La comunidad internacional, que tiene una participación importante en la protección del tráfico aéreo internacional de los ataques terroristas con cohetes, debe apoyar los esfuerzos de Israel para poner fin, permanentemente, a estos ataques. Si se permite que Hamas haga que se cierre el aeropuerto principal de Israel, todos los grupos terroristas del mundo comenzarán a apuntar a los aeropuertos de todo el mundo. Si se permite que Hamas tenga éxito, el derribo del avión de Malaysian sobre Ucrania será sólo una de muchas tragedias. Un ataque a la seguridad del aeropuerto de Israel es un ataque a la seguridad de toda la aviación internacional. Israel es el canario en la mina. Lo que Hamas le ha hecho a la aviación israelí es una advertencia para el mundo. En sus esfuerzos para impedir que Hamas lance cohetes contra el aeropuerto Ben Gurion, Israel está luchando a favor de todo el mundo civilizado contra aquellos que derribarían aviones civiles. El mundo debe apoyar a Israel en esta noble lucha.
La decisión de Hamas de disparar cohetes en dirección del aeropuerto Ben Gurion podría haber acabado con toda perspectiva real de una solución de dos estados. Ya sea que esté bien o mal que los reguladores y las aerolíneas hayan interrumpido los vuelos hacia y desde Israel, esta interrupción ya no puede ser tolerada por un país democrático que depende tanto del turismo y los viajes internacionales. Por supuesto, es un crimen de guerra atacar un aeropuerto civil internacional, como claramente Hamas lo ha hecho. Israel tiene todo el derecho a mantener abierto ese aeropuerto, empleando todos los medios militares razonables a su disposición. Dado que Hamas dispara sus cohetes desde zonas civiles densamente pobladas, habrá más muertes de civiles palestinos.
Esto, por supuesto, es parte de la gran estrategia de Hamas: atacar a civiles israelíes, y al tráfico aéreo internacional, desde sus propias zonas civiles, Hamas no le deja a Israel otra opción que adoptar acciones militares que ponen en riesgo la vida de palestinos inocentes. Ahora habrá más muertes de palestinos inocentes, ya que Hamas ha aumentado considerablemente la apuesta contra Israel. Todos los países del mundo harían todo lo que estuviera en sus manos para mantener abiertos los aeropuertos, que son el sustento de su viabilidad económica. Hamas lo sabe y le alegra la acción militar israelí, que produce más civiles palestinos muertos y, por lo tanto, más críticas internacionales contra Israel.
Aún más importante, en esencia, las acciones de Hamas al interrumpir el tráfico aéreo internacional en Israel, reducen considerablemente la posibilidad de cualquier solución de dos estados. Israel será ahora más reacio que nunca a ceder el control militar sobre la Margen Occidental, que está aún más cerca del Aeropuerto Ben Gurion que Gaza.
Si Israel pusiera fin a su ocupación militar de la Margen Occidental – a diferencia de sus asentamientos civiles en la Margen Occidental – correría el riesgo de la posibilidad de una toma del control por parte de Hamas. Eso es precisamente lo que ocurrió cuando Israel retiró de Gaza tanto sus asentamientos civiles como su presencia militar. Hamas tomó el control, disparó miles de cohetes contra objetivos civiles israelíes y ahora han tenido éxito en interrumpir el tráfico aéreo internacional hacia y desde Israel.
Israel no puede aceptar el riesgo de una toma de control de la Margen Occidental por parte de Hamas y los consiguientes ataques con cohetes de Hamas contra el cercano aeropuerto Ben Gurion. Todavía podría ser posible crear una solución de dos estados por el cual Israel retire sus pobladores civiles de la mayor parte de la Margen Occidental y acuerde intercambios de tierra para las áreas que ahora contienen grandes bloques de asentamientos. Pero Israel tendrá que mantener el control militar sobre sus fronteras de seguridad, que se extienden hasta el río Jordán. También tendrá que mantener una presencia militar suficiente para asegurar que lo que ocurrió en Gaza no ocurra en la Margen Occidental. Estas realidades militares no tienen que existir para siempre. La presencia militar de Israel podría reducirse si la Autoridad Palestina mantuviera un control efectivo sobre la Margen Occidental y evitara que los terroristas utilicen esa área para enviar cohetes y terroristas hacia Israel.
La nueva realidad causada por Hamas, la interrupción de los vuelos internacionales hacia y desde Israel, justificaría plenamente una demanda israelí de mantener el control militar sobre la Margen Occidental en cualquier acuerdo de dos estados. El público israelí nunca aceptaría un acuerdo que no incluyera una continua presencia militar israelí en la Margen Occidental. Han aprendido la trágica lección de Gaza y no permitirán que se repita en la Margen Occidental. La Autoridad Palestina, sin embargo, es poco probable que acepte tal condición, aunque debería hacerlo. Esto simplemente hará que sea mucho más difícil que se alcance un acuerdo.
Sabotear cualquier acuerdo de dos estados entre la Autoridad Palestina e Israel fue precisamente uno de los objetivos de los cohetes y los túneles de ataque de Hamas. La Carta de Hamas rechaza categóricamente la solución de dos estados, al igual que el ala militar de Hamas. En este trágico sentido, Hamas ya ha tenido éxito. Apuntando sus cohetes en la dirección del aeropuerto Ben Gurion, Hamas bien puede haber echado a pique cualquier perspectiva realista para una solución de dos estados. No se le puede permitir tener éxito.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
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