rebe, el viernes de esa semana hizo una observación a una hija del Rebe: «Ora por que tu padre siga vivo.»
El Rebe regresó del interrogatorio agobiado por un dolor agonizante. Continuó con su huelga de hambre hasta el viernes por la tarde, momento en que le fueron devueltos sus Tefilín y libros sagrados. (www.es.chabad.org)
Soy un gran admirador de la perseverancia de la educacion judia, creo que es un buen ejemplo a seguir.
Estoy muy agradecido a Dios por concederme la gracia de amar a Israel y orar por la paz de Jerusalen. Shalom.