La verdad de la guerra

Por más que las imágenes llegadas de la zona en conflicto muestren mucho más destrucción en la Franja de Gaza que en territorio israelí, los agresores en este conflicto no son los israelíes, sino los terroristas de Hamas, Jihad Islámico y otros grupos radicales palestinos.

Por más que haya habido hasta el momento de escribir estas líneas ya más de 30 muertos en Gaza, entre ellos, lamentablemente, también algunos civiles e inclusive al parecer niños y mujeres, la responsabilidad por esta guerra, recae sobre quien hizo todo para provocarla : Hamas y sus pares en Gaza.

Por más que hasta el momento de escribir esta nota no haya habido muertos en Israel, sería un craso error-o un juicio muy mal intencionado-alegar que ello se debe a que los misiles disparados desde Gaza, en realidad, son “proyectiles caseros imprecisos”, que no constituyen amenaza seria para nada.

Israel destina grandes recursos para proteger a su ciudadanía. Y es por eso que tiene la batería anti misiles “Cúpula de Hierro”, que intercepta la enorme mayoría de lo que está en camino a caer en zonas densamente pobladas. Por eso hay un sistema nacional de alarmas, refugios, piezas de seguridad…y una ciudadanía disciplinada que tiene claro que esto no es broma…y que cuando suena la alarma, hay que correr a resguardarse.

Ningún país normal aguantaría que del territorio vecino, se lancen durante años morteros, cohetes y proyectiles diversos, sin reaccionar. Es que los contra ataques de Israel a esos disparos estuvieron siempre dirigidos hacia los lanzacohetes mismos, hacia las células responsables y en general hacia blancos vacíos. Siempre tratando de mantener el delicado equilibrio entre no responder y no arriesgarse a escalar la situación en lugar de calmarla.

Ningún país normal aceptaría que su territorio sirva de tiro al blanco de los vecinos, que encima se presentan como víctimas, aunque en sus manos habría estado no entrar siquiera en la guerra total.

Porque la verdad es que lo que en las pantallas aparece como un imponente operativo militar israelí, por ahora desde el aire, es una reacción, una respuesta de Israel, a las constantes provocaciones de diversos grupos extremistas palestinos en la Franja de Gaza, Hamas entre ellos.

¿Qué ganan esos grupos con disparar misiles hacia Israel, que ya en agosto del 2005 se retiró de Gaza? Nunca lo entendimos ni lo vamos a entender.

Pero es un hecho concreto, no una interpretación por tal o cual tendencia política, que Israel trató reiteradamente de frenar la escalada, de volver al menos a la “tensa calma”… En vano: el disparo de cohetes desde Gaza hacia Israel no se detuvo sino que en las últimas semanas fue en constante aumento. Y cada vez se agregan al mapa de alarmas, más y más localidades israelíes, al alcance de los ataques desde la franja palestina vecina.

Por más serio que aparezca el Primer Ministro de Israel Benjamin Netanyahu ante las cámaras de televisión, por más firme y duro que suene su mensaje y por más que se lo presente como “el derechista” que encabeza la coalición de gobierno, la verdad es que es el Premier israelí que actúa con mayor contención quizás en toda la historia del Estado, que menos apresurado es en recurrir al uso de la fuerza militar.

Podrá estar el frente de un gobierno de imagen dura y ultraconservadora, que no pocas críticas merece-a nuestro criterio-en temas políticos diversos. Pero es un Primer Ministro que no se lanza en forma irresponsable a la guerra. Y no menos importante es recordar que en la línea que defendió en el gabinete , transmitiendo mensajes firmes a Hamas cuyo objetivo era impedir la conflagración total y el regreso a una relativa calma, recibió constantemente el apoyo de su ministro de Defensa Moshe Yaalon, un “duro” en cuestiones políticas en discusión con los palestinos, pero responsable en cuanto al uso de la fuerza.

Durante mucho tiempo, lo que de afuera se suele ver como “relativa calma”, debía medirse en un goteo de cohetes, cada tanto, que nunca desaparecía del todo. Hace años y años que la población del sur de Israel vive, cuando hay “relativa calma”, con la convicción de que es solo cuestión de tiempo hasta que vuelva a estallar la tormenta.

Pero en las últimas semanas ese “goteo” dejó de ser tal y se convirtió en inundación. También la respuesta israelí cambió en intensidad, pero no es una guerra “contra Gaza” tal cual suele alegarse, sino ataques concretos contra blancos de los grupos terroristas, depósitos de cohetes ocultos, escondites de lanzadores, fundiciones, casas de los jefes del brazo armado (los intermedios, ya que los “grandes” supuestamente políticos, están bien escondidos bajo tierra por cierto) , previo aviso por teléfono a las familias, para que salgan antes del bombardeo.

Y al intentar analizar las verdades de esta guerra….no podemos dejar de preguntarnos de dónde salieron tantos misiles. Israel intensifica sus ataques a Hamas, Jihad Islámico y demás, pero los misiles siguen cayendo. El arsenal incluye también misiles de largo alcance, que ya han llegado no lejos de Haifa, en la costa norte. Esos son misiles llegados de Siria o de Irán.

¿No era que Gaza está en serias dificultades, que el bloqueo la ahoga y sume en una seria crisis económica por la que sufre supuestamente la población? Se ve que no era cierto… porque si no… ¿sería lógico pensar que Hamas y sus pares destinarían tanto esfuerzo y dinero a armarse hasta los dientes, mientras la población padece carencias? No… seguramente no ¿Verdad?