Como ya ha ocurrido en otros conflictos anteriores en Gaza, el ejército de Israel avisa a los civiles de que se va a bombardear su casa. Pese a ello en la reciente escalada en la Franja han fallecido ya varias decenas de personas, muchos de ellos civiles y, lamentablemente, también algunos niños.
La práctica de los avisos intenta minimizar el número de víctimas civiles en un escenario que es extremadamente complicado para ello, ya que la mayor parte de las infraestructuras terroristas que se utilizan para almacenar armas o lanzar cohetes o misiles a Israel se camuflan en edificios de uso civil o incluso en viviendas.
Se trata de un aspecto de los ataques de Israel que tiene poco eco en los medios, pero hasta la agencia Efe –cuya cobertura de los acontecimientos no destaca precisamente por un enfoque proisraelí- relataba hace unos días el caso de una familia que explicaba que durante la noche recibieron una llamada de una persona que hablaba mal árabe y se identificó como miembro de los Servicios de Seguridad israelíes. En esta llamada se les pidió que abandonaran el edificio porque iba a ser atacado en cinco minutos. Algunos miembros de esta familia son sospechosos de ser miembros de Hamás.
ONU: no hicieron caso de los avisos
La explicación a cómo puede darse un número relativamente elevado de víctimas civiles a pesar de esta práctica se recoge en un informe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) publicado este nueve de julio y que recoge la situación humanitaria en Gaza desde el inicio del conflicto.
En el informe se dice, literalmente, que «en la mayoría de los casos antes de los ataques los residentes han sido advertidos de que debían abandonar sus viviendas, tanto a través de llamadas telefónicas como por el lanzamiento de misiles de advertencia».
El informe, que recoge el fallecimiento de 35 personas, 23 de ellas civiles –un número que se ha incrementado desde su elaboración- no recoge las razones que llevan a los palestinos a desoír los avisos y especular sobre el asunto es complejo. Los motivos podrían ir desde la más brutal inconsciencia hasta las presiones o amenazas de Hamás, la organización terrorista que domina la Franja de Gaza y que no vacila en utilizar a sus propios civiles como escudos humanos.
LO HACEN PARA PODER VICTIMIZARSE ANTE EL MUNDO