Los seres humanos damos por supuesto que la historia se genera siguiendo una cierta lógica, y tenemos el defecto de creer que el mundo es más predecible de lo que en realidad es. Tal vez haya que reescribir la biografía política de Menagem Beguin y de Ariel Sharon y sopesar si fueron, grandes estrategas, ó seres humanos influenciables por las presiones del momento. En todo caso, tenemos que agradecerles sus espectaculares equivocaciones devolviendo el Sinaí a Egipto y Gaza a los islamistas, que nos permiten experimentar en directo la falacia de que la historia se genera siguiendo una cierta lógica (¿paz por territorios?) y la falacia de que el mundo que rodea a Israel es predecible y esta abocado a una cierta evolución incremental.
¿En que se parecen Hamas y el Futbol Club Barcelona? La respuesta está en Qatar una siniestra autocracia que financia los más diversos proyectos mundiales gracias a que el precio del petróleo lleva ya muchos años por encima de 100 $ el barril. El emirato tiene proyectos financieros tan dislocadamente inconsistentes como construir la mayor mezquita de Europa en Barcelona y/o financiar generosamente a una organización terrorista como Hamas. La única forma que tienen las organizaciones islámicas radicales como Hamas (Gaza), Hezbolá (Líbano), Al-Nusra (Siria) o ISIS (Iraq) de evitar que los flujos financieros de las las monarquías árabes se inviertan en yates, inmuebles y otros bienes de lujo en Europa y Estados Unidos es reavivar los conflictos que están a su alcance y que son su modo de vida, como organizaciones.
Hamas, no es una organización especialmente inteligente ni eficaz. Se ha limitado a explotar las dos grandes bazas que tiene a su alcance. El desprecio por la vida humana y su capacidad de obtener generosas limosnas de las autocracias petroleras, a cambio de mantener abierto el conflicto con Israel, que tanta legitimidad (comprada) ha dado hasta el momento a los que estaban en el poder en los países musulmanes. La utilización ventajista de su inferioridad moral por los islamistas, como un arma en la guerra contra occidente es recurrente y fue usada antes que en Gaza, en los atentados contra las Torres Gemelas en 2001 o en la carnicería de Atocha en Madrid en 2004 o en el atentado de Londres en 2005.
Desde Ben Gurion a Benjamín Netayahu, todos los lideres de israelíes han querido pensar voluntaristamente en Israel como la patria del pueblo judío como en un estado normal en el concierto mundial de las naciones. ¿Nos ayudaría a entender mejor la realidad de Oriente Medio si empezamos a abandonar esta idea voluntarista? A menudo las metáforas, como los estereotipos, nos ayudan a comprender parcialmente realidades complejas. Una metáfora muy útil para entender la realidad será comparar a Israel con los avatares del Primer Estado Gay de la Tierra. Así podremos los sionistas intentar comprender la virulencia de las manifestaciones por Palestinas de todo el mundo, o el doble estándar de moralidad y el cinismo que políticos de países democráticos tienen con Israel.
Ser el Primer Estado Gay de la Tierra implica varios desafíos importantes a los que no se enfrentaría un estado No Gay. Por ejemplo, debería de tener un territorio defendible militarmente y suficiente económicamente. También es vital que sea más fuerte que sus vecinos, mucho más fuerte. Y esta fortaleza debe de venir de un diferencial de capacidad tecnológica de armas convencionales y sobre todo, no convencionales. Es importante también que los ciudadanos del Estado Gay sepan que, de momento, están solos. Que si pierden una guerra con sus vecinos, lo máximo que cabe esperar de algunas democracias occidentales es el envío de unos pocos barcos humanitarios que recojan a los sobrevivientes.
Se sabía con mucha antelación le llegada del Mavi Marmara, igual que se sabía que Hamas (como antes hiciera Hezbolá) iba a emplear escudos humanos o estaba fabricando miles de misiles (como está haciendo Hezbolá), o estaba construyendo túneles. Todos los sabemos, todos los sabíamos, y quien más lo sabia eran los especialistas del conflicto los políticos y el ejército de Israel. La respuesta de los políticos y los militares de Israel a los sencillos desafíos de Hamas es propia de instituciones prisioneras de un MARCO ESTRECHO, provocado por la hiperespecialización , que busca soluciones DESDE DENTRO, con los datos conocidos y desde la reactividad más que desde la proactividad.
En el mundo financiero se utiliza profusamente el término “coste de oportunidad”. Lo que nos perdemos , o dejamos de ganar, por hacer una inversión y no otra. Segun este sencillo concepto financiero, las enormes sumas de dinero invertidas en el Iron Dome es una inversión cuestionable. El sistema, permite , reactivamente, que los intentos de asesinar a ciudadanos de Israel, en un 90% fracasen. Cualquier Hedge Fund del mundo (y cualquier Fondo de Pensiones ¿por qué no?) pagaría mucho mas por un sistema que me permitiera matar a mis enemigos en un 90% de las ocasiones de forma proactiva. Este es un ejemplo de MARCO ANCHO de VISION DESDE FUERA. La autocomplacencia de Israel con Iron Dome es un ejemplo de cómo nos creemos nuestras propias falacias, guiados por especialistas que sufren una visión de túnel de la realidad.
Israel no es un estado como otro cualquiera en el concierto de las naciones. Israel es un estado que tiene que pagar un sobreprecio por existir, medido en costes para sus ciudadanos y para todos los judíos del mundo. En las sociedades humanas, el pagar un sobreprecio por el derecho a ser, no ha sido infrecuente. Piensen en Cervantes o en Shakespeare que gracias a un esfuerzo extraordinario se elevaron sobre sus contemporáneos y pudieron vivir u triunfar en sociedades que penalizaban severamente lo más profundo de su identidad. Ninguno de los dos genios hubiera, no obstante, sobrevivido una semana en un país gobernado por Khaled Mashal o de Abu Bark Bajdadi.
Si Theodor Herzl o Levi Eshkol pudieran ver la dimensión de las empresas israelíes que cotizan en el mercado Nasdaq de Nueva York no darían crédito a sus sentidos. En el éxito de Israel en el desarrollo de empresas de alta tecnología han confluido diversos factores, pero uno de ellos ha sido un MARCO ANCHO interdisciplinar y flexible. Exactamente lo contrario que se observa en la conducción y en el análisis de los conflictos bélicos con Hamas. ¿Cómo se destruye una lanzadera de misiles que hay oculta debajo de un edificio lleno de rehenes sin matar a ninguno?, es un algoritmo que no se puede resistir al genio judío. Hay que buscar una visión desde fuera porque la visión desde dentro de la I.D.F. no da más de sí.
Ningún bróker de Wall Street firmaría la paz con los árabes con el precio del petróleo por encima de 100$, sería un dislate. Cuando los combustibles alternativos (nitrógeno?) hagan estallar la burbuja del petróleo infinidad de organizaciones terroristas islámicas se encontraran sin financiación, y con el barril de petróleo por debajo de los 10 $ el Producto interior Bruto de Arabia Saudita será como el de Paraguay. Entonces hablaremos de paz, no debemos preocuparnos por el tiempo. En vez de eso hagan obligatoria la lectura durante el servicio militar del libro de Daniel Khaneman, Pensar Ràpido Pensar Despacio para comenzar a construir un MARCO ANCHO de pensamiento sobre el conflicto y sobre Israel. Y no les importe ser “diferentes” “únicos”, aquí en la Tierra, piensen que un Estado Gay lo tendría más complicado con sus vecinos que el Estado de Israel.
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